Esta vez desperté al lado de mamá.
Me levanté, fui a mi habitación,me saqué el pijama y entré a la ducha.El momento de la ducha es sagrado para mi, es uno de los lugares en donde más pienso, reflexiono,analizo, lloro, creo historias en mi mente que me gustaría vivir, recuerdo, sonrío,y claramente, me ducho.
Salí, me envolví en una toalla y fui directo a mi habitación. Me vestí, me sequé el pelo,me peiné, me cambié, me puse antitranspirante, perfume, tomé mi celular y le envié un mensaje a Germán que decía "Estoy yendo a tu casa, prepará mate. Necesito que charlemos." Guardé el teléfono,tomé la billetera, bajé las escaleras, agarré un lápiz, un papel y escribí: "Ma, me fui a lo de Ger. Cualquier cosa llamame. Cuidate, te amo :D "
Caminé unas tres cuadras y empecé a transpirar. El sol estaba fuertísimo.
Diez minutos después empecé a marearme...solo a mi se me ocurre salir a caminar a las 11 de la mañana con el sol en la cara.
Agarré el celular para ver si Germán me había mandado algo,pero no. Ni siquiera le había llegado el mensaje que le envié. Probablemente estuviera sin wifi.
Intenté llamarlo, y nada... no respondía.
Le mandé un mensaje de texto, por si el whatsapp no le llegaba a tiempo. "Ger, ¿podrías pasar a buscarme? Por favor. Hace mucho calor y no me siento bien".Me senté en el cordón de la vereda y esperé una respuesta, pero nunca llegó.
"Tal vez está durmiendo", pensé.
Llamé a un taxi y esperé, y esperé, hasta que apareció frente a mi.Subí, cerré la puerta, y dije hacia mis adentros "mierda".
El taxista era un hombre muy desagradable. El auto olía mal, la música era desastrosa, y él no dejaba de fumar. Las ventanas estaban cerradas, y me iba a ahogar ahí adentro.-¿A dónde, nena? - dijo con la voz muy ronca.
-Asunción y Rivadavia al 3.000
-Muy bien.
Encima de que estaba mareada, el humo del cigarrillo me iba a matar, así que abrí un poquito la ventanilla, apenas unos centímetros.
-No, nena, cerrame la ventanilla que está el aire acondicionado prendido. - dijo el viejo asqueroso de muy mala gana.
-Entonces deje de fumar, por favor.
El hombre se dio la vuelta, me miró con desprecio y siguió. En la cuadra siguiente tiró el cigarrillo hacia la calle por la ventanilla.
-¿Por dónde te dejo?- preguntó casi gritando.
-En la esquina a la derecha, por favor.
-$79, mamita.
¿"Mamita"? Si antes me desagradaba, ahora mucho más.
Le di $80 y bajé rápidamente. No soportaba ni un segundo más ahí dentro. Hasta preferí que se quedara con el peso de vuelto.
Toqué timbre en la casa de Ger, pero aparentemente no había nadie.
Lo llamé al celular, una y otra vez, pero no atendía.
Me quedé unos 20 minutos sentada a la sombra esperando. Valía la pena esperarlo, quería y necesitaba arreglar las cosas. No podía seguir perdiendo gente por estupideces.
Hasta que llegó...y no estaba solo. Venía muy alegremente charlando con una chica. Yo no la conocía, nunca la había visto. Era muy bonita,la clase de mujer que desearía cualquier hombre.
Cuando Germán me vio,se quedó muy sorprendido,no se lo esperaba.-¿Qué hacés acá?- preguntó
-Te avise que iba a venir, te mandé mensajes, te llamé.
-No tenía el celular encima, por eso no contesté..
-¿Y ésta quién es? - preguntó la tetona esa.
-"Esta" es su novia, Ludmila. Supongo que Germán no te contó sobre mi...- respondí.
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Mi primera vez con él
RomanceÉsta es la historia de Ludmila, la adolescente que por unos cuantos minutos de placer , tuvo que crecer de la noche a la mañana. Tenía poco más de 17 años cuando perdió la virginidad con su mejor amigo ; luego de ese momento, todo comenzó a cambiar...