Me desperté a eso de las diez de la noche, estaba muriendo de hambre. Fui a la cocina en busca de algo para comer que callara el ruido de mi estómago, y como era de esperarse, no había nada.-¡¿Por qué nunca hay nada en esta casa?! - grité furiosa.
Abrí la alacena y saqué un paquete de arroz, no me quedaba otra opción.
Busqué una salsa hecha por toda la maldita cocina, y tampoco había.-Arroz blanco será - dije para mis adentros.
Revisé la heladera para ver si había algo de tomar, y solo encontré un paquete de cervezas.
-Papá no se va a dar cuenta - pensé.
Tomé una, y me puse a beberla mientras esperaba a que se hiciera mi arroz.
Encendí la televisión y me puse a ver uno de esos programas aburridos que dan por la noche. No tenía nada de interesante, pero podía soportarlo.
Luego de unos minutos, al fin estaba mi arroz. Me serví un poco en un platito, fui a la mesa y me puse a comer.
El teléfono interrumpió mi cena.
-¿Sí?
-Lud, soy Sandra.
-Hola tía, ¿cómo estás?
-Mal, mi negra... Estuve tratando de comunicarme con vos todo el día, ¿se puede saber en dónde estabas metida?
-Estaba...
-No importa, escuchame -dijo interrumpiéndome - tus viejos, Lud - hizo una pausa.
-¡¿MIS VIEJOS QUÉ?! - pregunté desesperada.
-Tuvieron un accidente.
No sabía qué responder, estaba temblando y tuve que sentarme en el sofá para no caerme.
-Tía, quiero la verdad, ¿qué pasó?
-Fue en la ruta, un choque en cadena. Un camión quiso pasarlos para adelantarse, no llegó y se chocó con un auto que venía en dirección contraria. Por el impacto volcó y tus papis venían detrás del camión.
-¿Cómo están ellos? - pregunté llorando y con un hilo de voz.
-Tu mamá está bien, solo tiene un par de fracturas, pero va a recuperarse. Tu papá está jodido, está inconsciente todavía.
-Ay, por Dios. ¿Dónde están?
-En la clínica, pero están fuera de la ciudad.
-¿Fuera, y por qué no acá?
-Porque en nuestra ciudad no tienen los elementos necesarios para el tratamiento de tu papá.
-¿Sólo está inconsciente, o le pasó algo más?
-¿Querés que vaya a tu casa y lo charlamos bien?
-¡Quiero saberlo ahora! - grité nerviosa.
-Sé que tenés derecho a saberlo, pero no creo que por teléfono...
-¡HABLÁ! - dije interrumpiéndola.
Se hizo un silencio de los dos lados de la línea, hasta que finalmente dijo todo...
-El impacto fue en la parte delantera del auto, las dos piernas de tu papá quedaron incrustadas entre unas chapas del auto. Supongo que así se llaman, no sé mucho de eso. Lo que puedo decirte es que cuando intentaban sacarlo del auto se dieron cuenta de la gravedad de la situación, estaba perdiendo mucha sangre, sus piernas quedaron destrozadas, y...
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Mi primera vez con él
RomanceÉsta es la historia de Ludmila, la adolescente que por unos cuantos minutos de placer , tuvo que crecer de la noche a la mañana. Tenía poco más de 17 años cuando perdió la virginidad con su mejor amigo ; luego de ese momento, todo comenzó a cambiar...