Parte sin título 32

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I

–Oye, Manuel –le preguntamos un día–, ¿dónde está tu papá?...

–En Lima...

–Y tú ¿por qué no estás con él?

Enrojeció, inclinó la cabeza morena y echóse a sollozar dolorosamente. Corrimos donde mi madre:

–Mamá, Manuel está llorando...

–¿Por qué?

–Estábamos en el jardín. Jesús le preguntó por su papá y se ha echado a llorar...

Mi madre nos dijo que no debíamos preguntarle nada sino quererlo mucho porque Manuel "era un niño muy desgraciado". Desde entonces cuando alguno de mis hermanos le molestaba, nosotros le decíamos en secreto:

–Oye; no le molestes. Dice mamá que debemos quererlo mucho porque Manuel es un niño "muy desgraciado"...

Y seguíamos haciendo surcos en el jardín.


El Caballero Carmelo y otros cuentos peruanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora