Capítulo 17 : "¿Por qué me preocupo si no somos nada? "

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Comenzamos a hablar por whatsapp con Francisco,nuestras charlas no eran nada de otro mundo, eran normales.

Hablamos durante una semana, pero hace unos cinco días que no sé nada de él. ¿Por qué la gente siempre se aleja de mi?

Decidí enviarle un mensaje. Solo puse: "Hola Fran, ¿todo bien? "
Me quedé esperando una respuesta,pero no llegó. ¿Habré dicho algo malo y se ofendió?

-Lud, me voy al supermercado, ¿necesitás algo? - preguntó mientras ingresaba a mi habitación y observaba que aún no me había comido el almuerzo. - ¿Todavía no comiste?, ¿no te gustó la comida?

-Comí un poco,no tengo hambre...me siento descompuesta -mentí. La verdad es que no había probado ni un bocado.

-¿Qué te está pasando?

-Nada, mami, ¿por?. Estoy bien, en serio - dije sonriendo.

-No sabés mentir, Ludmila. ¿Viste tus ojeras, o tu piel? Te ves mal, muy mal.. Demacrada, sobre todo. ¿Estás enferma? - dijo con cara de preocupación. - ¿Estás comiendo bien?

-Ma, de verdad estoy bien, no tenés de qué preocuparte.

-Bien... Me quedo acá hasta que te comas tu almuerzo.

-¿Ahora?

-Sí, ahora. - dijo cruzándose de brazos y elevando una ceja.

-Está frío - respondí como excusa.

-Dame que voy a calentarlo, y más vale que lo comas. No es una sugerencia, es una orden.

-Sí, señora - dije imitando un saludo militar.

Fuimos a la cocina,comí todo lo que mamá me obligó a comer, y después de eso se fue.

Tomé mis auriculares, mi teléfono, mi bolso, mi billetera, y también salí.
Necesitaba despejar mi mente, y de paso iba a ir ver si Francisco estaba bien, ya que no daba señales de vida.

De camino al bar , me vi en el espejo de un coche y casi muero de un infarto. Realmente me veía fatal, estaba pálida y ojerosa. Era como un muerto andante.
Abrí mi bolso y saqué mi maquillaje de emergencia. Me puse un poco de máscara de pestañas, mi brillo labial, y para finalizar un poco de rubor. Creo que eso ayudaba a mi aspecto.

Tomé asiento en una de las mesas del bar,me crucé de piernas y esperé a que me atendieran. Odiaba cruzarme de piernas, la verdad es que soy de esas mujeres que andan con las piernas abiertas , soy muy poco femenina en ese aspecto, pero mi mamá siempre me dijo que soy una "dama" y que debo comportarme como tal. En fin, si quiero conquistar a un chico tengo que verme bien, ¿no?.

Esperé unos cinco minutos, y nadie venía a tomar mi pedido, entonces comencé a buscar a algún camarero, eran varios los que trabajaban ahí. Cuando volteo en busca del empleado, lo veo a él, a Francisco, pero para mi sorpresa, no estaba solo...estaba con una chica, y besándose. Cuando vi eso sentí una puntada en el estómago, fue muy raro. Me levanté y fui rápidamente al baño, entré y vomité. Por Dios, ¿qué me estaba pasando?. ¿Esto fue por nervios?. ¿Me estaba sintiendo tan mal por una persona que no era nada mío? Soy patética, eso soy, una maldita patética.
Tomé un chicle de menta, y salí del lugar. Tenía que volver a casa, ¡YA!.

Abrí la puerta de mi casa como pude, estaba muy mareada, tiré mi bolso al suelo y me acosté en el sofá.

-Lud, no te escuché entrar, ¿dónde estabas? - preguntó mamá desde la cocina cuando me vio. - Por Dios, hija, ¿qué te pasó? - dijo al verme llorando.

No sé por qué me puse a llorar, solo me caían las lágrimas y estaba temblando.

Mamá me abrazó y se quedó unos minutos conmigo en silencio.

Mi primera vez con élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora