Capítulo 11

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Cuando por fin ya tenemos todo preparado y subrayado, decidimos empezar ya el trabajo.

-Esto es un rollo, voy a poner música.- dice él sacando su móvil.

No termina de parecerme mala idea, hasta que le da al "play". No sé mucho de ese tipo de música, pero parece rap. Y el rapero un borracho.

-¿Qué es eso? Quita es bazofia.

-¡¿Pero qué dices?!- exclama él.- Natos y Waor son los mejores músicos.

"Y un par de exnovias que están como una puta regadera.

Un cajón lleno de multas, mil y una secuelas,

dos mil traumas y tres mil razones para que me quieras"

Música macarra, que le pega a Álvaro, pero no a mí.

-Quita eso, pongo yo la música.- digo yo cogiendo mi móvil. Pongo Stitches, de Shawn Mendes. Esto está mucho mejor.

-Qué basura de música. Se nota que está totalmente comercializada.

-¿Perdona? Shawn Mendes y los... Natillas y Wars esos que has puesto son incomparables.

-¿Natillas y Wars? ¿En serio? Y tienes razón, son incomparables. El maricón ese no les llega ni a la suela de los zapatos.

-No es maricón, y te equivocas.- respondo yo a secas.

-No puedes comparar a músicos como ese que solo quieren ganar pasta y fama con Arce, Kaze, Nikone y Natos y Waor. Ellos realmente hablan de lo que viven y sienten.

-Lo único que viven y sienten son drogas y sexo. Lo mío tiene más variedad.- me justifico.

-¿Cómo qué? Desamor y amor, desamor y amor. No hay nada más, son letras vacías.- No entiendo cómo puede defender tal estilo de música. 

-Que no entiendas el inglés no es su problema.- respondo yo.

-Perdona pero también escucho a gente de habla inglesa. Eminem, por ejemplo.

He escuchado a Eminem un par de veces en colaboraciones con cantantes famosas, como Sia o Rihana. Reconozco que no acaba de estar del todo mal. Pero sigue siendo un rapero.

-No tienes ni idea, si Mozart o Bach escucharan tu música llorarían.

-No saques a músicos sosos, ya tengo bastante con lo que está sonando.- sigue sonando Stitches.

-¿Perdona? El rap es la música más monótona que existe.

-Por lo menos no dicen las mismas cuatro palabras durante toda la canción.

Suspiro. Es imposible ganar una pelea con Álvaro Duato, por mucho que sepas que tienes razón.

-¿Podemos seguir con el trabajo, por favor?- pregunto frustrada.

Él resopla. Cuando vamos a empezar a hacerlo, viene Maya. Empieza a olisquear a Álvaro. Álvaro pone cara de asco.

-¿Y este bicho?

-Ese bicho se llama Maya.

-¿Qué raza es?

-Husky Siberiano.

-¿Pero esos perros no viven en el Polo Norte?

-En el Polo Norte pocos perros vivirán, créeme.- respondo yo ante su ignorancia.

-Bueno, vale. Pero los perros estos que tiran de los trineos en la nieve.

-Suelen ser otra raza, pero estos también.- le explico.

-¿Y qué hace en España, en Valencia?- pregunta él.

-Me gustaba y lo compré, bastante sencillo.- me empieza a poner nerviosa.

-Pobrecilla, echará de menos la nieve.

-Nació en España, también son fáciles de encontrar.

Maya empieza a lamerle la mano a Álvaro y Álvaro la quita inmediatamente.

-¡Qué asco! En serio, odio a los chuchos. 

-¿Cómo puedes odiar a una perrita tan mona?- digo mientras la acaricio.

-Bueno, las perras me suelen gustar bastante...- dice adrede para que lo mal piense.- Pero las prefiero sin pulgas y depiladas.

Pongo los ojos en blanco, este chico no tiene remedio. Me doy cuenta de que está activa y cariñosa, y eso siempre pasa cuando quiere que la saque a pasear.

-No Maya, ahora no podemos salir. Luego, ¿vale?- digo con vocecita aguda mientras la acaricio.

-¿En serio crees que te entiende? Solo buscará comida y alguien que le recoja sus mierdas.

-Está demostrado que los perros entienden un gran porcentaje de lo que decimos. Y Maya me quiere.- digo yo segura.

-Bueno, si quieres la sacamos a pasear, a mí me la suda bastante. Estoy agobiado de estar aquí dentro viendo un montón de úteros. Así podríamos descansar un rato.- dice él con indiferencia.

¿Ahora quiere salir conmigo a pasear a Maya, después de decirme que no era mi amigo?

Lo pienso un segundo y no me parece mala idea, me convendría salir y respirar un poco de aire. Llevo con este una hora y pico metida en una habitación y no hemos hecho ni la portada. Lo que viene siendo agobiada, estoy.

-Está bien, solo serán quince minutos. Y cuando volvamos, terminaremos el trabajo.- acepto yo.

Él pone cara de indiferencia, pero no sé que es lo que noto en sus ojos. Veo como que está ilusionado, ¿por un simple paseo?



***Siento no haber subido con más frecuencia, pero no tengo casi tiempo. Y como bien veréis, no quiero hacer capítulos forzados. Este lo ha sido un poco y seguramente lo notareis. En esta semana subiré los que pueda. Os aseguro que en Navidad os petaré a más no poder :v***




Como enero y diciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora