Pasa el tiempo rápido, empiezo a conocer a Álvaro más de lo que lo hacía. Me entero de que perdió la virginidad con 14 años, que su primer beso fue con 12, su primera borrachera con 13... Son cosas que no me importan demasiado la verdad, pero es que nunca me imaginé que estaría sentada con Álvaro hablando de estas cosas.
De repente oímos un coche que se mete en el garaje de Álvaro. Álvaro mira la pantalla de su móvil.
-Ya ha llegado mi madre...
Empiezo a levantarme tomándomelo como una despedida.
-Espera, espera...- dice Álvaro levantándose.- ¿Prueba o verdad?
¿No le importa seguir conmigo después de que llegue su madre? Ya me está empezando a cansar hacer todo el rato lo mismo...
-Prueba.- respondo.
-Vale, ven.- Álvaro se mete en su casa y empieza a bajar las escaleras, yo le sigo.
-Hola, mamá.- dice Álvaro sin pararse.
-Hola, cariño.- le responde ella.
¿Es que a Álvaro no le da vergüenza estar con una chica delante de su madre?
-Hola yo soy Claudia... La vecina. Una amiga de Álvaro.- esto me da mucha vergüenza, seguro que no se lo cree.
Álvaro pone cara de desaprobación, mirándome como... "¿Por qué la cagas?"
-Hola, yo soy Yolanda, la madre de Álvaro, encantada.- me sonríe, es simpática. No se parece a Álvaro.
-Bueno mamá, nosotros nos vamos por ahí.
-De acuerdo.- asiente Yolanda.
Por muy simpática que sea me parece un poco irresponsable dejar a su hijo irse por ahí de noche con una chica...
Álvaro empieza a bajar las escaleras que llevan hasta el sótano. Oh, no. No pienso montar en moto.
-Álvaro, no voy a subir otra vez contigo en la moto...- le digo.
-Es tu prueba, no seas tramposa.- responde él.
-Además, has bebido.- le reprocho.
-Muy poco, estoy cien por cien eficiente.- dice él guiñándome un ojo.
-Pero...
Abre la puerta que lleva al garaje, ahí esta el coche de su madre y su moto al lado. Abre la puerta del garaje que lleva al exterior, se sube a la moto y la saca afuera.
-Cierra la puerta.- me dice.
Suspiro, esto me da miedo.
Salgo y cierro la puerta del garaje. Álvaro me da indicaciones para que me suba a su moto.
-Esta vez hay casco para los dos.- me lanza un casco y yo a mala gana lo agarro. Me subo detrás suyo y me lo pongo.
Coloco mis manos en su cadera.
-¿Lista?- pregunta él.
-No.- respondo.
No le veo la cara, pero me lo imagino sonriendo como un tonto. Al segundo, empieza a arrancar la moto y empezamos recorrer la carretera de nuestra urbanización.
-No vayas muy rápido por favor...- le ruego.
Salimos fuera de la urbanización y él acelera. De noche todo da más... más impresión. No veo casi nada, solo cuando pasamos por debajo de una farola.
Aún voy con la falda del colegio, así que empiezo a sentir fresco no solo en las piernas, sino en todo mi cuerpo.
Y vuelve otra vez la sensación de adrenalina de la primera vez. Siento un cosquilleo en mi estómago, que me hace querer bajar y a la vez querer acelerar. Mi única respuesta es agarrar a Álvaro más fuerte.
Empiezo a sentir el aire en todo mi cuerpo, hasta en mi pelo, que se mueve sin parar. Parece inseguro, pero en verdad parece más seguro de lo que pienso.
De noche no hay nada de tráfico, no sé que hora es exactamente, pero probablemente sea más de medianoche.
No voy a mentir, me gusta esto de estar a solas por una ciudad-pueblo de noche. Solos, en silencio excepto por el sonido del motor de la moto y del viento. Se siente una especie de tranquilidad que se rompe solo por estar encima de una moto con Álvaro.
Empiezo a darme cuenta de que nos estamos alejando mucho de nuestra urbanización, me gustaría preguntarle si vamos a algún sitio, pero no quiero romper este hermoso silencio que hay ahora mismo.
Llegamos a un sitio que que nunca había visto. Es como una especie de campo, tiene algunos árboles. Álvaro para la moto, ahora en silencio me doy cuenta de que también se escucha el río. Ah, claro, el río. He venido aquí con Celia, Laura y Paula muchas veces, pero entrabamos por una parte distinta.
-¿Sabes dónde estamos?- pregunta él bajando de la moto.
-Cerca del río, ¿no?- le contesto bajándome yo también.
-Sí, pero seguro que aquí nunca has estado, sígueme. Te va a encantar. Empieza a meterse en el "bosque-campo" y antes de que lo trague la oscuridad de la noche empiezo a seguirle.
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Como enero y diciembre
RomanceClaudia es una adolescente responsable y estudiosa. Sin embargo, Álvaro es completamente todo lo contrario. Mientras que Claudia pasa las noches leyendo, Álvaro se va de fiesta a conocer a gente. Poco a poco, irán cambiando su odio mutuo por un amor...