Capítulo 20 : "¿Dijo Agustina?"

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Me desperté a las 6 am,cuando el despertador de mi celular sonó.

Germán seguía durmiendo como un tronco y roncaba a más no poder. Por Dios, solo faltaba que babeara...igual, sigue siendo hermoso. Es como un bebé que roca. Raro, pero adorable.

Tomé el teléfono y llamé a mi tía:

-¿Hola?

-Hola Sandra,soy Lud.

-Hola hermosa, ¿qué pasó?

-¿Estás viniendo, o a qué hora venís? - pregunté mordiéndome las uñas.

-En unos minutos salgo, mi negra. Se me complicaron las cosas.

-¿Qué pasó?

-Nada, es tu prima que salió ayer por la noche y todavía no volvió casa. Estoy preocupada.

-¿Fue a una fiesta?

-Sí, eso fue lo que me dijo - respiró profundo.

-Entonces tranquila, las fiestas terminan a esa hora más o menos. Yo he estado en varias hasta las siete, u ocho de la mañana.

-Estamos en Argentina, mi negra, sabés cómo son las cosas.

-No pienses lo peor, va a volver, tranquila - dije tratando de no preocuparla.

-Eso espero. ¿Vos ya estás lista? - cambió de tema.

-Por desayunar, recién me despierto -respondí.

-En una hora estoy ahí.

-Siete en punto te quiero acá,ni un minuto más, ni uno menos - dije bromeando.

-Allí estaré, señorita - contestó, y colgó.

Subí las escaleras, entré la baño, me vi en el espejo y pensé : "Qué hija de puta, mirá lo que son esas ojeras, por Dios. Naaah, encima me salió un grano..."

Abrí la canilla de la ducha, y... ¡SORPRESA! , no hay agua.

-Una, Barba, ¡tirame una buena, por favor! - grité mirando el techo.

-¿Ya estás protestando? -dijo Ger del otro lado de la puerta.

-No hay agua. - respondí cortante.

-Eso es por no bañarte conmigo, te dije que hay que ahorrar agua para no tener problemas - dijo, y pude notar cómo sonreía -abrime la puerta, dale.

-¿Para qué querés entrar al baño si no hay agua y no podés hacer nada?

Se quedó en silencio.

-Buen punto - añadió luego de unos segundos - te espero abajo.

-Andá, pesado - respondí bromeando.

-¿Cómo me dijiste? - preguntó.

-Nada, andá, andá...

-Maricona.

-¡¿MARICONA YO?! - grité.

-Sí, vos. Si tenés ovarios, repetilo.

Abrí la puerta, puse mi cara a dos centímetros de la suya, y dije : "Pe-sa-do".
No me dio tiempo de terminar la última sílaba...me dio un beso que me partió la boca en treinta pedazos. Me acorraló contra la pared poniendo sus brazos a ambos lados de mi, y me besó como si quisiera tragarse hasta mi nariz.

Cuando terminó de besarme,dijo : "Para esto quería que me abrieras la puerta" , y guiñó un ojo.

Es que ese chico está loco, y creo que eso es lo que me encanta de él. Sus ocurrencias son únicas. Es un "loco lindo",como diría mi abuela.

Mi primera vez con élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora