Estaba acostada en mi cama, sin ganas de levantarme, sin fuerza alguna para seguir adelante. Jamás pensé llegar a este punto, jamás pensé perderme así en el vacío, jamás pensé que su ausencia dolería tanto. Hoy me tome el día y decidí no ir a trabajar, dije que estaba enferma. Pero solo sería hoy, tenía un trabajo, una carrera que terminar en algunos meses, unos padres por quien ver, mi mejor amiga, y una vida entera que me decía sigue adelante. Viví sin él antes, y viviré sin el ahora. Debo dejar todo esto ir, olvidarlo y aceptarlo como una buena lección. Las manecillas del reloj siguen avanzando, los minutos pasan y las horas corren, y de ese modo también pasará mi vida. No me quedaré estancada aquí, seguiré mi camino como lo hacía antes de conocerlo. Todo volverá a ser normal.
"¡Te traje galletas de chocolate!" Entro Liana al cuarto.
"Liana, te debiste de haber ido a trabajar" le dije. "No era necesario que te quedaras a cuidarme".
"Tú has estado para mí siempre, me toca hacer algo por ti. No te iba a dejar sola así" me dijo sería.
"No pensaba suicidarme si esa es tu preocupación" le dije riendo sarcásticamente. Mi risa no tenía vida. "No vale la pena".
"Regina, ya no sigas intentando hacerte la fuerte. Conmigo no te funciona" me dijo y se sentó en su cama.
"Estoy bien, de verdad" le mentí. "Solo necesitaba un día para pensar, para asimilar las cosas, para relajarme....un día para mí simplemente".
"¿A sí? Entonces vamos al spa" me dijo.
"No tengo ganas de salir" le dije rápido. "Un buen libro es todo lo que ocupó...y mi jugo verde".
"Regina..." Comenzó Liana.
"Por favor Liana. No quiero hablar de él, de lo que pasó, de nada. ¡Nada! Nada que tenga que ver con el. No quiero oír su nombre, solo jugó conmigo. Solo fui su títere de entretenimiento. Ya déjalo ir, esto no fue un cuento de hadas. Fue la vida real" le dije y pare porque comencé a alterarme. Respiré profundo.
"Lo siento" se disculpó Liana. "Pero debe de haber..."
"No hay nada que se pueda hacer. El me lo dejó muy claro...nuestra relación no funcionará. Somos muy diferentes" dije recordando las palabras de Christopher.
Timbro el celular de Liana. Era Erick de seguro. No contesto.
"¿Por qué no contestas?" Le dije.
"Él puede esperar, tú no" me dijo. "No quiero que recaigas, no quiero que te vuelvas a encerrar, a esclavizarte con tu propia soledad".
"No va a pasar" fue todo lo que le dije. "Mejor contéstale a Erick, yo quiero estar sola".
Parecía como si ella me iba a decir algo más, pero prefirió callar y salirse del cuarto.
Por más que me enojara admitir la razón, Liana estaba en lo correcto. Estaba tratando muy duro para ser fuerte, para no mostrar debilidad ante nadie. No le daría el gusto a Christopher de que me haya derrocado, no se lo voy a dar. Tontamente, me enamore de él sabiendo la verdad desde el principio. Sabiendo desde el comienzo que yo sólo era un objeto para el, algo que el fácilmente desecharía en cualquier momento, cuando ya no me necesitará. Pero aún así fui una idiota que cayó en sus garras. Fui una ingenua al pensar que esto era amor, que el sentía amor por mi. Todo fue un juego, pero todo parecía tan real. Cada palabra, cada beso, yo pude haber apostado que todo era real. Que todo era cierto, que él era sincero. Tal vez lo fue, algunas partes. Pero posiblemente el se aburrió de mi, y su amor acabo, llego a su fin. El timbre de mi celular me distrajo de mi lectura.
A TRES DÍAS DE ANUNCIAR SU RELACIÓN, TERMINAN SU NOVIAZGO.
El joven Christopher Vélez comentó a la revista....
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Plan De Escape
RomanceYa era momento de comenzar a pensar en un plan de escape..... Mi vida era perfecta, bueno casi perfecta, bueno no era perfecta pero era bastante tranquila. El tiempo se había pasado volando y ya estaba a medio camino de mi carrera, tenía un trabajo...