Me senté en la cama, y mamá se puso a mi lado.
-¿Qué pasa? -pregunté tratando de disimular los nervios.
-Sé que ya te lo pregunté, pero ¿hay algo que quieras decirme?
-No, ¿por qué?
-Voy a ser más clara... ¿estás embarazada?
Mis manos sudaban,y mi corazón latía muy rápido.
-¿Por qué me preguntás esto, mamá?
-Solo respondeme con la verdad. Lud, sabés que podés contar conmigo. Además, si lo estás, tarde o temprano me voy a enterar.
-No, no lo estoy -mentí
-Bueno, hija,me aleg...
-Sí lo está - dijo Germán interrumpiendo.
-¡Germán! -grité lanzándole una mirada de odio.
-¡No, Germán nada! Dejate de joder y decile la verdad.
-Lo sabía...- dijo mamá mientras se ponía de pie y tapaba su rostro con las manos. - ¿Cuándo pensabas decírmelo? - preguntó.
Yo estaba como en shock, llorando desconsoladamente. No me salían las palabras.
-¡¿Cuándo mierda pensabas decírmelo?!
-¡NO LO SÉ! - respondí llorando.
La habitación quedó en silencio por unos segundos.
-¿De cuántos meses estás? - preguntó
-No lo sé - dije limpiándome las lágrimas.
-¿Hace cuánto lo sabés?
-Hace unos días.
-¿Unos días cuántos, 4, 5, 10?
-¡No lo sé, una semana!
-Te dije que me la cuidaras, Germán, me lo prometiste - dijo mirándolo muy fijamente.
-Tampoco estaba en mis planes, se lo puedo asegurar - respondió observando el suelo, y en voz baja.
-¿Qué vas a hacer con el chico, Ludmila?
-Mamá, por favor...dejá de preguntarme cosas que no sé. No fue planeado.
-¿Coger tampoco,no? - dijo de mala manera.
Otra vez las náuseas...
Corrí al baño, vomité y me quedé unos minutos ahí dentro. Ellos todavía estaban hablando en la habitación, pero no podía comprender lo que decían.-Eu...- dijo Germán al otro lado de la puerta. - ¿Estás bien?
-Ludmila,salí de una vez...hace diez minutos que dejaste de vomitar. No te escondas y afrontá la situación. - gritó mamá.
-No tengo nada que enfrentar, déjenme en paz.
-Sí señorita, usted tiene mucho que enfrentar - respondió.
Abrí la puerta, y salí en dirección a la cocina. Puse agua a calentar para hacerme un té, y me senté a esperar. Los dos se sentaron frente a mi, y supe que sería una charla intensa.
-No puedo creer que no me hayas contado nada. La parte esa de confianza entre madre e hija, te la metiste en el culo.
-No es necesario que te cuente absolutamente todo,mamá.
-¿Ludmila vos me estás jodiendo? Es un embarazo, no me estabas escondiendo que te fumaste un porro adentro de la pieza. ¿Te das cuenta de lo inmadura que sos? ¿Cómo pensás criar a un chico? Sos una inconciente...seguramente ni un control te hiciste.
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Mi primera vez con él
RomanceÉsta es la historia de Ludmila, la adolescente que por unos cuantos minutos de placer , tuvo que crecer de la noche a la mañana. Tenía poco más de 17 años cuando perdió la virginidad con su mejor amigo ; luego de ese momento, todo comenzó a cambiar...