Capítulo 67.

237 4 0
                                    

Harry: ¿y cuánto tiempo se supone que descansas? –Te preguntó Harry mientras jugaba con una esfera roja.

Tu: No lo sé, supongo que tengo el puesto hasta que regrese.
Harry: ¿Has hablado con Gustav? –Se recargó en el mostrador.
Tu: Sí, ayer. Me dijo que ya tengo el boleto.
Harry: ¿Te irás sola?
Tu: No, irá mi tía.
Harry: ¿Ya se hablan?
Tu: Ella no me habla.
Harry: Ninguna de las dos se habla a la otra.
Lyla: Perdona que me meta... pero, ¿Por qué no se hablan?
Tu: Por... -Interrumpió Harry
Harry: Porque son bien orgullosas las dos.
Tu: -Fulminaste con la mirada a Harry- no es cierto.
Lyla: que incomodo viajar más de ocho horas con una persona que no te habla, ¿No?
Tu: Sí, pero...-Interrumpió
Lyla: Yo digo que la vayas a ver hoy.
Harry: -Levantó su brazo- yo también lo opino. Es más, yo te llevo.
Tu: No.
Harry: ándale amor...
Tu: -Suspiraste- ¿Y si no quiere hablarme?
Harry: nos vamos.
Tu: -Lo miraste preocupada- ¿Y si me insulta de nuevo?
Harry: am... nos vamos. –Dijo soltando una risita y tomar tu mano.
Tu: Que buena solución.
Harry: ¡Amor! Es que si no te arriesgas no ganas... hay que ver si está en casa hoy y vamos y... -Interrumpiste.
Tu: No voy a disculparme.
Harry: No lo vas a hacer...
Tu: ¿Entonces a qué voy?
Harry: A lo mejor como no sabe dónde estás, vas y te ve y ya se disculpa.
Tu: -Suspiraste- Dios. –Tallaste tus ojos-
Harry: Yo estaré contigo. –Sonrió.

Te parecía ridículo ir tú, pero Harry tenía razón, ella no sabe que estás con Harry.
Cuando salieron del café, Te despediste de Lyla y Wender, no los verías hasta el próximo año.
Harry condujo hasta casa de Gustav, y ahí estaban ambos. Caminabas lento para hacer que el tiempo pasara más rápido según tú. Estabas en una lucha entre si tocar o huir.
Harry quien te esperaba en el auto, se bajó y sin darte opción tocó la puerta, corrió a ocultarse mientras lo mirabas con una mirada gélida, él reía como niño y no pudiste decirle algo porque se abrieron las puertas.
Casualmente era tu tía, al verte te sonrió.

Tu: Buenas noches. –Dijiste tímida.
TT: Buenas noches, ¿Cómo estás? –Decía al caminar hacia ti.
Tu: Bien. ¿Usted cómo está?
TT: Bien. ¿Has regresado?
Tu: No.

Sentiste como Harry gritaba en sus pensamientos que fue la respuesta incorrecta.

Tu: Vine por mis cosas. –Apresuraste a decir- lo que quedan...
TT: ¿Por qué no te quedas?
Tu: -Agarraste tu antebrazo, y apoyaste tu otro brazo en él- Yo no... -Interrumpió
TT: -Suspiró- No quiero que sigas molesta. Lamento haberte hecho sentirte mal, estaba molesta.
Tu: Está bien.

Pensabas: ¿Qué le ha pasado a mi tía? Ella no es.

TT: ¿Regresarás?
Tu: Nos quedan dos días aquí, me gustaría disfrutarlos con mis amigos de aquí. ¿está bien?
TT: Sí, está bien.
Tu: Sólo venía a... eso.
TT: Bien, pasa, Gustav está estudiando para su examen para obtener otro título. Seguro estará feliz de verte. –Se escuchaba tan lastimada que pudiste entender que no sólo tú eras la víctima, ella sufría por otras cosas y no lo notabas.

Tu tía siempre fue lenguaraz, y muy indiscreta. Es una mujer hermosa físicamente, y sentimentalmente no era tan malo. Ella, tiempo atrás; Había perdido un hijo con su actual y loco novio. Eso le fue difícil, más otras enfermedades por las cuales pasó. Jamás viste tan triste a tu tía como el día de hoy, seguro había pasado algo más y no te habías enterado.
Entraste y viste a Gustav, quien te vio sobre las gafas y sonrió, corrió a saludarte y te abrazó.
Todo fue planeado cuando viste que sonrió a alguien detrás de mí, era Harry quien platicaba con tu tía mientras entraban a la casa.
No podías molestarte por la planeación, pero si hubieses sabido igual no hubieses querido. Tu tía platicaba con Harry mientras Gustav quiso hablarte en privado.
Te contó que había hecho una terapia con tu tía, y funcionó perfectamente. Invirtieron papeles, él fue ella y ella fuiste tú. Él le decía sus defectos por un día sin que supiera la didáctica. Aunque la hizo sentirse la peor persona, logró hacerla ver la vida de una manera un poco distinta. Aunque ella siguiese siendo la misma, ella ya comprendía un poco más de lo que viviste cuando pasó lo de Harry. Estabas tan avergonzada de causar todo ese alborote, pero al final de cuentas te sentías mejor.

El día que Harry te acompañó al aeropuerto estabas tan nerviosa que no habías comido mucho. Harry acariciaba tu cabello mientras esperaban el vuelo, y cuando llegó la hora de irse te abrazó tan fuerte que creíste que te había pegado con algo para no dejarte ir.
No querías llorar, sabías que lo verías de nuevo. te despediste de Gustav, quien prometió volvernos a ver.
Subiste al avión y te relajaste todo el viaje.
Al llegar a tu casa, prendiste tu teléfono celular, y había un lindo mensaje de Harry:

"Te extrañaré muchísimo, prometo de mi parte pasar un día de estos juntos. Te quiero mucho Harry xx"

Tu tía habló con tus padres unos minutos mientras tú descansabas. Ella se fue a su casa y pudiste descansar aún mejor. Llegaron las fechas festivas, Harry todos los días te mandaba un mensaje te texto o te llamaba, según su día o compromisos, pero jamás faltaba un día.
Tus papás querían conocerlo, y morías por ese día en el que pudieses presentarlos formalmente.
Noche buena estuvo cálidamente bien con familiares y amigos, y por supuesto, Harry fue el primero en desearte feliz navidad, más que una llamada...


Let's Pretend It's Love | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora