Capítulo 6

20.4K 817 27
                                    

Andrew

Moví mis manos de arriba a abajo disfrutando del calor que sentía a mi lado. Puede que estaba dormido o que mis ojos estaban cerrados pero ese aroma a miel que venía hacia mí, me decía quién era la persona entre mis brazos. Samantha Hoover, ¿Quién diría que cuatro copas de vino serían tu perdición? Lo tendría en mente para la próxima vez y... Dios, esa forma de hablarme, de tentarme. Lo último que hubiera querido era que me besara por tres minutos y se durmiera antes de que pudiera desnudarla. Pero, bien, al menos la tenía dormido en mis brazos, en un maldito e incómodo sillón.

No la llevé a la cama porque no sabía como hacerlo. No quería que estuviera en mi habitación de nuevo y no quería dormir en su habitación. Solo lo hice sencillo y me quedé a su lado. Quise irme antes de dormirme pero me sujetó con sus brazos y piernas y no pude alejarme.

-Mhmms... Mhsmmm- balbuceó Samantha al sentir mis manos dando suaves caricias en su vientre por debajo de su camiseta. Si no era por mi tacto, era un sueño, nadie me lo aseguraba, pero yo creía estar presente en él.

-¿Qué pasa cariño? ¿Te gusta lo que te hago?- pregunté en un susurro en su oído y la vi sonreírse, cuando un escalofrío le recorrió el cuerpo.

-Sí, Andrew... Por favor...- suspiró ruidosamente cuando mis labios recorrieron su cuello.- Me gusta...

-Lo sé, Samantha.- respondí contra su piel. Dejé que mis manos subieran un poco más hasta su pecho y suspiró una vez más, lanzando su cabeza hacia atrás.- Dime que puedo tocarte y no me detendré.

-Hazme tuya... Haz lo que quieras... conmigo- logré oír mientras empujaba más su cuerpo hacia mis manos. Me atreví a meter mis manos dentro de su sujetador y lanzó la cabeza más atrás, mordiendo su labio inferior.- Andrew...

-Dios, Samantha...- balbuceé al sentir sus endurecidos pezones en mis manos. Ya había algo más endurecido en todo esto y era en mi cuerpo. Mi otra mano decidió bajar y abrir el botón de su pantalón corto. Debía ver que tan interesada estaba por mí y solo allí lo encontraría, entre sus piernas.

-Oh, Andrew...- comenzó retorciéndose y gruñí al sentir lo húmeda que se encontraba.- Andrew...- se hizo hacia atrás para pegar su cuerpo al mío pero quité mis manos de su cuerpo, no sin antes llevar mi mano hacia mis labios. Delicioso... Pero no le haría eso. Si la haría disfrutar, ella debía de recordarlo de por vida.

-No sabes lo mucho que te deseo...- le susurré pasando mi lengua por última vez por su cuello y me aseguré de acomodar su ropa como lo estaba antes. Presioné mis labios detrás de su oreja y bajé poco a poco por su cuello antes de recostarme con tranquilidad e intentar dormir nuevamente, con mi chica de miel a mi lado.

-Y yo... A ti...- confesó girando hacia mí. Refugió su rostro debajo de mi cuello y extendió sus labios en un suave beso sobre mi piel.- Acurrúcame...

-Tú hazlo.- bromeé en susurros y se sonrió mientras ambos nos rodeábamos con nuestros brazos. Algo extraño en realidad, no creía haber hecho eso con una chica en mi vida.- Por cierto, sabes delicioso Samantha, todo tu cuerpo sabe a miel y me encantaría probarlo mejor.

No sé cuanto tiempo pasó desde que me dormí abrazado a Samantha pero el timbre me despertó quizás no mucho tiempo después de eso. Pero no solo sonó una vez sino tres o cuatro veces. Despertarían a Samantha con tanto ruido así que me apresuré a la puerta velozmente.

-¡Ya basta, maldición!- grité no demasiado alto antes de abrir y encontrarme con un dulce rostro esperándome.- Anne...- comencé y esa hermosa chica me abrazó con fuerza.

-Dianne para ti, hermano.- rio apartándome lo suficiente como para verme a los ojos.- Aunque estoy demasiado enojada contigo, eh. ¿Casarte sin avisar con anticipación? Ni siquiera tuve tiempo de traerte un obsequio.

Honey Girl [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora