Plan De Escape

Capítulo 26

Ir camino con tu ex novio rumbo a Hobbs New México porque no sabes quién los esta buscando, no es exactamente lo mejor del mundo. Christopher no a querido decirme nada, por más que le insisto no lo hace, solo me sigue diciendo que confíe en el. Esto causó que discutiéramos, y a sí a sido mayor parte de nuestro camino. O bien íbamos los dos callados, ni siquiera con música, o bien íbamos peleando. Al parecer eran como las tres de la mañana, y no habíamos parado a descansar a ningún lado, Christopher estaba tomando café de su taza llena.

"Déjame manejar" le dije. No había querido descansar para nada, solo llegaba rápido a las tiendas para comprar café y algo de comer. Había manejado ayer toda la tarde y toda la noche.

"No, yo puedo hacerlo" me dijo mientras le tomaba a su café otra vez.

"No seas machista por Dios" le dije. "¡Mira cómo estás! No has descansado nada, te ves fatal y necesitas dormir un poco. No va a pasar nada si manejo yo, ¡si sé cómo y lo sabes, manejo muy bien!" 

"¡No es machismo! ¡Y estoy perfectamente bien!" Me grito enojado golpeando el volante. "¡Ya basta Regina, lo único que has echo todo el maldito camino es reprocharme, quejarte y discutir conmigo! Deberías estar agradecida, porque estoy haciendo ¡todo esto por ti!" 

Fue como la explosión de una bomba atómica. En el camino habíamos discutido pero él había sido paciente y cuando lo enfadaba solo me ignoraba. Pero en este caso, si llegue a su límite y me pase. Yo solo le dije que me dejara manejar porque en el estado que iba fácilmente podríamos chocar. Pero al parecer el joven se ofendió y me grito enfurecido con todas las fuerzas que tuvo. En todo el tiempo que estuve de novia con el, lo más cerca que llegue a verlo enojado fue cuando Joel, Erick y Zabdiel le  arruinaron una sorpresa que me tenía. Honestamente, eso no fue nada comparado con su arranque de ahorita. Yo no le conteste nada, mejor me quede callada para no complicar más las cosas. Perdí el paso del tiempo, no sé cuántos minutos pasaron cuando el suspiro y volvió hablar. Ya que se había enfriado un poco.

"Lo siento, me exalte un poco" me dijo. Yo solo volteaba hacia afuera y veía el paisaje seco de Texas. "Estoy pensando hasta ahora que debimos de habernos traído tu coche. El mío es muy reconocible y es mejor que cambiemos ya".

"¿Y qué siguieres, que nos regresemos y tomemos el mío?" Le dije volviéndolo a ver. El solo movió la cabeza de un lado a otro y sonrío.

"No, pensaba rentar uno" me dijo. "Si aún quieres manejar, te dejo hacerlo cuando lo tomemos. Ya que sea un coche diferente, así estaré más tranquilo".

"¿Qué no quieres que vaya a chocar tu lindo choche?" Le dije sarcásticamente.

"No, no es eso. Pero ya será más seguro si manejas en uno diferente" me dijo.

"Está bien" le dije resignada.

Él estuvo manejando otro rato, y después llegamos a un sitio para rentar coches. Quedaron de regresar el coche de Christopher de vuelta a Miami. Tomamos nuestras maletas que teníamos en la cajuela del coche y las cambiamos a un SUV plateado. Según Christopher era mejor un coche de este tipo porque así se perdía más entre la sociedad siendo que había muchos coches de ese tipo. Y también porque habría más espacio para dormir. Cuando el señor le dio las llaves de nuestro nuevo coche, el me las entregó a mi.

"Dejemos manejar a la dama" me dijo Christopher cuando me dio las llaves.

"Por fin" le dije. Nos subimos al coche y volvimos a la autopista.

Christopher cayó rendidamente dormido en los asientos de atrás. Me dio la dirección de la cabaña y la puse en mi GPS. El, al contrario de mi, confió ciegamente en mi. Bien pude haberme ido de regreso a Miami, o me pude haber escapado. Pero él me dio la confianza suficiente, y aunque el me decepciono a mí una vez, yo no podía traicionar su confianza. El roncaba un poco, y dormía con la boca abierta. Era un poco tierno.