"Hola! ¿cómo estas? niña de ojos lindos" fue el mensaje que encontré en mi celular al despertar al día siguiente.
No voy a negar que por un momento si me emocione y sentí bonito...pero después reaccione al acordarme que no tengo novio. Tal vez, algún adolescente enamorado y despistado se equivocó de numero. Me caí de mi nube. Al parecer el mensaje había sido enviado a las 1:23 a.m. Seguramente, estaba en mi quinto sueño para ese entonces. En este momento son las seis de la mañana y estoy por meterme al baño para tomarme una ducha, siendo que a las siete treinta entro a trabajar a la empresa hoy. Liana estaba más que dormida ahorita, y espero que cuando se levante recoja antes de irse a trabajar ya que esa fue la condición para salir hoy por la noche.
En fin me bañe, me hice el cabello como de costumbre. Mi cabello es negro largo y ondulado, y así es como lo dejo para el trabajo, solo lo seco y aplicó crema y me lo llevo suelto. Tome unos jeans azul marino, una blusa blanca y mi saco de vestir negro. Por ahora, aprovechó que solo soy asistente y me voy vestida casualmente porque cuando trabaje acorde con lo que estudie tendré que vestirme formal todos los días. Estaba frente al espejo, aplicando un poco de bb creme sobre mi cara pálida. Mi color de piel era como dicen "amarillo" pero no es literal, porque no tengo color de pollo. Mi piel es morena clara, ni muy morena pero tampoco soy blanca. Después, comencé aplicar un poco de rímel en mis pestañas largas. Claro después de enchinarlas porque podrán estar largas, pero no tienen nada de volumen. Por último, tome mi labial rosa rojo. No era un color muy intenso, pero tampoco bajito, era el tono perfecto. Me mire en el espejo y solo veía una nostalgia reflejada en esos ojos color chocolate que tengo. Todo sacrificio tiene su recompensa al final, me dije a mí misma.
De pronto, otro problema se presentó en mi vida. No sabía si llevarme mis zapatos blancos o mis converse blancos. Ms. Wood no se enoja si no me visto formal, dije. Así que me lleve mis tenis. Llegue a la oficina y Ms. Wood me mando por un café. Cuando regrese vi que no estaba y que había salido a una junta con los demás directores.
"Oh, thanks for the coffee" dijo Mrs. Wood cuando regresó. "You don't know how much I appreciate your work Ms. Contreras. I talked to my boss and recommended you, hopefully that helps you get a job with us when you graduate" me sonrio.
"Thank you so much, ma'am!" Le conteste emocionada y llena de agradecimiento, ya que conseguir trabajo no es nada fácil. "I really appreciate it!".
El día se fue como siempre en acomodar papeles y sacar copias. También en la plática sobre una propuesta para un nuevo disco que se lanzará, el cual la agencia estará promocionando. En el momento que dieron las doce bajamos a la cafetería a comer lonche. Teníamos media hora para eso, y cuando comenzaba a recoger la basura de mi sandwich para regresar arriba otra vez sonó mi celular. Era un número desconocido así que no conteste. Pero marcaron por segunda vez y decidí tomar la llamada.
"Hello" dije. Nadie contestó solo escuche un mmm... "Hola" dije esta vez.
"Hola, mi niña de ojos lindos" dijo una voz de hombre. Mi corazón se detuvo sin razón alguna al escuchar esa voz, esa voz... Era la del loco maniático que se trepó a mi coche. ¿Pero que quería? ¿Otro aventon?
"¿Quien habla?" Dije fingiendo no saber que era el. Bueno sabía que era el pero ahora quería saber su nombre.
"Soy el idiota que quedó de invitarte a salir por el aventon que me diste a mi casa" sonaba muy risueño.
"Ah" dije. "Pero aún sigo sin saber tu nombre".
"Christopher" me dijo. "¿No has investigado quién soy?"
"¿Debí de haberlo hecho?" Le conteste mientras me dirigía al elevador.
"¿No te interesa ni tantito saber?" Me dijo con la misma voz de indignado con la que hablo cuando no lo reconocí. Valla que este chico se preocupaba demasiado porque la gente lo reconociera y supiera quién era.
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Plan De Escape
RomanceYa era momento de comenzar a pensar en un plan de escape..... Mi vida era perfecta, bueno casi perfecta, bueno no era perfecta pero era bastante tranquila. El tiempo se había pasado volando y ya estaba a medio camino de mi carrera, tenía un trabajo...