CAPÍTULO 11: "Es una ladrona, y no exagero."

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-¿Dónde duermo? - me preguntó.
- En mi cama. Yo voy a dormir en la de mis padres.
-¿Segura?
-Sí, no hay problema,total es por una noche.
-Pero estar sola en tu habitación me da miedo - me respondió.
-¿Miedo? Ajajajaj ¿Por qué? - pregunté riendo.
-Porque tu habitación da al patio, y hay balcón...puede entrar un ladrón, un violador, o un asesino serial.
-No seas ridícula, Luz , por Dios. Si te quieren hacer algo, te lo van a hacer en cualquier lado. - le respondí fríamente.
-Lo sé, solo era una excusa para dormir con vos. - Me respondió, y bajó la mirada
-Luz, no empieces...
-Paso al baño, permiso - me dijo mientras salía de la habitación.
Cerré la puerta detrás de ella, puse mi lista de reproducción favorita en mi celular, y comencé a cambiarme. Aún estaba con la toalla envuelta por haber salido de la ducha a las apuradas.
-¡LUDMIIII! - escucho que grita Luz desde el baño.
-¿¿QUEEEÉ?? - pregunto.
-¿TE JODE QUE ME BAÑE?
- ¡NO, BAÑATE TRANQUILA! -le respondí.
Me puse ropa cómoda, y bajé a la cocina para comer algo, estaba muriendo de hambre. ¿Adivinen qué?, no había nada. Abrí la heladera y encontré un asqueroso pedazo de queso que hacía semanas estaba ahí dentro, y una manzana en descomposición.
-¿Por qué en esta casa nunca hay nada para comer? - dije para mis adentros.
Tomé un poco de mermelada y la unté sobre un trozo de pan duro y a punto de ponerse verde. Di el primer mordisco, y lo escupí enseguida. Ese pan era un asco. Dios...podría morir intoxicada estando dentro de esta casa.
Decidí hacerme un café, y listo.
-¡Qué lindo que es este peluche! - dijo Luz mientras entraba a la cocina.
-¡¿QUÉ HACÉS CON ESO?!- grité automáticamente.
-Lo encontré en el lavadero, ¿qué tiene, por qué te ponés así?
-Soltalo, no lo toques.- le respondí de mala manera mientras se lo arrebataba de las manos.
-Ludmila, es solo un peluche, no tenés que ponerte así.
-No es "solo un peluche", era el osito de Toby. - le dije mientras iba a la habitación de mi hermanito para dejar el osito en su lugar.
Me senté en su cama, y me quedé unos minutos observando todo. Sus peluches, sus juguetes, su ropa. Todo estaba como él lo había dejado. Ninguno de mi familia se atreve a tocar nada de acá. Se notaba su ausencia. Cada día se lo extrañaba más.
-Lud, ¿puedo pasar?- dice Luz asomándose a la puerta.
-Pasá - respondí desganada.
-¿Estás bien?, no sabía que era suyo, disculpame - me dijo mientras me tomaba la mano.
-No pasa nada, no te preocupes - respondí secándome las lágrimas.- ¿Vamos a comprar algo para el almuerzo?- pregunté tratando de sonar alegre y fingiendo que todo iba bien.
-Vamos- respondió ella con una sonrisa.
Tomé el dinero que me habían dejado mis padres , y fuimos al almacén que estaba a un par de cuadras.
-Estás muy callada, Ludmila, por favor decí algo. Me siento una mierda por recordarte a Toby.
-Tranquila, no pasa nada - le respondí con una sonrisa. - ¿Qué querés comer? - le pregunté.
-¡Pasta!- dijo alegremente con una sonrisa de oreja a oreja y dando pequeños saltos. A veces se parecía mucho a una nena de cinco años . Era muy tierna esa parte de su personalidad. Era rebelde, pero con una pizca de inocencia...una bonita combinación, sin duda.
-¿Y de postre? - respondí.
-¡HELADO!- dijimos las dos al mismo tiempo. Si había algo que amábamos, era el helado.
Entramos al almacén, y fui directo a la zona en donde se encontraban las pastas. Perdí a Luz ahí dentro. Tomé los fideos, una salsa, una gaseosa, y queso...mucho queso.
Busqué a Luz por todo el lugar, y no aparecía. Pensé un poco, y me dije a mi misma "En la zona de los dulces".
Cuando al fin la encuentro, estaba de espalda a mi, y pude ver cómo agarraba los chocolates y los metía dentro de sus bolsillos.
-Luz, ¿qué estás haciendo? - le susurré mientras la tomaba violentamente del brazo. - ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! ¿Estás loca?
-Ay, Ludmi, tranquila. No es la primera vez que lo hago. Son mis chocolates favoritos, y están muy caros. - me respondió con total normalidad.
-Sí,pero no podés robar. ¿Mirá si nos agarran?, no quiero ir a la cárcel por tu culpa. Ya mismo devolvés todo eso - le ordené mientras sacaba los chocolates de su bolsillo y los colocaba en su lugar.
-Eu, basta. Andate si querés, hagamos como que cada una vino por su parte, pero no me des órdenes.
-Ok - le dije enfadada y fui a la caja para pagar.
Pagé todo, y salí del almacén a la velocidad de la luz. No me daban las piernas. Sentía que la ladrona era yo.
Entré a mi casa y cerré la puerta. Al rato escucho el timbre, me asomo a ver quién es, y la vi a ella... Otra vez Luz. Era tan hermosa.
-¡Andate, no quiero a una ladrona adentro de mi casa!- le grité.
-Ludmila, abrime. No seas tonta.
-No voy a abrirte,¡ANDATE,LADRONA!
-Ludmila, por Dios, no seas estúpida. Solo eran un par de chocolates.
-Si tuviste el valor de robar un par de chocolates, lo vas a tener para robar otras cosas. No quiero juntarme con gente así. Andate.
-Sos una exagerada. No me voy a ir de acá hasta que me abras la puerta. - me dijo mientras se sentaba en el piso.
-Bueno, quedate ahí. -le dije enojada mientras me iba a la cocina para hacerme los fideos.
A los 10 minutos empezó a golpear la puerta diciendo que estaba lloviendo, que quería entrar, blah,blah.
-No vas a entrar. Acostumbrate a pasar frío y a mojarte, porque es lo que te va a pasar en la cárcel. Ladrona.
-No seas así, por favor. Abrime. -me rogaba.
Mientras ponía los fideos en la olla, vi por la ventana que era tormenta eléctrica y que realmente llovía mucho. No podía dejarla ahí fuera.
Abrí la puerta, y estaba ahí, sentadita de brazos cruzados.
-Pasá - le dije fríamente.
Entró, se secó los pies, y se tiró en el sofá.
-Sos una mala persona - me dijo con cara de odio.
-Y vos una ladrona- le respondí.
Terminé de hacer los fideos, y le pregunté si quería comer, y me dijo que sí, que estaba muerta de hambre.
Serví dos platos y comenzamos a comer en silencio.
-¿Me perdonás?- me preguntó suavemente.
-No. - le respondí.
Puse el plato sucio en la mesada, y subí a mi habitación. Cuando estaba en la cama, se cortó la luz por la tormenta.
-Lud... - escucho detrás de la puerta.
-¿Y ahora qué querés? -le pregunté de muy mala manera.
-¿Puedo pasar?, las tormentas me dan miedo.
-Pasá - le dije.
No se veía absolutamente nada, pero sentí cuando se recostó a mi lado y me abrazaba.
-No me toques, ladrona. -le dije.
-No seas tan basura. Basta con eso. - me respondió mientras me abrazaba con más fuerza.

¿En qué me metí?, pensé...

Continuará...<3
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¿Qué pasará con Lud y Luz?

Mi primera vez con élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora