Let's Pretend It's Love | h.s.

Capítulo 41.

  Harry: No te muevas... -Acarició tu frente- traeré algunas cosas de la cocina.
Tu: No pensaba moverme...
Harry: Bien, que bueno... -Dijo al saber la estupidez que había dicho.

Se levantó delicadamente de la cama sin hacer tanto movimiento. Guardó el beliz dejando fuera una de las cajas de pastillas. Se dirigió a la cocina, sirvió un vaso de agua, y te lo llevó. Te ayudó a enderezarte un poco para que te tomaras la pastilla, y te volvió a recostar. Regresó a la cocina y duró un tiempo allá.
Tu fiebre te estaba provocando delirar un poco, bueno, creías que estabas soñando, ya que no podías abrir los ojos de los pesados que sentías los parpados.
Harry regresó, con una bolsa especial con agua caliente dentro. Se sentó a tu lado, y se sentó a tu lado, hizo a un lado la cobija y de colocó delicadamente la bolsa en tu vientre. Mientras la colocaba, te veía por si te quejabas o algo, y dejar de hacerlo. Cuando al fin la había puesto, te volvió a colocar la cobija.

Harry: ¿Te sientes mejor?
Tu: No, realmente no...
Harry: ¿Tienes hambre?
Tu: Un poco, pero con este dolor no creo que sobreviva en mi estómago.
Harry: -Tocó tu frente- estás descendiendo la fiebre. –Sonrió, pero no lo viste- está mejorando.
Tu: Eso está perfecto... -Decías al sentirte sedada por el medicamento que te dio Harry-
Harry: Lo siento, tenía que darte la mitad de la pastilla. Es demasiada dosis para ti. Pero no te pasará nada, lo prometo.
Tu: -Sonreíste sin darte cuenta- eres... un tierno Harry.
Harry: -Escuchaste como rio nervioso- gracias... supongo.

Se escuchó el timbre de la casa, lo que hizo que se levantara y fuera a abrir. Cuando regresó, notaste un olor que te hizo querer los ojos rápidamente, pero solo pudiste abrirlos un poco.

Tu: ¿Qué es ese olor?
Harry: Pedí comida a domicilio, en una sopa o algo así, Niall siempre la come cuando enferma. Y... supongo que es buena. Y pedí más cosas, por si tenías hambre.
Tu: Harry... -No podías negarle la comida- que te parece si... -vomitarías si comías- esperamos a que mi fiebre baje más. ¿Sí?
Harry: Ah, claro, si... iré a poner esto a la cocina, si no... la tiraré aquí...
Tu: Si tú tienes hambre... come... ¿sí?
Harry: Ah... sí, lo haré. –No sabía porque te comportabas tan atenta, si casi no lo eras.

Cuando se fue, sentiste una sensación de levantarte y besarle, al cabo, creías que era un sueño. Harry regresó minutos tarde... se sentó a tu lado, subiendo los pies a la cama, los cruzó y se recargaba en la "cabecera" de la cama. Sacó su celular y se puso a hacer cosas, de las que siempre hacía cuando estaba aburrido.
Te moviste hacia un lado, colocando ambas manos debajo de tu cabeza. Se cayó de tu vientre la bolsa de agua, lo que hizo que Harry la quitara y te volviera a tapar con la cobija. Te moviste varias veces así, al parecer te habías dormido. Pronto más tarde te diste cuenta de que estabas acostaba a un lado de Harry, abrazándole los costados. Él tenía su brazo alrededor de ti, algo que no hubieras creído. No recordabas cuando lo hizo, pero no querías moverte jamás...

Tu: Harry...
Harry: Eh... ¿Sí? –Dijo mientras despertaba, al parecer él estaba igual de dormido.
Tu: ¿Recuerdas que te respondería preguntas?
Harry: Sí, pero sé que es hasta mañana.
Tu: ¿Para qué esperar tanto?
Harry: -Rio- ¿Cómo te sientes?
Tu: Mejor... -Mentías.
Harry: -Miró su reloj- En una hora te toca otra pastilla... si es que mis cálculos no se equivocan. Y te aseguro que estarás mejor. Si no, prometo llevarte al hospital.
Tu: Gracias... -Decías al abrazarlo más- ¿Sabes? Me gusta estar contigo. –Seguías con efectos de la fiebre.
Harry: ¿Enserio?
Tu: Si, es lo que más extrañaré de Londres...
Harry: No sé qué decirte, supongo que... el que te extrañará más, seré yo.
Tu: ¿Tú crees? Yo no... bueno no sé. ¿Qué te parece si dejamos claras cosas que te queden inconclusas? Mañana no creo tener tiempo para contestarte. Lo dije porque sabría que no tendría tiempo y no podría decirte nada...
Harry: Bueno, ¿Por dónde empiezo?... –Hizo una pausa, y recobró la conversación- mientras estabas... dormida, o algo así empujaste un cuaderno con tus pies... y venían unas preguntas... ¿Por qué tenías escrito mi nombre?
Tu: Las preguntas se responden solas... léelas y sabrás.
Harry: Dijiste que responderías...
Tu: No sé explicarte lo que siento, ni yo me entiendo...
Harry: Pero... entonces... -Tomó el cuaderno- ¿Estás enamorada de mí o por qué pones corazones en mi nombre? –Realmente quería saber- oye... -dijo al no escucharte responder- ___(TN)... -Te habías quedado dormida, de nuevo.

Harry se quedó leyendo una... y otra y otra vez todo lo que tenías escrito en una hoja de una libreta. No razonó, no quería hacerlo sin tener respuestas concretas. Se quedó a tu lado, no quería que lo dejases de abrazar. Pero al moverte hacia el otro lado, soltaste sus costados, al igual que le dabas la espalda. Y minutos más tarde, volviste a estar frente a él. Él te miró, acarició tus mejillas y notó que ya no había fiebre. Sonrió, al sentirte mejor. Miró tus labios, y estaba comenzado a debatirse si besarte sería lo correcto. Se acercó un poco, y se detuvo; Escuchó que alguien andaba afuera de la casa. Salió de la habitación sigilosamente, y se sentó en el sofá, con el celular fuera. Fingiendo escribir, mientras esperaba a que entrara alguien.
Era Gustav y tu tía, quienes venían a ver cómo te encontrabas. Cuando vieron a Harry, ambos se sorprendieron, y le saludaron. Él les contó lo que sucedió, y tu tía le agradeció varias veces. Los tres almorzaban de lo que había traído Gustav para merendar. Minutos más tarde, Harry se levantó, y pidió permiso para ir a verte. Los dos accedieron, aunque el permiso era para tu tía... al entrar a tu habitación, tocó antes, lo cual te hizo reincorporarte.

Harry: ¿Cómo te sientes? –Dijo al sonreírte-
Tu: Eh... bien... -Decías confundida, realmente creías que hasta Harry había sido un sueño.
Harry: Ya no necesitas la otra pastilla, ¿Oh sí?
Tu: No, ya... ya me siento mucho mejor. –Dijiste al sonreírle.
Harry: Tu tía y Gustav están... allá. Vinieron a verte.
Tu: ¿Enserio? ¿Y no dijeron nada porque estabas aquí?
Harry: No, supongo que no.
Tu: -Suspiraste- me alegro.
Harry: Ahora... dejamos algo inconcluso. –Dijo al sentarse a tu lado.
Tu: ¿Qué cosa? –decías al desear que lo que recordabas fuera mentira-
Harry: Nos quedamos en que responderías TODAS mis preguntas.
Tu: ah... si... eso mañana.
Harry: No, me dijiste que hoy, porque mañana no tendrías tiempo.
Tu: Yo... -te señalaste- ¿Yo dije eso?
Harry: -Rio- sí.
Tu: Ay no... ¿Qué más dije?
Harry: -Te sonrió- que... te gustaba estar conmigo, que me extrañarías... y que lo que escribiste en una libreta eran... cosas que responderían cosas por si solas.
Tu: Bueno, gracias por cuidarme Harry. –Dijiste al evadir el tema
Harry: De nada. –Sonrió- fue un placer quedarme más de cinco horas cuidándote. Y... no quiero protestar contigo, quiero que hablemos cuando estés bien.
Tu: -Miraste a Harry con tanta nostalgia. Pensabas: ¡Por Dios, deja de ser tan perfecto!- Yo... -Te sonrojaste al saber que lo que habías dicho era realmente cierto, lo sentías y él ya lo sabía.- lo que te dije inconscientemente es cierto, más cierto que... más cierto de lo que puedes creer.
Harry: ¿Te parece si puedo acompañarte mañana al aeropuerto? Me gustaría darte algo...
Tu: ¿Darme qué? –Dijiste algo molesta por no ponerte atención a tu comentario anterior.