Naruto Uzumaki
Cuando desperté aquella mañana, me alegró ver a Sasuke a mi lado, ya fuera del hospital, durmiendo como un tronco sin necesidad de sedantes ni ningún otro medicamento, aunque Ino me había recordado que debía tomarse la medicación durante unos días aún. Le veía tan destrozado allí tumbado en mi cama y me sentía mal, porque yo le había llevado a esta situación, desde que le traje a la villa, yo fui el culpable de todo su sufrimiento y no podía pensar en otra cosa excepto en eso.
Acaricié su cabello y se giró hacia mí cogiéndome, porque al menos ahora ya podía medio mover los brazos, aunque sus manos aún no se movían con soltura, ni siquiera creí que pudiera pelear, porque no podía hacer sellos, así que provocaba en mí esa sensación como si tuviera que protegerle ahora de todo y de todos. Él siempre había cuidado de mí, estaba dispuesto a morir por mí si fuera necesario y ahora... era mi obligación estar a su lado y ayudarle en todo lo que pudiera.
Le abracé también y lo acerqué un poco más a mí aprovechando para acariciarle. Parecía tan dulce cuando dormía, como si fuera un niño pequeño aunque realmente, cuando abría los ojos me encontraba con ese chico solitario de mirada profunda que sólo pensaba en venganzas, pero yo le enseñaría que no todo eran venganzas, había mucho más, había amor también y yo le quería demasiado. No quería volver a separarme de él nunca más.
Mi gran problema es que tras la guerra, habían vuelto a ofrecerme el puesto de Hokage y sinceramente... era mi sueño ser Hokage pero también lo era ahora vivir con Sasuke y no sabía hasta qué punto la villa perdonaría a mi chico. ¿Tenía que coger el puesto o no? Sé que Danzo estaba siendo perseguido por la justicia, Ibiki y su equipo le pisaban los talones pero... ¿Sasuke soportaría vivir aquí? Seguramente sí, por mí él era capaz de aguantar cualquier cosa, pero yo no quería que aguantase, quería que fuera feliz y ya no estaba tan seguro de que vivir en la Villa fuera a ser la felicidad de Sasuke.
Con la conversación que tuvimos anoche, sé que Sasuke no quería estar en la villa y debía empezar a tomar decisiones, hacerme a la idea de que jamás llegaría a Hokage pero es que después de cómo habían tratado a Sasuke esta villa, tampoco estaba seguro de que yo quisiera ser su Hokage, sólo eran un grupo de personas que habían intentando matar a mi chico, unos egoístas y no merecían mi cargo, sólo me querían porque me había vuelto fuerte y podía defender la villa, pero yo no sería ese chico inocente al que pudieran manipular a su antojo, iba a marcharme con Sasuke y me daba igual si me convertía en un delincuente.
Por lo menos debería esperar unos días hasta que Sasuke pudiera moverse bien para poder irnos de aquí, necesitaba mucho reposo y no podía pedirle ahora a Sasuke de marcharnos, habría que aguantar unos días aquí. Le vi durmiendo y tras acariciar su cabello, su brazo y su espalda, le di un beso en la frente para levantarme de la cama con cuidado y vestirme para ir a comprar algunas cosas que nos hacían falta, principalmente medicinas para Sasuke.
Pasé a por las medicinas al hospital y me encontré con Hinata y con Ino ayudando aún a algunos ninjas que traían del campo de batalla, una batalla que ahora ya estaba en sus últimos momentos, las tropas se retiraban y posiblemente era por el rumor de que Sasuke había muerto gracias a Danzo y ese ataque que le hizo.
Ibiki también estaba allí buscando información sobre Danzo y su paradero, aunque tenía a casi todo su escuadrón buscándole, incluso el padre de Ino estaba en ello, había entrado en la mente de unos cuantos subordinados de Danzo para poder encontrar algo de información sobre todo esto.
- ¿Cómo está Sasuke? – me preguntó Ibiki cuando pasé cerca de él.
- Está durmiendo – le comenté – sólo he venido a por las medicinas para el dolor.
ESTÁS LEYENDO
Juguete para Uchihas (Naruto, ItaDei, Naru-sasu-Naru)
FanficPrimera Parte: Desde que Deidara entró en Akatsuki, sólo ha sido el juguete de toda la organización, torturado y violado por todos, su esperanza acaba en manos de Itachi Uchiha, el culpable de que tuviera ésta vida, el culpable de que sintiera tanto...