Capítulo 13

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El domingo salí con mis papas todo el día siendo que los dos estaban libres de obligaciones. Fuimos al mall, a comer y finalmente a ver una obra de teatro. La tarde estuvo tranquila, solo ellos y yo pasando un momento agradable. Para mí mala suerte el fin de semana acabo y tenía que volver a Miami, a mi vida apurada y agitada en Miami, a la presencia de Jos y a la ausencia de Christopher. Nunca pensé decir esto: pero me encantaría volver a Bellingham, al clima templado y fresco, a el lugar donde crecí. Tal vez algún día.

Llego el día de irme y mis papas me acompañaron al aeropuerto, me estaba despidiendo de ellos cuando:

"Hija, tu padre y yo hablamos. Quedamos en que respetaríamos cualquier decisión que tomaras y te apoyaríamos" me dijo mi madre dulcemente. ¡Le contó a mi papa!

"Solo esperamos que tomes la mejor decisión para ti, y que después no te arrepientas. Piensa en las consecuencias siempre, no te dejes llevar por impulsos o ya sabes cómo quien terminaras" me dijo mi padre. Como Rita de seguro.

"Gracias por entenderme, recuerden que no hay nada aún entre nosotros" les dije para que no se estresaran antes de tiempo.

"Te queremos hija," me dijo mi papa. "Recuerdo cuando eras pequeña y jugaba contigo al príncipe que rescataba a la princesa. Recuerdo a tu mamá siempre darle el papel de la bruja fea y malvada" se agarro riendo.

"Como pasa el tiempo"dijo mi madre.

Nos despedimos y cuando estaba a unos cuantos pies de ellos me voltee y les dije "los amo, los veré pronto".

Ya en el avión vi a Liana después de no verla más que una vez en todo el fin de semana. Nos vimos en el parque en el que jugamos de pequeñas, y recordamos viejos tiempos.

"Te das cuenta como de rápido suceden las cosas, ya ha pasado un poco más de dos meses desde que se fueron" me dijo Liana.

"Lo sé. Ahora tengo miedo a que regresen" le dije confundida.

"Yo ya quiero que vuelvan" me dijo distraída mientras miraba afuera de la ventana. "Espera, ¿miedo?"

"Si miedo. Tengo miedo a darme cuenta de cuanto lo necesito y cuanta falta me hace. Miedo a darme cuenta que tal vez me estoy acostumbrando mucho a él. Miedo a que no me busque. Miedo a lo que pueda pasar después" le dije mientras daba un suspiro profundo.

"Te va a buscar, créeme" me dijo muy segura.

"¿Cómo lo sabes?" Le dije.

"Erick me dijo" fue todo lo que me contesto.

Decidí dormirme.

Cuando desperté el avión ya estaba aterrizando en Miami. Cuando salí del avión sentí la brisa cálida sobre mi. Ya estaba de vuelta, y en menos de un día todo estaba de vuelta a la normalidad. La universidad, el trabajo y todo lo demás volvió a su rutina de diario. Un jueves Jos se me acercó en la cafetería y me dijo que ocupaba hablar conmigo, yo acepté y lo seguí afuera.

"¿Qué pasa?" Le dije un poco desconcertada.

"Necesito que me escuches hasta la última palabra de lo que te quiero decir. No te vallas y no me interrumpas. Solo escucha. Después sabrás tú que hacer" me dijo mirándome a los ojos.

"Te escucho" le prometí. Después preferí no haberlo hecho.

"Ya es mucho tiempo desde que él se fue y realmente no sabes si ya volvió y no te a buscado. Ya deje pasar mucho tiempo pero cada vez me es más imposible negar lo que siento. Vas a decir que soy un necio y que ya te harte pero no me importa. Te lo voy a decir tal y como es. Me gustas, y ya no puedo estar siendo solo tu amigo, y le he dado miles de vueltas al asunto. Siendo que tú no andas con él y me aseguras que no sientes nada por el, yo voy a luchar por ti, voy a intentar ganarme la llave de tu corazón, te voy a conquistar" me dijo con tal fuerza que me dejo sin habla.

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