Capítulo 26

10K 534 20
                                    

Samantha

-Espero que duerman bien...- deseé a Ronnie y Debra saludándolos luego de que entraran en una de las habitaciones de invitados, la que estaba junto a la habitación del sexo.

-También tú y que no tengas más nauseas de "embarazo".- se burló Ronnie y Debra le envió una mirada de falso enfado antes de verme. Intenté no mostrarme nerviosa y sonreí cerrando un poco más la puerta.

-Y ustedes no hagan mucho ruido si planean hacer un bebé...- me burlé de ellos y aunque Ronnie rio, Debra me observó indignada, entonces cerré por completo.

Me pasé las manos por el rostro y suspiré intentando no hacerlo demasiado fuerte. Dios santo, ¿Un vomito y ya estaba embarazada? Es decir, según recordaba, yo ya tenía mis nauseas desde antes de que... Bueno, desde antes de mi primera vez con Andrew, era imposible que estuviera embarazada.

No podía pensar en una idiotez más grande. Si yo estaba embarazada, Debra era virgen y, ja, por dios no lo era. Además, mis nauseas fueron por las frutas del perfume de Cynthia, no eran por ningún "embarazo".

Por dios, me ponía de mal humor con la simple idea de pensar en un embarazo. No pregunten por qué, la razón más obvia era porque no traería un bebé al mundo sin amor. Claro, yo sentía amor pero no Andrew, no entendía bien que sentía él por mí.

¿Segunda razón? Mi relación con él no era tan segura como parecía, él podía decir que me quería pero no confiaba en sus ausencias de "trabajo" ¿Por qué tardar tanto en una reunión de trabajo? ¿Por qué llegar de madrugada? Tardas eso si te quedas con tu secretaria y sus "horas extras".

¿Otra más? Nadie me aseguraba que Andrew no me dejaría y...

-Hola...- susurró en mi oído, rodeándome la cintura con esos fuertes brazos, borrando mis malos pensamientos.- Hola, hola...

-Andrew...- balbuceé acariciando sus manos y me llevó más adentro de mi habitación, cerrando la puerta tras nosotros y poniendo un banquillo para trabarla.- ¿Qué haces aquí?

-Quería decirte buenas noches.- contestó haciéndome voltear y al tenerme de frente, presionó sus labios a los míos.- Quería dormir contigo...

-No puedes dormir conmigo...- le regañé y negó con la cabeza, abrazándome contra él.

-Solo un rato, me iré antes de dormirme, te lo juro...- pidió levantándome para verme a los ojos y pude ver toda la súplica en su mirada.- Por favor, cielo, solo eso, solo un rato...

¿Me dijo cielo? Dios, sí lo hizo. Me dijo cielo...

-Solo unos minutos, te irás antes de dormirte... Antes de que cualquiera de los dos nos quedemos dormidos...- cedí y una pequeña sonrisita tiró de sus labios. Estaba segura que él sabía que de esa manera lograba convencerme de cualquier cosa. Me llevó con él hasta la cama pero no me recosté.- Emmm, voy a ponerme algo más cómodo...

-Por supuesto.- contestó recostándose en la cama, con su mirada sobre mí y su cabeza sobre mi almohada. Caminé hasta mi armario, con algo de pereza y algo que oí me distrajo. Volteé unos segundos solo para descubrir que estaba inhalando mis almohadas.

-Amm... ¿Qué haces?- pregunté un poco avergonzada, aunque no entendía por qué, y él me sonrió un poco travieso.

-Lo obvio.- contestó y se cubrió con mis mantas hasta las cabezas, solo para inhalar una vez más. ¿Acaso estaba loco? ¿Qué esperaba con eso?- Hueles increíble.

-Bien, quédate así hasta que acabe de vestirme.- aproveché y le di la espalda para quitarme el vestido que llevaba puesto. Tomé una camiseta de tirantes y luego de que me la puse, me sorprendí al sentir sus manos en mi espalda.

Honey Girl [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora