Hoy es mi primer día de trabajo, así que me vi obligada a levantarme temprano.
Me puse una alarma a las 7hs, otra a las 7:15hs, y otra a las 7:30hs, hasta que por fin salí de la cama.
A las 8:30hs abre el supermercado de mi tía, y según mis cálculos, tengo una hora para desayunar, maquillarme, peinarme, cambiarme, e ir para allá. Cosa que no veo posible, pero lo voy a intentar...Fui a la cocina, puse el agua para un té, y busqué algo para comer. ¿Adivinen qué? Exacto, no hay nada. Nunca hay nada en esta casa; solo encontré unas rodajas de pan, así que las aproveché para hacer unas tostaditas con queso.
Abrí la ventana que daba al patio, y me encontré con un verdadero día de mierda. Estaba nublado, y a punto de llover.
¿Lindo día para empezar a trabajar, no?Terminé de desayunar y fui al baño. Me lavé la cara, los dientes, me maquillé y planché el pelo. No entiendo por qué intento peinarme para estar decente, si con esta humedad asquerosa se me esponja todo el pelo en cuestión de segundos. Mis intentos por verme presentable siempre son en vano. Respiré hondo y dije "al que no le guste, que no mire..."
Fui a la habitación y alumbrándome con la linterna del celular traté de buscar algo de ropa. No quería despertar a Germán que se quedó a pasar la noche conmigo, así que traté de no hacer mucho ruido, pero parece que tampoco sirvo para eso...
-¿Sabías que el 99% de las personas cuando tratan de ser silenciosas, es cuando más ruido hacen? - dijo Germán casi sin modular.
-Perdón, ya me voy.
-¿Querés que te lleve? Llovió toda la noche, debe estar horrible afuera.
-¿Llovió? - pregunte sorprendida.
-A cántaros, pero estabas durmiendo como chancho, por eso ni te enteraste, respondió sonriendo.
-Volvé a decirme chancho, y te castro.- dije lanzándole una almohada a la cara.
-Ay, que malota ella...- contestó en tono burlón - dale que yo te llevo. Avisame cuando estés lista.
-¿Vos no te vas a cambiar, ni nada?
-¿Para qué? Voy, te dejo, y vuelvo a la cama. Dudo que haya alguien conocido a las 8 de la mañana, dando vueltas por ahí.
-Bueno, como quieras. Tengo un novio sucio, ahora el mundo lo va a saber.
-Me pongo el casco y listo, nadie me va a reconocer. Todo sea por dormir unos minutitos más...
-¿Esto está bien para el primer día de trabajo? -pregunté mostrándole una calza negra con una remera del mismo color, y una campera de jean oscura.
-Sí, mi amor. Está muy bien para ir al supermercado de la funeraria.
-¿Muy negro, no?
-Ahjá...excesivo.
-¿Este jean azul, con esta remera negra y esta campera de jean?
-Ahí está un poquito mejor...-dijo con una leve sonrisa.
-¿Pelo suelto, o atado?
-Uuff, yo que vos lo llevo atado...
-¿Por la humedad, no?
-Afirmativo.
-Ay, mi negro, ¿qué haría sin vos?- me acerqué y le di un beso en la frente.
-¡Vení, dame un beso bien! - gritó tirándome de un brazo.
-No hasta que te laves los dientes...- contesté mientras iba hacia las escaleras.
Tomé las llaves, mi mochila, y guardé el celular.
ESTÁS LEYENDO
Mi primera vez con él
RomanceÉsta es la historia de Ludmila, la adolescente que por unos cuantos minutos de placer , tuvo que crecer de la noche a la mañana. Tenía poco más de 17 años cuando perdió la virginidad con su mejor amigo ; luego de ese momento, todo comenzó a cambiar...