Capítulo 5

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-Te quiero, lo sabes ¿verdad?- le había costado tanto decir aquellas simples palabras, esperaba de corazón que después de decirlas la relación, si así podía llamarse a lo que tenían, sufriese un cambio radical, aunque para bien, gran parte del futuro de todo esto, dependía de lo que él respondiese en ese momento.- ¿Beltrán?- le llamó para incitarlo a responder.

- Eh... si, lo sé.- él sabía perfectamente que esa no era la respuesta que Lía esperaba, pero él no podía decir nada más, la quería, eso no podía negarlo, pero a pesar de empezar algo con ella estaba convencido de que jamás podría verla como algo más que una buena amiga, por mucho que eso le doliera a ambos, había esperado que su mate apareciese hace tiempo, ya tenía veinticuatro años y al no hacerlo aún, había perdió toda esperanza y decidió darse una oportunidad con ella.

Los ojos claros de la muchacha se llenaron de lágrimas mientras acercaba su mano para acariciar la mejilla en parte cubierta de barba de medio centímetro que cubría también la parte superior de los labios del joven y su mentón. Intentó contener las lágrimas, cosa que no pasó desapercibida para Beltrán cuando ella fijó su vista en la mirada ambarina del joven.- ¿Quieres que te prepare algo de comer?- preguntó ella de un modo amable, dando por hecho que el tema anterior había quedado olvidado o más bien, como si nunca hubiese dicho nada.

-No, gracias.- dijo él al tiempo que se levantaba del sofá dejándola sola.- me iré a mi casa, ya es tarde y mañana tengo cosas que hacer, buenas noches.- añadió mientras se agachaba para depositar un beso bastante frio en la cabeza rubia de la joven.

-Está bien, nos vemos mañana.- dijo ella intentando contenerse, temía que en cualquier momento su voz se quebrase y terminar rompiendo en llanto. Pero si eso ocurría Beltrán no la vería, se había marchado dejándola sola.

Cerró la puerta y escucho como Lía rompía en sollozos, pero aunque eso le dolía, no haría nada. No podía, con qué cara, si no podía ir y decirle que también la quería, que estaba enamorado de ella porque no era verdad, nada que dijera podía curar la herida que había causado en el corazón de la muchacha, él lo sabía mejor que nadie, su condición de Omega le permitía sentir o al menos percibir todo lo que sentían quienes le rodeaban. Con la necesidad de bloquear las fuertes emociones que sentía en ese momento se dirigió a una taberna modernizada que había en el centro del pueblo, ser miembro de la manada Scorpius tenía algunas ventajas, entre ellas los diversos tipos de diversiones de las que podían disfrutar hasta altas horas de la noche, el espíritu de la manada era rebelde, por lo que el alfa Saúl, hacía todo lo posible para que su gente se sintiese a gusto.

Tras entrar en la taberna tomó asiento en la barra y pidió tequila, el cual tomó de un solo trago, inmediatamente sintió como su garganta quemaba y luego el ardor bajaba a hasta su estómago, entonces levantó la mano e indicó al tabernero que necesitaba otro trago igual. Entonces vio de reojo como se acercaba a él un hombre alto, castaño de unos veinticinco años.-¿Qué pasó amigo?- preguntó este al tiempo que se sentaba junto a él y palmeaba su espalda, antes de pedir un vaso de cerveza al tabernero.

-Nada de qué preocuparse Karl, lo de siempre, Lía.- respondió con desgano antes de volver a tomar de un solo trago el contenido del pequeño vaso que habían depositado recientemente ante él.- No puedo amarla, simplemente no puedo, aunque lo intente.

Karl bebió cerveza antes de responder.- ¿Realmente crees que es correcto?

-¿Hacer qué?- preguntó Beltrán antes de pedir otro trago.

-Jugar con ella como lo haces Beltrán, sabes que ella te quiere, que para ella no es algo pasajero, pero no haces más que ilusionarla a sabiendas de que nunca lograrás quererla como ella a ti.- respondió Karl visiblemente enojado, principalmente porque la muchacha en cuestión era su prima, se habían criado juntos y sentía por ella un cariño similar al de hermanos, tan fuerte como el que sentía por Beltrán, su mejor amigo.

- ¡No quiero jugar con ella!- respondió molesto.- la quiero, sí, claro que la quiero, solo que no del modo que ella me quiere.

-Entonces déjala-replicó Karl.- no insistas en algo que sabes no tiene futuro.

-¿Qué sería peor, dejarla o seguir con ella?- dijo antes de beber otro trago que había dejado frente a él el tabernero.

Karl bebió de su vaso, que más bien parecía una jarra por su tamaño, respiró profundamente y analizó la pregunta que su amigo le había hecho antes de responder.- La verdad es que no sé qué sería peor amigo.- bebió otro trago y añadió.- ¿una mujer enamorada o una mujer despechada?

-¿Un dilema no crees?- dijo Beltrán, realmente no tenía ni la más mínima idea de que ocurriría con esa "relación" que él y Lía llevaban. Tan solo recordar la situación de momentos antes, las ganas de seguir bebiendo volvían, ya había perdido la cuenta de cuanto había bebido, lo único que sabía era que la garganta ya ni siquiera le ardía.- ¡Tráeme la botella de una puta vez, Yusuf!- gritó al tabernero.

-Deja de beber imbécil.- dijo Karl reprendiendo a su amigo, aunque más que como una orden sonó como una broma, ya que a al primero le dio un ataque de risa ver la condición en que se encontraba su amigo.

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Lo último que recordaba de la noche anterior es que había llegado a la taberna y se había encontrado con Karl, fuera de eso, nada. Por lo menos había despertado en su cama y no en la de alguien más, gracias a la diosa que se había encontrado con su amigo, quien seguramente se había encargado de llevarlo a su casa, miró el reloj y ya marcaban las dos de la tarde, lo peor es que le dolía un montón la cabeza, ¿Cuánto había bebido?, ¡oh! Y estaba nuevamente ese sentimiento horrible, la presión en su pecho, la desesperación de no saber qué hacer, lo extraño es que esos sentimientos no le pertenecían a él, sino a alguien que él aun no identificaba, pero había algo que si sabía, existía un vínculo especial entre ellos, aunque aún no se conocieran.

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¡Chan-Chan-Chaaaaaan! Muy bien, ahí dejo ese capítulo, siento haberlos hecho esperar, pero estoy de vacaciones y no me dedico exclusivamente a escribir, aunque trataré de ser más constante. Gracias por leer y por favor ¡dejen sus comentarios!. Besos, bye.

PD: Sé que el capítulo es corto, I'm sorry.



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