Emma nunca se había sentido celosa en su vida, hasta ese momento. Ella no era una persona posesiva, pero ver a una mujer intentar seducir a Killian le hizo sentir una furia que nunca había sentido. Podía sentir su magia queriendo escapar de su cuerpo, pero se contuvo e hizo lo que considero mejor, se sentó en las piernas de Killian y lo besó con pasión. Cora, la mujer, se fue derrotada al darse cuenta que ellos estaban casados. Emma y Killian continuaron jugando a los dados con sus amigos y en cada ocasión que podían se robaban un beso o una caricia. Killian dejaba que ella le demuestre su afecto libremente sin importar el lugar o la compañía, lo cual ella agradecía. Emma jamás había pensado que iba a ser ese tipo de persona que tenía un amor real. Por eso sentía la necesidad de estar cerca de Killian, de besarlo, abrazarlo, acariciarlo, agarrar su mano, o cualquier contacto físico que le haga recordar que eso era real.
- ¿A dónde vas? – Preguntó él curioso al verla levantarse de su silla.
- A buscar más ron. – Respondió ella. - ¿Queres que te traiga uno? – Ofreció.
- Por favor. – Contestó él asistiendo con la cabeza.
- ¿Alguien más quiere algo? – Preguntó ella volviéndose a los demás piratas que estaban acomodados alrededor de la mesa.
- Un ron para mi también. – Pidió Will.
- Y una cerveza para mí si puede ser. – Dijo Victor.
- De acuerdo. – Asistió ella.
- No te tardes mucho. – Pidió Killian dedicándole una mirada intensa.
- Solo voy por los tragos y vuelvo. – Aseguró ella.
- Espero que no te lleves mi buena suerte contigo. – Bromeó Killian agarrando los dados ya que era su turno.
- Eso veremos. – Dijo ella y le dio un pico. – Para la buena suerte. – Se excusó al ver su mirada confundida ante el pequeño beso.
Emma dejo que los piratas sigan con la partida del juego y fue en busca de los tragos. El hombre que estaba a cargo de la barra le dijo que podía pasar libremente a prepararse los tragos. Así que entró a la bodega y se puso a servir los tragos. Ron para Killian, Will y ella, y cerveza para Victor. Cuando estaba terminando de preparar todo, un ruido llamó su atención. Un pirata había entrado a la bodega y la estaba mirando de una manera bastante intimidante. No era fácil hacer intimidar a Emma, pero la forma en que ese pirata la miraba detenidamente de pies a cabeza gritaba problemas en su mente por todos lados.
- Hola. – Saludó el extraño pirata.
- Hola. – Devolvió ella el saludo. No le gustaría la forma en que el pirata la estaba mirando, pero ella era una persona con buenos modales.
- ¿Qué hace una mujer tan hermosa como vos sola en un lugar como éste? – Preguntó él curioso.
- No estoy sola. – Respondió ella acomodando las botellas que había usado para preparar los tragos en el lugar donde iban.
- Si, lo he notado. Cora me informó que eres la chica del Capitán Garfio. – Dijo él un tono algo molesto y burlón.
- Mujer. – Lo corrigió ella y se dirigió a agarrar la bandeja con los tragos.
- Yo que vos no agarraría esa bandeja. – Advirtió él.
- ¿Por qué? – Preguntó ella mirándolo desafiante.
- Porque solo sería para desastre. – Dijo él, e invadió el espacio personal de ella. – Planeó hacer cosas contigo que con una bandeja en mano va a ser complicado. – Agregó con una sonrisa maligna.
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The Lost Princess
FanfictionEmma vivió toda su vida en una isla hasta que fue rescatada por un barco. Lo que no se esperaba es que su salvación sea un barco pirata, o mejor dicho un misterioso y apuesto capitán. ¿Qué les deparará el destino? ¿Será el amor lo único que pueda sa...