Capítulo 44

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CHRISTOPHER

No estoy muy seguro que fue lo que me despertó... El dolor o el frío. Cuando abrí mis ojos con mucho esfuerzo, note que era de noche. Sentía como si algo hubiese perforado mi cabeza, como si me la hubiera partido en dos, como si en estos mismos instantes la estuvieran jalando para separarla. Me toque y sentí mi mano babosa por la sangre que se estaba secando en mi cabeza, al menos ya estaba seguro que seguía en una sola pieza. Intenté enderezarme siendo que estaba recostado en el volante y mi brazo izquierdo me dolió horrible. Creo que se me había quebrado, la parte del hombro al brazo no la podía mover. Eso era lo que más dolía, los pies los sentía dormidos y mi estómago no se diga. Pareciera que todo estaba revuelto dentro de mi. Al despertar completamente y volver a la realidad, mi instinto fue voltear hacia atrás.

"¿Regina?" Dije pero no veía muy bien siendo que era de noche y aquí no había luz alguna.

La única luz era la de las estrellas y una luna menguante.

Nadie contestó, no me contesto.

"¿Regina, estas bien? ¿Cuánto llevamos aquí?" Seguía sin contestarme.

Me alarmé totalmente. Intenté moverme rápido pero no podía, mi cuerpo no me dejaba, resulte más lastimado de lo que pensé que llegaría a estar. Como pude me pase a la parte de atrás, pero solo logre encajarme más vidrios. Al llegar a la parte de atrás donde se suponía que estaría Regina, me di cuenta que no había nadie. Yo era el único en el auto.

Tranquilízate Christopher, me dije a mí mismo. Tal vez salió a pedir ayuda, o algo así. Tal vez logró escapar y seguir... Si tal vez eso es.

¿Pero si no es así?

¿Dónde demonios está?

Salí del auto y me fue fácil siendo que la puerta estaba abierta.

Lo único que se escuchaba era el sonido de los grillos, y las ramas y pasto seco que se rompían con cada paso que daba. Era casi imposible ver, intente sacar mi celular y cuando lo saque de mi bolsillo estaba estrellado de la pantalla pero logró prender. Pero no logro encontrar señal, así que solo me sirvió de linterna.

"¡Regina!" Comencé a gritar. No me importaba nada más que encontrarla, verla, sentirla, abrazarla, saber que estaba bien. "¡Regina!"

Tenía miedo a no encontrarla, a que hubiera salido del coche volando, o cualquier otra cosa.

"¡Regina! ¿Dónde estás? ¡Regina!" Seguía gritando.

No sé cuánto camine, ni cuánto tiempo pasó, sentía mi garganta seca.

Lo que sí note fue que desde aquí era más fácil subir a la carretera de nuevo. De seguro estuve caminando demasiado en subida y logre acercarme a la carretera de nuevo. Incluso pensé que Regina pudo haber tomado este camino también. Incluso, desde aquí ya tenía señal. Me colapse en el piso por lo cansado que estaba, y llame a Jos. Tardó un poco en entrar la llamada pero finalmente me contesto b

"Hasta que te pones en contacto, ¿qué pasó? ¿Dónde están?" Preguntó Jos en cuanto contesto.

"No lo sé, pero ahorita te mando la localización por texto en cuanto sepa" le dije. "Tuvimos un contratiempo, los frenos de nuestro coche fallaron y caímos a un precipicio y apenas desperté. ¿Sabes algo de Regina? ¿Qué hizo, ya está con ustedes?"

"¿De qué hablas idiota? ¿Cómo que si sabemos algo de Regina? ¡Se supone que está contigo!" Me grito Jos bastante enojado.

"¿No se ha...puesto en contacto con ustedes...llamado...algo...?" Pregunte preocupado.

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