Esta mañana desperté de la manera más bonita de todas. Desperté con un beso en la frente y un "buenos días, Princesa", ¡fue hermoso!.
-Te habría despertado con un super desayuno y velitas aromáticas por todos lados, pero si voy a la cocina y me ven tus viejos, me matan. -dijo sonriendo.
-¿En serio habrías hecho eso? - pregunté sorprendida.
-Sacando lo de las velas aromáticas, sí. Aunque no lo crea usted, señorita Ludmila, soy muy buen chef. - dijo bromeando.
-¿Sí? Deberías demostrarme eso, no puedo corroborarlo. Las palabras van y vienen, señor chef.
-¡Señor chef suena horrible! - dijo mientras se levantaba de la cama y buscaba su camisa por toda la habitación. - ¿Sabías que roncás? -preguntó.
-¡¿YO RONCO?!, ¡ESO ES MENTIRA! - grité y le tiré un almohadón en la espalda.
-Eu, estamos bien, no me pelees porque se arma la tercer guerra mundial. Che, ¿no viste mi camisa?
-Nop, debe estaba por ahí tirada - dije mientras me ponía de pie y lo ayudaba a buscar su ropa. -Mejor quedate así, sin nada - lo abracé por la espalda.
-¿Segura que querés que me quede así? - preguntó mientras tomaba mis manos.
-Quiero que te quedes así.
-Al menos dame un beso para convencerme.
-No, no te voy a dar un beso porque no me lavé los dientes.
-No seas tonta, a mi me gustan tus besos con mal aliento - respondió riendo.
-Yo no dije que tenía mal aliento - puse mi mano en mi boca para saber si olía mal -Podría estar peor, no te quejes.
-No tenés mal aliento, solo estoy jodiendo ¡ajajaja!
-¡Sshh! Se despertaron mis viejos.
-La puta madre, ¿y ahora cómo mierda salgo de acá sin que se den cuenta? - preguntó preocupado.
-Se llegan a enterar de que dormimos juntos, y me matan, te juro que me matan.
-Creo que a mi me van a matar primero - dijo sonriendo.
Estuvimos unos minutos acostados esperando a que mis viejos se fueran a trabajar.
-¿Ludmi?
Ay Dios, era mamá.
-¿Sí? - pregunté desesperada y al borde de un ataque de pánico.
-Hay agua caliente en la pava por si querés un té, o algo. Tenés tostadas en la alacena y compré mermelada de frutilla, esa que te gusta a vos.
-¡Gracias ma! -grité.
-¿No me vas a saludar como todas las mañanas?
Desde que murió Toby, ni papá, ni mamá se van de la casa sin antes darme un beso en la frente. Si estamos peleados, tampoco salen sin antes pedir disculpas. Dicen que nunca hay que irse enojados de la casa porque no se sabe lo que pueda pasar en el camino. Lo de Toby nos dejó una gran lección.
-Ya voy, mami - respondí.
Bajé de la cama,le dije a Germán que se escondiera por las dudas , y abrí la puerta.
Abracé a mamá y ella me dio su besito en la frente.-¿Y papá? - pregunté.
-Tu padre está en el patio como loco, dice que alguien forzó la puerta y que ingresó por la madrugada.
Maldecí a Germán en mi interior.
-Mandale un besito de mi parte a papi.
-Andá a dárselo vos, y desayuná, ok?
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Mi primera vez con él
RomanceÉsta es la historia de Ludmila, la adolescente que por unos cuantos minutos de placer , tuvo que crecer de la noche a la mañana. Tenía poco más de 17 años cuando perdió la virginidad con su mejor amigo ; luego de ese momento, todo comenzó a cambiar...