Tu: ¿Bromeas? –Lo miraste con una sonrisa.
Había colocado sobre el recién cortado pasto, una gran cobija de color café chocolate. Habían unos platos y en el centro que habían contraste con la cobija. Había un pequeño florero con agua y unas bonitas flores. Alrededor de aquella manta, estaban unas velitas que se movían al compás del aire. Aunque no era noche, lo nublado atenuaba mucho la ciudad, bastante para necesitar un poco de luz.
Él negó con la cabeza y te sonreía.
Había una cajita que parecía perderse la poca iluminación de la manta. Lo miraste y luego lo miraste a él.
Abrazaste a Harry y le regalaste un beso.
Te indicó que te sentaras en dónde posaba la manta, mientras él iba por algo a la cocina. Lo hiciste y viste como entraba de nuevo a la casa.
Pasaste la mano con la manta, era suave y estaba fría por el sereno de la noche. Miraste la cajita, y querías ver que había dentro. Tal vez un collar, oh algo así tal vez. Te quitaste los zapatos para descansar de tu caminata por el centro comercial y te acostaste en la manta. Sentías el pasto que sobresalía a un lado de las velas, y cerraste los ojos. Estabas tan relajada y te sentías tan bien... que nada podría hacerte sentir mal.
Perdiste la noción del tiempo y no notaste cuando Harry llegó, y se sentó a tu lado.Tu: Lo siento... -Sonrojaste, y te sentaste-
Harry: Está bien. –Sonrió.
Tu: ¿Qué contiene la caja?
Harry: -Miró la caja y la tomó- contiene un regalo para ti.
Tu: ¿Un regalo? –Preguntaste asombrada.
Harry: Sí... tómalo. –Te lo dio- lo compré ayer... y no sé, espero te guste.
Tu: -Lo tomaste- Gracias corazón... -Le diste un beso-No querías decirle que no querías regalos. No te gustaba que gastaran en ti, pero debías aceptar los detalles, y más si te dice que era que te guste...
Abriste la cajita del tamaño un retrato más o menos. Tenía un papel cubriendo aquello, y lo quitaste delicadamente.
¿Qué será? No sabías. ¿Por qué no lo abres para saberlo? ¡Tampoco sabías!
Cuando comenzaste a ver que era algo brilloso, y tal vez algo plateado.
Lo abriste totalmente, era una pulsera como si fuese de plata o cobre, no distinguías el color. La tomaste y era exacto tamaño de tu muñeca. Sonreíste, y miraste que dentro de la pulsera que no podía doblarse, tenía un mensaje grabado dentro: "Pretendamos amarnos, demostrémosles cómo". Las letras las tenía hundidas, y con el contacto y presión con tu piel, quedaría marcado la frase en tu muñeca.Tu: Pretendamos amarnos, demostrémosles cómo... -Sonreíste- eres un poeta...
Harry: ¿Te gusta? –Sonrió.
Tu: ¿Qué si me gusta? ¡Me encanta!... Gracias, enserio gracias. –lo besaste.
Harry: ¿Te ayudo a ponértela?
Tu: Sí, porque no sé cómo se pone... -Se la diste en la mano.Sus manos estaban tibias. El contacto que hizo con tu piel, te hizo saltar por dentro. La colocó, y él siguió con la mano en tu muñeca. Subió una de sus manos a tu rostro y te besó. Estabas perdiendo el equilibrio besando a Harry, y sin querer metiste la mano a la cajita que te había dado.
Tu: ups... -Susurraste, y sacaste la mano de la cajita- Espera... -miraste más en la caja- ¿Hay más? –Seguías buscando en la caja.
Harry: Sí, hay más...Hurgaste más por la cajita y sacaste dos boletos de avión. ¿Un viaje? ¿Un viaje a solas con Harry a tal vez una ciudad muy romántica?
Tu: ¿Un viaje? –Leíste el destino- ¿A Malibu? ¿Tú y yo? –Sonreíste.
Harry: Ajá... Bueno, irá mi hermana y su novio, pero... digamos que vamos solos. –Sonrió.
Tu: ¿Malibu? –Decías sonriente.
Harry: Sí, a Malibu. ¿Tiene algo de malo?¡Al contrario! Malibu es un paradisiaco lugar en tu lista de lugares de visitar antes de morir. Abrazaste a Harry y le agradeciste en lo que terminó el día.
La velada fue tierna, Harry comió junto a ti, bromearon y sobre todo hubo besos y caricias que estuvieron bien al momento.
Al día siguiente, los chicos se reunirían para ensayar para sus conciertos en Manchester.
Estaban en los vestidores, junto a unas chicas que venían a hacerles una pequeña entrevista. Ellos jugaron y bromearon con aquellas, y tú observabas como Harry te miraba cada vez que nadie lo veía.
Llevaba una sudadera azul, que tenía el nombre de "WILLS" en el pecho. Una gorra y unos bermudas cómodos. El cabello lo llevaba hacia atrás, y su altura y espalda lo hacían ver aún más irresistible.
Había unos casilleros detrás dónde los chicos tenían acomodadas algunas cosas para el concierto, Harry llevaba una pequeña maleta que contenían algunas cosas, entre ellas ropa.
Los chicos se dirigieron al escenario a ensayar algunas canciones y tú te quedaste con Lou, la estilista. Quien tenía el celular en mano y luego cuidaba a su pequeña hija. Hablaba contigo de vez en cuando. Claro, mientras por teléfono no le respondieran nada o su pequeña Lux no llorara.Lou: ¿Me dejarías peinarte? –miró tu cabello- tu cabello es muy lindo, pero quiero ver como se vería tu rostro con un acomodo diferente. ¿Me permitirías?
Claro, una pregunta muy inusual.
Tu: Eh... -Balbuceaste- claro, ¿Por qué no?
Era una estilista profesional, ¿Por qué desconfiar?
Te sentaste en la silla que estaba enfrente del gran espejo del vestidor y ella comenzó a peinarte.
Hizo un pequeño cambio de rumbos de todo, y te hizo un recogido muy lindo, que se podía admirar tus bellas facciones de la cara. Ella al terminar, le tomó una fotografía al peinado, y agradeció. Salió unos segundos del vestidor y aprovechaste para mirarte unos segundos al espejo...
Se abrió la puerta y no hiciste caso. Seguro era Lou, que venía de regreso. Pero no... sentiste unos brazos particularmente conocidos rodear tu cadera...
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Let's Pretend It's Love | h.s.
Fanfiction"Ayer creías que el amor no existía como todos lo ven en las películas, hoy pensabas que enamorarte de Harry era lo mejor que te había pasado... y mañana seguirías deseándolo cada vez más. A veces el enamorarte no era malo... no todo amor es lindo...