Capítulo 35: Primera Misión

3.5K 348 78
                                    

Naruto Uzumaki

Caminamos hasta mi casa y durante todo el trayecto, ninguno de los dos mencionó palabra alguna, aunque yo me moría de ganas de saber sólo una cosa... ¿Qué le había pasado allí dentro para que oliese tan mal? No pude evitar mirar a la gente mirarnos con miedo en los ojos y las madres que apartaban a sus hijos alejándolos todo lo que podían del Uchiha. En aquel momento... me sentí mal de haberle hecho regresar, supongo que él tenía razón, yo era imbécil, me dejé llevar por la promesa de Sakura y le traje conmigo de vuelta esperando tenerlo en mi equipo, pero no imaginé que pasaría esto.

- Sasuke – le llamé cabizbajo - ¿Qué ocurrió allí dentro? –le pregunté pero no respondió - ¿Sasuke? – le pregunté.

- Es una prisión Naruto, como cualquier otra ¿qué querías que pasara?

- No lo sé – le dije - ¿Te han hecho algo?

- ¿Algo como qué? – me preguntó él a mí.

- No lo sé, ¿Qué te hicieron para que apestes como lo haces?

- Qué más da – me dijo – ya estoy fuera, es lo que importa, ¿No?

Me di cuenta de que yo me había detenido, pero Sasuke no lo hizo, pasó por mi lado caminando tranquilamente, con la cabeza tan alta como siempre, con su orgullo por delante y supe, que él no me contaría nada. No sabía lo que le habían hecho, pero supuse que le habrían torturado. ¿Tan poco confianza tenía ya en mí que ni siquiera me pedía ayuda? Bueno... Sasuke nunca me pedía ayuda, se cortaría la lengua antes que pedir ayuda, pero ¿No contarme nada? Se supone que éramos amigos, me contó hasta lo de su hermano antes de marcharse ¿Por qué ahora ya no contaba conmigo para nada?

Sasuke aún recordaba donde vivía y abrió la puerta de mi casa con la llave de emergencia que yo siempre mantenía oculta en lo alto del marco de la puerta ¿Cómo podía recordar todo eso? Abrió él y entró para torcer el labio como solía hacer, provocando ese sonido suyo que parecía un gruñido de desaprobación.

- No está muy ordenado, pero es que no esperaba visita – intenté disculpar el desorden.

- No hace falta que lo jures – me dijo - ¿Dónde puedo ducharme? – me preguntó.

- La última puerta del fondo – le aclaré – las toallas limpias están detrás de la puerta.

- De acuerdo – me dijo y me habría gustado escuchar un "gracias", pero supongo... que él era Sasuke Uchiha, nunca agradecía nada.

Cerró la puerta corredera tras él y miré hacia allí, estaba preocupado por él, quería saber que le ocurría, quería saber qué pensaba en este momento, quería ayudarle de alguna forma pero no sabía qué hacer si él no se dignaba a hablar conmigo. No recordé la poca privacidad de mis puertas hasta que vi la silueta de Sasuke a través del papel de la puerta y es que siempre había vivido solo, mis padres lo colocaron y no lo cambié ¿para qué iba a cambiarlo si vivía solo? Nadie me veía, pero ahora... estaba ahí paralizado como un bobo mirando la silueta de Sasuke quitarse la ropa.

Puede que fuera una tontería, porque sólo veía su sombra, pero aún así, le estaba viendo desnudarse y algo dentro de mí, hizo que me sonrojara un poco y apartase la vista. Decidí pasar por mi habitación y recogerla un poco, porque tendría que dormir o aquí... o en el sofá. Mi casa era realmente pequeña, una habitación, un aseo, la cocina y el salón, para mí sólo, no me hacía falta nada más, no echaba en falta nada. Tampoco es que tuviera comodidades... no sé si el Uchiha acostumbrado a su gran mansión en el clan Uchiha vería confortable ese cuchitril, pero debería adaptarse, yo no era del clan más prestigioso de la villa.

Juguete para Uchihas (Naruto, ItaDei, Naru-sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora