"La chica de los ojos castaños está triste. Hay algo realmente mal con ella. No sabe el qué, lo busca sin descanso, pero nunca lo encuentra. Y nadie puede averiguarlo, ni mucho menos explicárselo. Y ella sólo está triste. Y lleva meses triste. Y le duele, por que no lo ven. Le duele, que se crean la sonrisa cuando no para de llorar. Le duele, que su madre entre en su cuarto mientras llora y ni si quiera se percate. Le duele, que nadie vea el rastro que dejan las lágrimas rojas que a veces llora. Le duele, estar sola aún con gente. Le duele que haya tanta gente queriéndola y ella sólo se caiga de nuevo, sola, llorando, temblorosa. Le duele por que si es ese ángel que él dice, no es capaz de arreglar sus propias alas rotas. Irónico, ella que ayuda a todo el mundo, y no sabe ni por donde empezar a ayudarse a sí misma. Y algún día, algún día se armará de valor. Y se lo dirá a sus padres y volverá a pedir ayuda hasta recibirla. O tal vez, se armará de otro tipo de valor, y será cobarde y no sé enfrentará más a la vida. Y está ansiosa por que llegue ese día en que se arme de valor. No sabe de cual, no le importa. Pero necesita que llegue ese día. Ese cambio. Ese arreglo. Ese milagro."