-No vayas.
Harry se dio vuelta y encontró a Ron con el pelo revuelto y sentado entre las cobijas de su cama. Le frunció el ceño y decididamente abrió la puerta para salir. Su amigo se levantó de un salto y lo cogió por el brazo, cosa que a Harry lo enfureció aún más.
-Voy a ir a donde yo quiera- masculló zafándose de Ron.
-Ella tampoco podrá decirte nada Harry, y menos si Ginny está ahí.
El chico del pelo negro lo ignoró y salió de la habitación dejando a Ronald Weasley mortificado. Bajó dos tramos de escalera hasta el tercer descanso y con resolución, le dio dos toques a la puerta. Hermione la entreabrió sólo un poco y no se halló sorprendida de ver a Harry ahí tan temprano. En el fondo, ya esperaba que eso sucediera en cualquier momento.
-Tengo que hablar contigo- articuló él mirándola fijamente.
-No puedo, Harry- repuso ella con temor- Dentro de poco tendremos que estar en Hogwarts y aún no estoy lista...
-Sólo será...-
-No... lo siento-
Harry respiró hondo porque no quería volver a gritar como la noche anterior. Quiso ver dentro de la habitación, sin embargo Hermione entornó la puerta todavía más.
-¿Puedo hablar con Ginny entonces?
-Ella está dormida. Deberías apresurarte para... -
-¡Bien!-bufó Harry ya sin poder evitarlo y desapareció escaleras abajo. Fue tan lamentable el intento de mentir de Hermione que ni siquiera ella se lo creería.
Algo parecido ocurrió después de la reunión familiar, cuando antes de acostarse Harry no lo resistió y había interrogado a Ron sobre la herida del señor Weasley y el calamitoso estado en el que se encontraba su hermana. Por mucho rato le suplicó por respuestas e incluso acabó sumido en una enorme discusión con él –dónde Harry era el único que vociferaba -, pero Ron se negó a abrir la boca para decirle lo que sabía.
Sus amigos estaban ocultándole algo una vez más, ¿pero qué sería eso?
Harry salió al jardín dando pisotones furibundos contra el suelo. Se suponía que finalizada la guerra, ya nadie tendría que ir por ahí guardándole secretos solamente a él, cuando el resto del mundo estaba al corriente de lo que pasaba. No comprendía que ganaban con callar. Odiaba sentirse excluido de lo que sea que estaba ocurriendo en ese momento con los Weasley, porque eso significaba que no podía ayudar.
-¿No deberías estar listo ya?
La voz procedente de la entrada principal lo hizo voltear de inmediato. La más joven de los Weasley se hallaba de pie, sujeta al marco de la puerta con una mano y llevando un bonito vestido amarillo que le llegaba hasta las rodillas. Sin querer, a Harry se le iluminó el rostro y cualquier tipo de coraje salió volando lejos de ahí. Se apresuró en volver sobre sus pasos y estrechó a Ginny contra su pecho como no había podido hacerlo ayer.
-Pensé que estabas irritado- dijo ella levantando el rostro para verlo a los ojos. Harry se dio cuenta de que tal vez fue un poco imprudente y pronto la soltó muy a su pesar.
De cerca, Ginny acabó preocupándolo todavía más. Estaba pálida, más que lo normal, y dos grandes bolsas oscuras sobresalían debajo de sus ojos. Respiraba con dificultad y se mecía ligeramente de un lado al otro con el roce del viento. Parecía adormilada, como si no hubiese dormido durante semanas.
-¿Quieres sentarte?-le preguntó Harry después de una pausa. Ella asintió con la cabeza y con su ayuda, se acomodó en uno de los escalones de la entrada a la casa.
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Harry Potter y el Legado Mortífago
FanficHarry Potter venció al Señor Tenebroso y la Segunda Guerra Mágica ha culminado al fin. El futuro de la magia se ve prometedor y exento de cualquier oscuridad que quiera ensombrecerla otra vez. Parece que las cosas vuelven a tomar el lugar que les pe...