CAPÍTULO 1: Sólo somos amigos.

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"¿NOVIOS? ¡Nooo, sólo somos amigos!" Eso es lo que solíamos decir siempre que alguien nos preguntaba si éramos novios. La verdad es que nunca se me pasó por la mente que en algún momento podría llegar a tener una relación "amorosa" con mi mejor amigo de la infancia, Germán. Lo conozco hace muchos años y siento que es una especie de hermano para mi, aunque sólo nos llevamos 3 años.

Con Germán pasamos la mayoría del tiempo juntos, actuamos como novios, pero sólo somos amigos, o al menos lo éramos hasta hace un tiempo atrás...

El día de mi cumpleaños, Ger –así solía llamarlo- vino a casa una hora antes de que llegaran el resto de los invitados. Estábamos solos, ya que mamá y papá se había ido a comprar las bebidas para mi fiesta. Como de costumbre nos tiramos en la cama y encendimos la televisión, hablamos un rato sobre tonterías, lo mismo de siempre, nada nuevo, pero la conversación tomó un giro inesperado y comencé a ponerme incómoda.

-Lud ¿todavía sos virgen, no? - me preguntó así como si nada, como si me estuviera preguntando cuál es el precio actual del kilo de pan.

-Sí ¿Por qué? – respondí confundida.

-Por nada...curiosidad.

-Dale tonto, te conozco, no es solo por curiosidad. Si lo preguntaste es por algo. Igual no me siento tan mal, porque estamos en igualdad de condiciones. Seremos vírgenes eternos... - dije a modo chiste.

-No, yo no. Estuve con varias chicas ya.

Salté de la cama y lo miré fijamente.

-¡¿QUÉ?! ¿Por qué nunca me lo contaste? - le pregunté un poco decepcionada.

-No encontraba el momento.

-Es una excusa muy mala ¿Qué momento es el especial para contarle a tu mejor amiga que te acostaste con alguien? Ninguno. Simplemente es cuestión de agarrar el celular y mandarme un mensaje que diga "che, cogí".- en este momento mi tono de voz ya comenzaba a cambiar. Sentía una mezcla de decepción y enojo.

-No te pongas así, tarada. Es la verdad. Sos una chica y a veces me cuesta expresarme con vos o contarte ciertas cosas.

-Sabés cómo soy, no puedo evitarlo. Pero no entiendo a qué viene todo esto, por qué me preguntaste de la nada si todavía soy virgen.

-Por nada, por si tenés ganas de hacerlo.

-No sé si tengo ganas. Igualmente no tendría con quién, si no me da bola nadie...

-¿Y yo qué soy? – preguntó descaradamente.

-¡GERMÁN!- grité enojada y procedí a golpearlo fuertemente con un almohadón en la nariz.

-¿Qué? ¿Dije algo malo?

-No deberías decir esas cosas - dije avergonzada y miré hacia otro lado.

-Ay Lud, somos grandes ya. No pasa nada...igual era chiste.

-Bueno, mejor así... ¿Qué hora es?- pregunto nerviosa intentando evadir toda la situación, mientras miro el móvil.

-Las ocho y media.

-Ay Dios, ¡en media hora vienen todos!

-Tranquila, hay tiempo. Andá a bañarte que yo voy acomodando la mesa con la comida y eso...

-¿De verdad? Por algo sos mi mejor amigo ¡Gracias! -Le doy un beso en la frente y salgo corriendo.

Una vez en la ducha me pongo a pensar en la pregunta que me había hecho. ¿Qué estaba insinuando con eso? No entiendo a los hombres a veces. Debe ser porque no tengo experiencia con ellos, soy muy tímida y con el único chico que puedo hablar durante horas es con Germán, sólo con él. Cuando estoy agarrando el shampoo para lavarme el pelo, escucho que golpean la puerta del baño.

Mi primera vez con élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora