Comenzó a hacer aire. Frío. Volaba el viento por nuestro cuerpo, entre nuestro cabello, dentro de nuestros oídos. Ya no sabía si aún sentía mis pies o no, ahora que ya no estábamos caminando mi cuerpo se enfriaba de manera cruel. De igual manera pasaba con el cuerpo de Christopher y eso me tenía aterrada. Después aún más aterrada me volví cuando se escuchó una camioneta que pasó y paro. Se escucho una puerta.
Había dos opciones simples. Esto era nuestra salvación...o nuestra perdición.
Todos dejamos de respirar por un par de segundos. El aire se volvió pesado. Se escuchaban pasos, cada vez más cercas, después la luz de una linterna. Finalmente, esa linterna apuntó a nosotros.
"Los encontré" dijo Iván.
Fue un alivio escucharlo, una voz familiar y conocida; no un maniático con ganas de matarnos.
"Ya era hora" dijo Jos. "Necesitamos ayuda urgente".
"Ya veo" dijo Iván un poco desconcertado al ver a Christopher. "Joel, tu vas a manejar mientras yo intento hacer algo por Christopher".
"¿Eres médico?" Le pregunte.
"No...pero si paramédico" me contesto. "Normalmente yo trabajo para el área de emergencias médicas del FBI, no de agente".
"Puedes contarnos la historia otro día" dijo Erick. "Ahora tenemos que llegar al hospital más cercas".
Iván, Joel y Zabdiel nos ayudaron a subir. Traían una van negra y ahí nos subimos todos. Solo había dos asientos, el del conductor y el del copiloto. Lo demás atrás eran algunas computadoras, armas y espacio vacío para nosotros.
Nadie uso el asiento del copiloto, básicamente Joel iba solo adelante. El resto nos vinimos atrás para ver qué pasaba con Christopher.
"Esto no se ve nada bien" dijo Iván al quitarle la camisa de la cabeza a Christopher. "Zabdiel pásame las gasas y vendas por favor".
"¿Hacia dónde me dirijo?" Preguntó Joel.
"Un hospital, ¿qué no es obvio?" Le contesto Liana.
Joel solo se voltio y comenzó a manejar.
Me consumía la angustia, la agonía, la preocupación, la desesperación, la duda, el miedo, el terror...¡TODO!
"¿Qué tan mal esta?" Le pregunte a Iván.
El solo me volteo a ver y me dio media sonrisa de lado. El tipo de sonrisa que te compadece en tu dolor. No me dijo nada. Siguió en lo suyo. Después que terminó con Christopher me ayudo con mi pequeña herida. Pero no era nada con lo que le había pasado a Christopher.
El tenía una herida enorme en la cabeza, como un hueco en ella que no paraba de tirar sangre. No podía evitar recordar a Adrián.
Finalmente, llegamos a un hospital. ¿En dónde estábamos? No tengo idea. Iván se bajó corriendo y le dijo algo a la enfermera en la recepción que no alcance a escuchar porque venía atrás de Zabdiel y Erick, quienes venir cargando a Christopher. De enseguida, llegaron algunos enfermeros con una camilla y se llevaron a Christopher. A nosotros nos dejaron en la sala de esperas.
Nos dejaron esperando por horas. Literalmente. Por lo menos tres horas si pasaron. Sentía que en cualquier momento me iba a quedar calva de la desesperación. El resto trataba de tranquilizarme pero no podía, había algo en mí que no me dejaba.
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Plan De Escape
RomanceYa era momento de comenzar a pensar en un plan de escape..... Mi vida era perfecta, bueno casi perfecta, bueno no era perfecta pero era bastante tranquila. El tiempo se había pasado volando y ya estaba a medio camino de mi carrera, tenía un trabajo...