Parte sin título 58

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El palacio del demonioVII

En el fondo de las tinieblas, un mundo de sombras indescriptible. Una sala a media luz. El demonio y su estado mayor. Asientos fantásticos. Dragones, serpientes, búhos, ojos de lobos pendiendo en el aire sombrío. Luzbel ríe estruendosamente. Sus asesores le corean. Luzbel lleva el traje del tercer acto de Mefistófeles. Los otros van disfrazados con trajes modelos de Gavarny, de Poe, de San Juan Apocalíptico, de Lorraine y de Steinlein. Risas infernales. Alboroto. Luzbel serenándose:

–Buena la hemos hecho. Habrá que conseguir que no vuelva... Thelme... "aquel varón justo"... "y el otro, el de la Abadía"... "y el otro, el de Marte"... ¡ja... ja... ja! (Se aplica en la vista un vidrio oscuro que le permite ver todo lo que ocurre en el cielo) ¡Tate!, ¿sabéis quién entra ahora? (observando). Miradle, ¿le conocéis?

Los demonios hacen la misma operación de llevarse el vidrio a los ojos. Exclamaciones. Risas. Amenazas. Ludibrio:

–Éste saldrá. ¡Es nuestro!, salió a las 12. Tenía una cita en las Acacias. Éste nos pertenecía. Era escritor. ¡Nos le han quitado!

Siguen conservando y preparando planes macabros con fruición infantil.


El Caballero Carmelo y otros cuentos peruanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora