Killian caminó por el barco a paso firme y seguro. Se sentía con buenas energías y seguro de sí mismo, así que decidió ir a ver a su prisionero. Era hora de que hable. Él necesitaba que hable porque no quería seguir perdiendo el tiempo con sus interrogaciones y visitas. Entró en el calabozo y abrió la reja que mantenía encerrado a su prisionero, y se sentó delante de él.
- ¿Queres? – Preguntó Killian ofreciéndole un vaso de agua.
- Si. – Asistió el prisionero y extendió su mano para agarrar el vaso.
- Si lo queres, vas a tener que estar dispuesto a hablar. – Lo sobornó Killian.
- No puedo. – Negó el hombre con algo de pánico en su mirada.
- ¿No te cansaste ya de éste juego? – Preguntó Killian luego de beber el agua para hacerlo sufrir al otro. – Tarde o temprano vas a tener que hablar si no queres morir de hambre o sed. – Le recordó.
- Lo sé. – Dijo con la voz temblorosa.
- ¿No podes hablar por qué Regina tiene tu corazón? – Preguntó Killian al recordar lo que Emma le había contado de las almas perdidas de los hombres de Regina.
- ¿Cómo sabes eso? – Preguntó el hombre sorprendido.
- Porque yo lo sé todo. – Dijo Killian con cierto humor.
- Si, ella tiene mi corazón. – Admitió él.
- Bien, un tema aclarado por lo menos. – Dijo Killian dando un largo suspiro. – Ahora, decime, ¿Por qué nos atacaron? ¿Qué es lo que buscaban? – Pidió saber.
- No puedo decirlo. – Respondió sacudiendo la cabeza de lado a lado.
- ¡Pero tenes que entenderme, nunca antes los hombres de Regina habían atacado un barco pirata! – Exclamó Killian enojado. - ¿Qué fue lo que pasó para que cambie de idea y empiece a atacarnos? – Preguntó.
- ¿En verdad crees que los atacamos por qué son un barco pirata? – Preguntó el prisionero riendo.
- Y si no es eso, entonces ¿Por qué? – Dijo Killian confundido ante las reacciones del otro.
- La aceptación de Regina hacia los piratas no ha cambiado si eso es lo que queres saber. – Confesó el hombre.
- ¿Y por qué nos atacaron? ¿Qué quieren con nosotros? – Cuestionó Killian, pegando una piña a la pared de la frustración que sentía en ese momento. Quería entender la situación, pero cada vez se le hacía más difícil.
- ¿En verdad no te haz dado cuenta todavía? – Preguntó el prisionero mirándolo de una manera extraña que lo hizo poner nervioso.
- ¡No, claramente no! – Gritó Killian perdiendo la paciencia y sacando una daga de su bota. - ¿Por qué nos atacaron? – Preguntó llevando la daga al cuello del otro.
- La pregunta correcta sería, ¿Qué es lo que buscamos? Atacarlos fue algo que tuvimos que hacer para encontrar lo que buscábamos. – Informó mirando la daga con pánico.
- Bien, entonces dime ¿Qué es lo que buscaban? – Exigió Killian presionando con un poco más de fuerzas la daga para hacerlo hablar.
- A ella. – Respondió él luego de varios minutos, hasta que no pudo soportar más sentir la daga en su cuello.
- ¿A ella? – Preguntó él confundido y retirando la daga.
- Si, a ella es a quien buscamos y a quien queremos. – Asistió el hombre.
- ¿Por qué? – Preguntó él sin entender.
Antes que el prisionero pueda contestar se desplomó en el piso. Killian fue inmediatamente a ver que le pasaba, pero cuando lo vio de cerca se paralizó. El hombre estaba muerto. Regina debía haber destruido su corazón y él se maldijo por no poder haberle podido sacar más información. El barco de Regina los había atacado porque estaban buscando a "ella". Y la única "ella" que había en el barco era Emma. Pero la gran pregunta era, ¿Por qué? Regina y Emma no sé conocían, y Emma había estado ausente del mundo todo ese tiempo. Entonces, ¿Qué podría querer Regina con ella? Killian no entendía nada, la cabeza le giraba a mil por hora. Sintió pánico por Emma, miedo de perderla. Se prometió que la iba a proteger de todo lo que pueda y sea necesario. Tal vez el prisionero había estado jugando con él. Tal vez solo había dicho eso para molestarlo. Era imposible que Regina estuviera en busca de Emma, o por lo menos él no encontraba ninguna razón para que eso fuera posible. Así que lo mantuvo en silencio, decidió que iba a guardarse esa pequeña información hasta averiguar bien que fue lo que hizo a los hombres de Regina atacar un barco pirata. Que hayan venido en busca de cualquier pirata o por él, tenía mucho más sentido de que hayan venido por Emma.
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The Lost Princess
FanfictionEmma vivió toda su vida en una isla hasta que fue rescatada por un barco. Lo que no se esperaba es que su salvación sea un barco pirata, o mejor dicho un misterioso y apuesto capitán. ¿Qué les deparará el destino? ¿Será el amor lo único que pueda sa...