Mi Destino Eres Tú (Vegetta, Willyrex & Tú) |EDITANDO|

XXXIV

Era... ni más ni menos que Daniel, ¿Es que uno no puede descansar de este tipo?

Dan: Escucha si lo que quieres es hablar con _______ puedes irte de una vez—Le dije.

Daniel: La verdad es que con quien quiero hablar es... contigo —Respondió.

Dan: No sé qué le hayas hecho a mi hermana que ya no piensa como antes, pero conmigo no pasara.

Daniel: Sólo escucha por favor.

Parecía que hablara enserio, como si fuese una buena persona en realidad, jamás lo había visto hablar de esa manera, así que decidí darle una oportunidad y escucharle.

Dan: Bien habla.

Daniel: Supongo que _______ ya te conto algo de lo que le dije la vez del Restaurant

Dan: Si...

Daniel: Pues quiero decírtelo directamente a ti, no quería mandarte un mensaje porque sé que no lo leerías y la verdad es que así es un poco cobarde, te lo diré de frente ya que así es imposible poder manipular lo que quiero decir.

Dan: Sólo dilo por favor.

Daniel: La forma por la que trate mal a tu hermana era porque tu madre se metió con mi padre cuando _______ y yo aún salíamos, eso en mi hizo que viera a todas las mujeres iguales, que eran así de fáciles.

Dan: Tranquilo que estás hablando de mi madre. —Le advertí.

Daniel: Es verdad, perdona. El caso es que después de descubrirlos mi comportamiento obviamente cambio para mal y sé que en un momento llegue a golpear a tu hermana, créeme que de verdad me arrepiento de eso.

Dan: ¿Y por qué desapareciste luego de eso? —Pregunté.

Daniel: Mi padre se preocupó por mí y me llevo a rehabilitación aquí en Madrid, es ahí donde me di cuenta de que tu hermana ni otra mujer o persona tiene la culpa de lo que paso, en el tiempo que estuve rehabilitándome tuve algunos problemas, había cruce de drogas y tuve una reacción un poco extraña a ellas, lo cual causo que estuviera al borde de la muerte.

Dan: Lo siento...

Daniel: Descuida, supongo que desde ese día veo a las personas diferentes y ahora trato de no hacer daño a nadie. Me enteré de que vinieron a vivir aquí y quería simplemente terminar con todo y dar los motivos de mi anterior comportamiento, y si te llegué a responder algunos golpes, es verdad, sólo me estaba defendiendo.

Dan: La verdad es que necesito tiempo para procesar todo —Dije haciendo señas con las manos— Quizá te juzgamos mal o quizá no.

Daniel: La verdad lo que piensen de mi es decisión vuestra, simplemente quería hacerles saber el porqué de mis actos.

Dan: De acuerdo.

Daniel: Bien, tengo que irme.

Después de eso él se levantó del sofá camino hasta la puerta y desapareció. No sabía que pensar, quizá después de todo siempre hay una respuesta para todo o al menos eso pareciera. Me quede un rato en el sofá pensando en lo que había escuchado después de eso opte por irme a mi habitación y dormir, hoy había sido un día de locos.

~Narra Willy~

Cuando desperté a la mañana siguiente no sabía ni como había llegado hasta mi casa y peor aún hasta mi cama, tomé mi móvil y vi varios mensajes unos de Alex, Vegetta y otro de _________.

Todos hacían referencia a lo ocurrido ayer, me pedían disculpas y Samuel tenía planeado venir a visitarme hoy en la tarde y finalmente mañana me regresaría a LA.

Me duché y pude notar un ligero golpe en mi cara, no tenía ni idea de porque lo tenía, pero supongo que fue un accidente de cuando regresaba a casa. Mis padres no estaban así que me hice un poco de desayunar y me puse a grabar un juego Random para el canal, el tiempo se me fue volando y Vegetta ya estaba llamando a la puerta.

Willy: Pasa, ¿Gustas algo para tomar? —Le ofrecí.

Vegetta: Ehhh... No gracias, sólo venía a hablar contigo sobre lo que paso ayer.

Willy: Genial, yo no recuerdo nada, sólo sé que alguien me trajo a casa porque no creo haber podido llegar solo.

Vegetta: ¿De verdad no recuerdas nada? —Decía dudoso.

Willy: Sólo recuerdo que estábamos en el departamento de Rubius, llegaba más gente y creo que ________ fue, hable con ella un rato y de ahí ya no recuerdo.

Vegetta: Bueno, yo creo que bebí un poco de más y no sé, sólo recuerdo que te arroje contra el suelo.

Willy: ¿Pero qué dices? —Dije sorprendido.

Vegetta: Si, y venía a ver como estabas, créeme que yo de verdad no hubiera hecho eso, quizá fue el alcohol, o el verte con _________. —Dijo susurrando lo último.

Willy: Vegetta... ¿Te gusta __________? —Pregunté.

Vegetta: No lo sé macho, ¿Tú gustas de ella? —Preguntó.

Willy: Creo que sí.

El silencio se apodero de la sala en la que nos encontrábamos, ninguno de nosotros sabía que decir, ambos gustamos de la misma persona, esto nunca nos había pasado y creí que nunca nos pasaría.

Willy: Yo la verdad, veo que no tengo oportunidad con ella, mañana me iré a LA y pues a distancia esto me resulta tonto, si a ti te gusta ve tras ella.

Vegetta: ¿¡Pero qué dices!? —Preguntó exaltado.

Willy: Sólo ve a por ella Vegetta, ella se ve realmente feliz cuando está contigo y ambos se ven bien juntos, el amor correspondido es lo mejor. —Le dije.

Vegetta: Pero no me quedare con una chica si pierdo a mi compañero de vida.

Willy: Vegetta, cabezón nada dejara de ser igual, somos y seremos amigos siempre. —Confesé.

Vegetta: Gracias Willy...

Después de esa charla decidimos jugar un poco y después de unas horas Vegetta se tenía que ir. Nos despedimos y lo acompañe hasta la puerta, lo observe hasta que su silueta se desvanecía.

Ya estaba un poco oscuro, no tenía nada que hacer así mejor me puse a acomodar mis maletas para regresar mañana temprano a LA.

Todo sería como antes...

~Narra _________~

Hoy era día de clases, no habíamos tenido por problemas con un profesor así que mejor nos suspendieron las clases, estaba sola en clases, mi única amiga llamada Brenda no compartía esta clase conmigo, por suerte nos dejaron salir un poco antes para que empezáramos a hacer un proyecto, ¿lo malo? Es que era en equipos. Todos ya estaban con sus equipos a excepción de mí, pude notar a un chico que estaba solo, creo que era nuevo ya que no lo había visto antes en esta clase, me acerque para preguntar si tenía equipo.

________: Hola... ¿Disculpa ya tienes compañero para el proyecto? —Pregunté.

Xxxxxxx: No... no lo tengo. —Dijo con una voz muy familiar.

No me lo podía creer...