Capítulo 20

2K 123 16
                                    

Killian se sentía en calma y feliz. Emma estaba a salvo, estaba devuelta en el Jolly Roger y ellos estaban juntos. Emma era una mujer maravillosa y lo perdonó porque lo entendía a él y sus reacciones. Los siguientes días fueron tranquilos, como sacados de un cuento. Durante el día hacían las actividades del barco y por las noches dormían juntos. Habían vuelto a su rutina anterior. Él la ayudaba a ella cuando tenía visiones o si aparecía algún alma perdida. Ella lo ayudaba a él cuando tenía alguna pesadilla con Liam o Millah. Y así, juntos, casi habían podido ganar un ritmo de dormir casi normal.

- Capitán necesito que veas los mapas conmigo un momento. – Pidió Smee.

- Si, Smee. – Asistió Killian acercándose hacia donde estaba el otro. – Acá estamos. – Indicó señalando un lugar en el océano donde se suponía que ellos estaban.

- Lo sé. – Dijo Smee. – Nuestro plan inicial era seguir está ruta, por lo cual tardaríamos una semana en llegar a Sherwood. – Informó señalando el camino en el mapa.

- ¿Pero? – Preguntó Killian presintiendo que había algo más.

- Ésta ruta está bajo el poder de Regina. – Dijo Smee.

- Entonces no seguiremos esa ruta. – Dijo Killian.

- Eso supuse. – Declaró Smee. – Siendo ese el caso, tenemos otras dos posibilidades de ruta. Ambas deberían retrasarnos solo un par de días, ósea que estaríamos llegando a Sherwood en aproximadamente diez días. – Dijo haciendo cálculos.

- ¿Estos son los caminos? – Preguntó Killian estudiando el mapa.

- Si Capitán. – Respondió Smee.

- Tomaremos éste. – Dijo Killian señalando uno de ellos. – El otro es demasiado peligroso, no sería placentero volver a cruzarnos con criaturas mágicas. – Explicó recordando el encuentro con las sirenas.

- Si, mejor no preocuparnos por eso. – Aceptó Smee.

Killian dejó a Smith y se fue a continuar con sus tareas. Mientras estaba parado en el timón, con la mirada perdida en el mar, se puso a pensar en su venganza. Su deseo de venganza no era tan fuerte como antes. No le molestaba retrasarse unos días más, no si eso significaba mantener a Emma a salvo. Tal vez era que había esperado tanto tiempo en vengarse, que unos días más o menos no hacían una diferencia significante. Intentó no darle muchas vueltas al asunto, pero solo logró dejar de pensar en su venganza cuando llegó la hora de la cena. Allí con su tripulación se olvidó de su venganza y de sus problemas, y se puso a disfrutar del compartir entre amigos.

- En una semana estaremos llegando a Sherwood. – Dijo Graham.

- No, en una semana no. En diez días o un poco más. – Lo corrigió Smee.

- ¿Desde cuándo hubo cambios en el tiempo de llegada? – Preguntó Will confundido.

- Desde que no navegamos más las aguas de la Reina Regina. – Informó Smee.

- ¿Y por qué no? – Preguntó August ganándose la mirada irritada de todos, ya que el resto había comprendido que era por Emma.

- Porque yo lo digo. – Respondió Killian.

- ¿Es por mí? – Preguntó Emma tímidamente, después de un largo silencio incómodo donde todos se habían dedicado a concentrarse en sus comidas.

- Lo dije antes y lo vuelvo a decir, éste barco no navegará aguas de Regina, ni pisará sus tierras. No mientras vos estés con nosotros. – Dijo Killian con convicción para que todos noten que lo que decía era una decisión y nadie podía cuestionarla.

The Lost PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora