Capítulo 33: por ti

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Naruto Uzumaki

Aquella noche no pude dormir, no esperaba que metieran a Sasuke en aquella fría prisión, pero supongo que no se fiaban de él, en realidad yo era el único imbécil que me fiaba hasta el punto de tener su katana en mi cuello clavándose y aún decirle que no me iba a matar.

Me levanté temprano porque estaba demasiado angustiado por Sasuke, así que fui hacia la prisión de Konoha para enterarme allí, de que nadie podía entrar a verle. Me enfadé, porque yo le había traído aquí y quería verle, exigía verle. Caminé hasta la oficina del Hogake, actualmente Kakashi porque casi le habían obligado. Entré hasta sin llamar para verle durmiendo tras un montón de papeles e informes. Se sobresaltó por la forma en que abrí la puerta e irrumpí en la oficina.

- Quiero ver a Sasuke – le grité

- Naruto no me armes escándalos a estas horas de la mañana – me dijo.

- Exijo ver a Sasuke, yo lo traje y quiero verle.

- Vale – me dijo algo mosqueado mientras firmaba un papel – toma, enséñalo en la puerta.

Cogí el informe de Kakashi y volví a la prisión. El vigilante de la puerta me miró extrañado, pero no era quien para contradecir una orden del hokage, así que me dejó pasar. Me indicó dónde estaba la celda del Uchiha y caminé solo por aquel oscuro pasillo con una antorcha. No me gustaba nada lo que veía, porque los presos solían estar todos en el suelo tumbados sin moverse y a mí, algo me decía que pasaba algo aquí, algo malo. Apresuré el paso porque tenía miedo de encontrarme igual a Sasuke y cuando llegué a su celda, la verdad es que estaba en el suelo, no se movía y olía mal.

- ¿Sasuke? – le llamé pero no recibí respuesta. Así que abrí la celda aunque un vigilante vino corriendo para decirme que no podía entrar, pero a la distancia que estaba de mí, yo ya estaba dentro arrodillándome ante el cuerpo de mi amigo – Sasuke – le grité para que despertase pero no lo hacía.

Cuando moví mi mano de su cabeza, me di cuenta de que la tenía manchada en sangre. Me asusté, le revisé la cabeza para ver aquella herida mientras uno de los guardias llegaba hasta mí diciéndome que tenía que salir.

- Seréis cabrones, está herido –le grité – tenéis que llevarle a un médico

- Está dormido – dijo uno de ellos.

- Y una mierda, tiene sangre, o lo lleváis al médico o lo llevo yo –le dije empezando a coger el cuerpo de Sasuke en brazos.

- No puedes sacarlo de aquí, el prisionero no puede salir de la celda – me dijo enfadado.

- Me lo voy a llevar, a las buenas o a las malas – le grité enfadado y ambos guardias se asustaron dejándome pasar con Sasuke en brazos.

Le saqué a la calle y frente a la luz, me di cuenta de que le habían hecho algo porque estaba lleno de heridas además de ese horrible olor que desprendía ¿Qué narices le habían hecho allí dentro? Por las calles la gente me miraba y cuchicheaban sobre Sasuke, la gente de la villa le temía, pero a mí me daba igual, escuché decir que debía estar en la cárcel, pero no pensaba dejarle allí, quería llevarle al hospital, necesitaba que le curasen, que me dijeran que estaba vivo.

Llegué al hospital y los enfermeros se paralizaron al verme entrar con Sasuke, creo que aunque grité que me ayudasen, nadie quería ayudar al moreno, le tenían miedo y yo estaba a punto de perder la paciencia con esa maldita indiferencia que todos tenían hacia mi amigo. Me estaba cansando tanta hipocresía, porque él seguía siendo el Sasuke que yo conocía, el que me insultaba y peleaba conmigo, el orgulloso Sasuke Uchiha, el chico más guapo y popular de la villa que tenía que esconderse de todas las chicas de la villa.

Juguete para Uchihas (Naruto, ItaDei, Naru-sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora