Capítulo 28

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CHRISTOPHER

No sabía qué hacer, que decirle o como demostrarle lo mucho que la quiero. Lamentablemente, yo la metí en esto, yo la deje y si ella ya no quiere nada conmigo...podré entenderlo. Tenía que protegerla a como diera lugar, al precio que fuera, no me importaba nada más que ella estuviese a salvo. Mañana volveríamos a la carretera y nos iremos a California, después...después no lo sé.

"No es en mal plan bro," dijo Zabdiel. "Pero deberías hacerle caso a Regina y hablar con las autoridades".

"Podrán huir todo lo que quieran, pero no pueden estar así toda la vida" me dijo Erick. "No pueden vivir el resto de sus vidas bajo la sombra".

"Ya lo sé" les dije resignado. Mi brillante novia...mejor dicho ex novia, tenía razón. No por nada me enamore de ella, siempre está preparada para todo, o casi todo.

Estábamos los tres platicando adentro de la cabaña, y yo solo veía hacia afuera de la ventana. Podía ver a Regina y Liana columpiándose en el columpio de madera en la terraza. Después, Erick salió con Liana para caminar un poco. Me daba tanto gusto saber que Erick por fin había encontrada a la chica ideal para el, alguien que lo comprendiera y lo acompañara en sus más grandes locuras. Y me dolía saber que por mi culpa ahora los dos estaban en peligro también, todos a mi alrededor...especialmente Regina.

De pronto, se escuchó un disparo.

Me congele, después vi por la ventana a Erick caer. Estaba corriendo hacia la puerta cuando me hablo Zabdiel.

"¡Ven, corre!" Me grito desde el comedor. "¡Toma una rápido, vamos". Tenía unas armas en un maletín negro, y sin pensarlo dos veces tome una y salí corriendo.

"¡Erick! ¡Regina!" Gritaba Liana.

Cuando me acerque más pude notar que Regina estaba tirada en frente de Liana y de Erick...una bala le había pegado y se estaba desangrando. Gracias a Dios, Erick estaba consiente y no estaba perdiendo mucha sangre...pero no podía decir lo mismo de Regina. Rápido, me tire al suelo de rodillas y puse su cabeza en mis piernas.

"Mi vida por favor no me dejes" le supliqué. "No te vayas, se fuerte, respira, se fuerte".

Sus ojos comenzaban a cerrarse, como un tierno bebe quedándose dormido. De pronto, movió su mano ensangrentada, que estaba sobre su herida, y tomo la mía. Intentó hablar, pero le faltaba el aire, no podía.

"No hables vida mía" le dije y note que había lágrimas en mis ojos. "Todo va a estar bien, tranquila".

"Vámonos de aquí ya" dijo Zabdiel. "Christopher vámonos".

Comencé a pararme, "ayúdame" le dije.

Entonces escuche una risa, y voltee hacia los arbustos.

"No puede ser..." Dije en voz baja.

"¿Qué pasa?" Me dijo Zabdiel volteando a ver dónde mis ojos indicaban.

Ella se dio cuenta que la vimos, y comenzó a correr.

"¿Era Berenice?" Dijo Zabdiel.

"Maldita, me las va a pagar" intente correr pero no llegue muy lejos.

"¡Christopher a donde vas! ¡Regina te necesita!" Me grito Liana.

Las ganas de correr y alcanzar a esa cualquiera eran muy fuertes. Me hervía la sangre solo de pensar que fue ella quien les disparo a Regina y a Erick. Pero mi amor por Regina sobrepasaba todo, y yo tenía que estar a su lado ahora. Tenía que asegurarme que estuviese a salvo y que estuviese bien. Me regrese y todos entramos a la cabaña. Corrí por un botiquín de primeros auxilios. Saque algunas gasas y vendas y se las puse a Regina, mientras Liana hacía lo mismo con Erick.

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