The Lost Princess

Capítulo 7

Emma no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. La visión que había tenido días atrás acaba de ocurrir. Emma gritó y quiso correr hacia la baranda, pero se vio detenida por Will y Graham que la agarraban fuerte para no dejarla avanzar. Emma no entendía como podían estar todos tan tranquilos, sin hacer nada. ¡Si no actuaban rápido Henry se iba a ahogar!

- ¡Henry! – Gritó ella intentando de liberarse de los brazos de los piratas. - ¡¿Cuál es problema de todos ustedes?! ¡Hay que hacer algo! ¡Henry se va ahogar! – Exclamó liberándose finalmente de Will y Graham.

- No podemos hacer nada. – Contestó Victor y todos asistieron.

- ¡Claro que si, podemos salvarlo! – Dijo ella asomándose a la baranda para intentar encontrar a Henry con su vista.

- Código Pirata. – Dijo Killian congelado en su lugar y con la mirada totalmente perdida.

- ¡Me importa un carajo el maldito Código Pirata! – Exclamó ella enojada.

Emma agarró una soga, la pasó por un arnés de uno de los mástiles, la ató a su cintura y saltó al agua sin prestar atención a las quejas de los demás piratas. Que ellos estuvieran dispuestos a dejar que Henry se ahogue, no significaba que ella iba a dejar que eso pase. Ella lo iba a salvar. Emma sintió como el agua helada congelaba cada una de sus extremidades, pero su determinación y preocupación por Henry le hizo avanzar más rápido de lo que habría hecho en otra situación. Emma agarró a Henry en sus brazos y ató la soga alrededor de ambos, después comenzó a nadar en dirección al barco. De repente sintió como empezaban a tirar de la soga y se vio levantada en el aire, como había pasado cuando Killian la salvó a ella. Emma estaba sorprendida de que la estén ayudando, ella había pensado que más o menos iba a tener que trepar al barco devuelta. Emma cayó en el piso de la cubierta e intentó recuperar el aliento. La lluvia seguía cayendo con fuerzas y no le permitía ver bien lo que pasaba. Cuando se recuperó vio que todos los piratas estaban parados alrededor de ella y Henry, con sus caras llenas de tristeza. Ella se volvió hacia Henry y lo vio allí acostado en el piso de la cubierta sin respirar. No, no podía ser, eso no podía estar pasando.

"¡Henry, no! No, por favor, esto no puede estar pasando. Henry quédate conmigo. Henry te necesito."

Emma sacudió a Henry con todas las fuerzas que tenía para hacerlo reaccionar, pero no pasó nada. Ella respiró aliento en su boca, y tampoco pasó nada. Sentía como las lágrimas empezaban a caer incontrolablemente de sus ojos. Eso no podía estar pasando, ella no podía perderlo, no de esa forma. Henry no podía convertirse en un alma perdida, no. Ella se derrumbó sobre Henry y comenzó a llorar. No le importaba que los demás la estaban viendo y escuchando, ella estaba demasiado destruida como para preocuparse por eso. Sintió bronca y culpa de no haber llegado a tiempo para salvarlo. En un último intento de desesperación le golpeó el pecho con fuerzas rogándole que por favor se quede con ella. Y eso fue lo que marco toda la diferencia. Henry empezó a toser y escupir toda el agua de mar que había tragado.

- ¡Henry, gracias a dios! – Exclamó ella emocionada y aliviada al verlo abrir los ojos. Se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerzas. Había tenido tanto miedo de perderlo.

- Emma si me abrazas así de fuerte no puedo respirar. – Se quejó el niño con una pequeña sonrisa.

- Lo siento, es que estaba tan preocupada. Yo solo necesito saber que estás bien. – Se disculpó ella saliendo del abrazo, para dejarlo recuperar su respiración normal.

- Me salvaste. – Dijo él una vez que consiguió calmarse y dejar de temblar. La miraba con una mezcla de admiración, confusión y sorpresa. Como si no habría esperado que alguien lo fuera a salvar.