Capítulo 32

1.4K 105 24
                                    

Killian estaba durmiendo profundamente cuando empezó a sentir movimiento alrededor suyo. Alguien lo pateaba y giraba en la cama de un lado a otro. Sin embargo, el movimiento no le impidió seguir durmiendo. Lo que si lo hizo fue un grito. Abrió los ojos y parpadeó varias veces hasta darse cuenta de que el grito había sido de Emma. Ella estaba teniendo una visión, una terrible para que la haga gritar de esa manera. Intentó hacerla volver a la realidad, pero fue inútil. Las visiones no podían ser interrumpidas, duraban hasta que llegaban a su fin. Así que Killian hizo lo único que podía hacer, la abrazó, le secó las lágrimas y le dijo palabras reconfortantes hasta que volvió en si. Cuando la visión terminó Emma se derrumbó en sus brazos y lloró desconsoladamente, lo cual hizo que Killian se preocupara aún más de lo que ya estaba. Él le acarició el cabello y la espalda, hasta que ella finalmente se tranquilizó.

- ¿Queres hablar? – Ofreció él cuando noto que ella se había calmado.

- Tuve una visión. – Informó ella con la voz temblorosa.

- Si, me di cuenta. – Asistió él. – Por lo que pude notar fue una terrible. – Comentó acariciándole el cabello con delicadeza.

- Regina... ella va a matar a mis padres. – Confesó ella con la voz rota y dejo que un par de lágrimas silenciosas caigan de sus ojos.

- Fue solo una visión y todo lo que pasa en tus visiones puede cambiar. – Dijo él intentando calmarla y secando sus lágrimas.

- Tenemos que cambiar lo que vi Killian. – Dijo ella dando un largo suspiro.

- Entonces eso haremos. – Coincidió, él era capaz de hacer cualquier cosa con tal de hacerla feliz.

- Tenemos que ir al Bosque Encantado y advertirles de lo que va a pasar. – Dijo ella segura de su decisión.

- Bien, entonces voy a cambiar el curso del barco, cuanto más rápido lleguemos mejor. – Informó él aceptando la decisión de ella.

- Killian. – Lo llamó ella agarrándolo de la mano para evitar que se levante de la cama. – Gracias. – Agradeció mirándolo intensamente a los ojos.

- Te amo. – Dijo él y le dio un beso en la cabeza.

- Yo también te amo. – Dijo ella dedicándole una pequeña sonrisa.

Killian despertó a su tripulación y les hizo cambiar el rumbo del barco hacia el Bosque Encantado. Mirando los mapas detalladamente calculó que tardarían aproximadamente dos días en llegar. Killian iba a hacer todo lo que estaba a su alcance para tardar la menor cantidad de tiempo posible. Él no iba a permitir que Emma pierda a sus padres, más cuando aún en cierta manera todavía no los había recuperado. Killian quería que Emma tenga la posibilidad de conocer a sus padres y recomponer la relación, quería que ellos puedan ser la familia que siempre habían tenido que ser y no habían podido por culpa de Regina. Una vez que el Jolly Roger estuvo encaminado en dirección al Bosque Encantado todos volvieron a acostarse.

Al otro día todos continuaron con su rutina y actividades normales. Killian se dedicó a estudiar los mapas que tenía del Bosque Encantado y pensar dónde les convenía hacer ancla, y cómo llegar al castillo de la forma más rápida y segura. También envió una carta a Robin contándole las novedades. Emma estuvo callada y pensativa todo el día. A la tarde, cuando la vio como practicaba disparar flechas a un blanco pudo notar todo en enojo y preocupación que tenía.

- Perfecto tiro amor. – La halagó él al ver como la flecha que ella disparó cayó perfectamente en el blanco.

- Gracias. – Agradeció ella mientras preparaba otra flecha.

- Sé lo que estás haciendo Emma. – Comentó él mirándola con preocupación.

- ¿Disparando flechas? – Preguntó ella haciéndose la desentendida.

The Lost PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora