Paula pone cara de pena. Le doy pena. Doy pena.
-No pasa nada Claudia... Ha sido solo una semana mala, a todos nos puede pasar.- apoya su mano en mi hombro.
Yo me apoyo en la pared del baño, estoy cansada de toda esta mierda.
-¿Y si todo continua así? ¿Hasta que Álvaro deje el instituto?- respondo yo.
-No, ya verás como el lunes todo habrá pasado. Tú pasa de él y ya está. Tú lo has dicho, ya casi ni te hace caso.- me mira convencida.- Es como... -mira a la pared pensando.- ...como un tornado. Sí, es como un tornado que te ha arrasado, ya se ha ido. Y ahora puedes reconstruirte. ¿Vale?
Sigue sin convencerme.
-¿Y mi familia?- respondo yo, volviendo a ponerme nervios pensando en que el director podría estar telefoneándola en este mismo momento.
-Ya verás como se olvidarán de todo... Hazme caso, si pasas de él todo te irá mejor.
En ese momento entran Celia y Laura por la puerta del baño.
-¿Que hacíais aquí...?- pregunta Laura mirando al baño.
-Eso, os estábamos buscando.- responde Celia.
Oh, no. No me apetece volver a contar toda la historia otra vez.
-Lo siento chicas, estaba a punto de manchar. Necesitaba cambiarme la compresa.- dice Paula sonriendo tímidamente.
-Ah, vale. No pasa nada.- Laura sonríe.
Doy gracias por tener una amiga como Paula.
-Bueno pues... ¿Podemos salir ya de aquí? Este baño apesta.- dice Celia poniendo cara de asco.
Mientras salimos, Paula se gira y me guiña el ojo.
-¡Yo no te he educado para esto! ¿Qué quieres Claudia? ¡Siempre has sido una maldita mimada! Tú... Solo tenías que cumplir con tu deber de adolescente. Sacar buenas notas y portarte bien.- mi madre se pone las manos en la cabeza mientras se mueve por el salón.- Siempre me he portado contigo igual que con tu hermano, y mírale.- odio que me compare con mi hermano.
-Yo no soy como Rodrigo, y no tengo porque serlo.- respondo yo segura, aunque tenga ganas de llorar.
-¡¿Y encima me contestas?! ¡Y claro que tienes que serlo! A este paso no llegarás a ser nada en la vida... Y encima me dejas en evidencia, ¿qué se pensará el director del colegio sobre mí? Claudia tienes tres malditas faltas leves, y un trabajo de biología sin entregar. ¡En solo 5 días! Hay veces que me hubiera gustado tener solo un hijo...
Esa última frase se me clava.
-Y Rodrigo me ha contado el rollito que tienes con el niñato de al lado. Como vuelvas a verlo te enterarás. Vas a pasarte este fin de semana haciendo el mejor trabajo voluntario de biología jamás visto en la historia.
-¡No tienes por qué tomar tus frustraciones conmigo! ¡Que tú quisieras ser médico no es razón por la que yo tenga que serlo! Que tú hayas fracasado con tu vida no significa que me tengas que estropear la mía...- después de soltar todo esto tomo aliento. Nunca le había dicho algo así a mi madre, pero me estaba sacando de quicio.
No me reconozco, y por su mirada sé que ella tampoco lo hace. La sorpresa viene cuando siento su palma en mi mejilla, haciendo un sonido seco y aumentando mis ganas de llorar. Hecho esto, la miro y me subo corriendo a mi cuarto. No quiero que me vea llorar.
Cierro la puerta de un portazo, y entonces les permito a mis lágrimas caer. Miro por la puerta de cristal, es de noche. Dentro de poco será la cena, pero no pienso bajar. Y sé que ellos tampoco me invitarán a hacerlo.
Me tumbo en mi cama. Podría llamar a Paula, pero tampoco quiero fastidiarle más con mis problemas. Abro un libro para matar el rato, pero no puedo concentrarme en lo que estoy leyendo.
Escucho a mi madre gritar desde aquí arriba, mi padre debe de haber llegado a casa. No sé cómo puede soportarla.
Cojo una chaqueta y decido salir afuera. Hace un poco de fresco, pero no demasiado frío. Cierro la puerta de cristal. Bien, desde aquí no se escucha nada.
Veo como todo está a oscuras, excepto por las farolas y las luces encendidas en algunas habitaciones de mis vecinos. Estarán cenando tranquilamente, con una familia feliz y sin problemas.
El sonido de la puerta hace que me ponga en tensión. Y cuando esperaba ver a mi madre, a mi padre o a mi hermano veo que no es así... Y no sé si ver a Álvaro es razón de alivio o todo lo contrario...
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Como enero y diciembre
RomanceClaudia es una adolescente responsable y estudiosa. Sin embargo, Álvaro es completamente todo lo contrario. Mientras que Claudia pasa las noches leyendo, Álvaro se va de fiesta a conocer a gente. Poco a poco, irán cambiando su odio mutuo por un amor...