Harry despertó sobresaltado, con el corazón en la garganta y gruesas gotas de sudor bajándole por las sienes. Sus manos temblaban frenéticamente y le dolía la cabeza. Se frotó los ojos con fuerza para asegurarse de ya estar despierto, y luego observó a su alrededor cerciorándose de que todos los demás en la habitación aún estuvieran dormidos y no hubieran tenido que ser molestados una vez más por sus absurdas pesadillas.
Unos ojos azules brillaron en la oscuridad. Su mejor amigo estaba sentado a un lado de su cama, observándolo con interés.
—De nuevo, ¿eh? —le preguntó condescendiente— Otra vez...
—Lo siento—repuso Harry mientras intentaba recuperar el ritmo natural de su respiración- Tal vez deberías dormir con algodones en los oídos.
Ron soltó una pequeña risa amarga.
-Si lo hiciera, no tendríamos ni una pista de lo que sueñas Harry- aseguró metiendo los pies de nuevo en la cama- ¿Por qué ahora tampoco lo recuerdas, verdad?- Harry negó con la cabeza- Sí, lo suponía... pues es mi deber informarte que creo que debes de dejar de escapar de Ginny.
—¿Qué?
—Eso mismo. Tu sueño tenía que ver con ella. Has dicho su nombre en sueños como unas cincuenta veces desde la noche del baile...
Harry desvió la vista hacia su edredón. Desde el viernes que la dejó con sus compañeros durante el baile de navidad, apenas había cruzado tres palabras con ella, el resto del tiempo trataba de escabullirse para no tener que encontrársela. Y no es como si no quisiera verla... Se estaba volviendo loco a cada segundo, pero no podía dejar de pensar en la cicatriz.
Ron adivinó lo que estaba pensando:
—Tienes que dejar eso de una vez por todas, Harry— dijo recostando la cabeza sobre la almohada. Harry le miró con extrañeza— No pongas esa cara, sabes a lo que me refiero. Estamos lo suficientemente metidos en esto como para que ya quieras sacarnos del lío. ¿Crees que ahora nos vas a apartar de tu vida así nomás porque sí?
—No entiendo lo que quieres decir...—empezó a decir Harry, pero Ron le interrumpió:
—¿Recuerdas los primeros días después de que todo aquello sucediera? Antes de que decidieras recluirte en Grimmauld Place y simplemente hacer como si no existiéramos... Mamá me imploró para que volviera a casa y los trajera a ambos, a ti y a Hermione, conmigo... pero tú te encerraste en tu habitación del Caldero Chorreante, y escasamente nos dirigías la palabra.— A Harry eso le pareció como un reclamo y decidió mantenerse en silencio porque, como se dijo a sí mismo, Ron estaba en todo su derecho—¿Puedes recordar a los reporteros y las cientos de personas que teníamos que esquivar para que no dijeran las palabras que no queríamos oír y que nos harían sentir horriblemente mal? No sé tú, pero para mí era insoportable y Hermione estaba perdiendo el juicio también... No teníamos que quedarnos ahí, es decir, la Madriguera nos parecía un paraíso en ese momento, sin embargo lo hicimos por ti Harry. A pesar de los castigos, las arañas y el peligro... nunca te dejaríamos solo.
La voz de Ron se apagó y no se pudieron escuchar más sonidos en la habitación que los sistemáticos ronquidos que salían desde la cama de Neville. El pobre se había quedado dormido ni bien se metió a la cama. Su sapo se había vuelto a perder y lo estaba buscando por todos los rincones del castillo desde el día anterior.
Una lechuza pasó ululando por la ventana y su sombra se dibujó en el piso por un brevísimo instante. A Harry le ardían los ojos.
—Cuando discutimos en el bosque y me fui... los días siguientes fueron como una tortura, ¿sabes? No podía sacarme de la cabeza a Hermione, y la cara que tenía mientras me pedía que recapacitara. —confesó Ron con un suspiro— Además de que me consumía la preocupación por ambos, ¡nuestras caras estaban impresas por todas partes! Me quería dar de golpes contra un muro por haber sido tan estúpido... lo mismo que cuando me enfadé contigo con lo del Torneo de los Tres Magos, ¿lo recuerdas? —Harry musitó un sí que apenas pudo oírse. Lo recordaba a la perfección— Esa vez no creí en ti, y tiempo después te dejé solo. Pero volví, ¿no es así? Y es lo que siempre haría Harry, eres como otro hermano para mí, ¿lo entiendes? No importa cuántas veces me comporte como un idiota, si necesitaras de mí yo acudiría, porque eso es lo que hacen los hermanos... —Ron volteó la cara para ver a Harry y con voz firme, continuó— Hermione haría lo mismo, aunque tuviera que perder mil puntos ella sola por eso... y Ginny... pues qué puedo decir... le hiciste no sé qué cuando te vio en King's Cross el día que nos conocimos, y no te ha dejado de querer desde entonces... no creo que lo haga alguna vez, la verdad... Eres muy importante para nosotros porque muy por encima de que seas el famoso Harry Potter, eres nuestro AMIGO. ¿Hasta ahora no lo has captado? Han pasado años y todo tipo de cosas, la cuestión es que todavía seguimos contigo y, aunque seas un obstinado... nunca vamos a dejar de estar.
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Harry Potter y el Legado Mortífago
FanfictionHarry Potter venció al Señor Tenebroso y la Segunda Guerra Mágica ha culminado al fin. El futuro de la magia se ve prometedor y exento de cualquier oscuridad que quiera ensombrecerla otra vez. Parece que las cosas vuelven a tomar el lugar que les pe...