⑪ El armario

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La vida a veces puede ser muy injusta, pero se trata también de buscar la forma de darle la vuelta a las cosas, aunque en ese momento no lo hice.

Todos los chicos fueron con nosotros hacia arriba, para comprobar que nos quedemos en el dichoso armario y como yo ya no quería más vergüenzas, acepté sin protestar.

Nos introdujimos en aquel grande armario de una habitación de por allí, del segundo piso.

Viéndolo venir, se escuchó como atascaban la puerta para que no pudiéramos salir.

Mi respiración ya se estaba volviendo totalmente irregular; el lugar era muy cerrado y más con Destiny a mi lado, tan cerca de mí, era un milagro que respirara.

"Qué disfruten su estancia". Deseó aquella chica que retó.

Oímos como se alejaban riéndose, para que al último cierren la puerta y así se confirme que estamos completamente solos.

Me crucé de brazos incómodo.

"Y bien Malik, ¿qué quieres hacer?" Preguntó Destiny muy casual.

Suspiré. "Bueno, no creo que haya muchas opciones aquí" Comenté.

"¡Oh Zayn! Claro que las hay". Dijo toda coqueta.

Y así mi imaginación voló a mil por hora.

Tragué saliva.

"Tranquilo, no muerdo. - Comentó. - Claro, si tú no quieres". Susurro lo último.

"¡¿Qué?!" Me alarmé.

"Nada". Sonó suspicaz.

Miré a otro lado.

"¡Oh! ¡Vamos Zayn! Esto puede ser divertido". Me animó Des.

"Sí; que corra poco aire aquí y que apenas pueda ver tu cara porque no hay luz es muy divertido" Fui sarcástico.

"¿Y qué tal si me cuentas algo?" Preguntó ella.

Yo la miré confundido. "¿Algo como qué?"

"No lo sé, algo sobre ti". Propuso.

Yo me quedé helado; no le quería contar nada personal, pero es así como te haces amigo de una persona, ¿no?

"¿Algo doloroso?" Eso entendí.

"No exactamente,... - Guardó silencio para pensar. - pero si quieres..."

"Bueno, te lo contaré, pero si tú también me cuentas algo personal de ti". Condicioné.

Ella me vio incrédula.

"¡Claro que no!" Negó categóricamente.

"¿Por qué no?" Cuestioné.

"Porque... no". Sólo respondió.

"Y yo que pensé que éramos amigos". Dije, aunque sólo quería que esas palabras se quedaran en mi mente.

Hubo un silencio algo incómodo por parte de los dos y si tenía ganas de huir de ese lugar, tenía la doble necesidad de irme de aquel lugar en ese momento.

"Soy huérfana. - Y al oír eso, mi rostro volteó estrepitosamente a verla. - Tengo dos hermanos y los dos son mayores y molestos. Tuvimos un padre que se apiadó de adoptarnos a los tres, pero la maldita vida se encargó de dejarnos sin él por el maldito cáncer del cual fue víctima y es así como mi familia hoy sobrevive a la inmundicia de la desgraciada pobreza que no nos deja ir, que no nos deja de atormentar. Listo, ya te conté algo trágico, ¡¿contento?!" Terminó quedando algo molesta.

Se tumbó en el suelo del armario y aunque estuvimos en la oscuridad, pude notar su pesar.

Con los demás ella podía ser fuerte, pero cuando se trataba de mí, ella era la persona más débil de este mundo.

¿No sé supone que a la persona que amas la debes hacer fuerte con sólo tu presencia? Pues eso no fue el caso aquí. Una razón más para poner en la lista de por qué Destiny y yo no somos el uno para el otro.

Yo algo movido y noqueado por sus sentidas palabras, me tumbé a su lado.

"¡Wuoh!" Dije.

Pero a ella no le pareció, no espero eso de mí:

"¡¿Qué?! - Me mira. - ¿Eso sólo dirás?"

"Sí". Contesté.

Ella negó con la cabeza sorprendida.

"¿Qué? ¿Por qué?" No sentía que estaba en un error.

Pero lo bueno vino:

"Es que... siempre me dicen 'pobrecita, que pena, que lástima por ella, hay que ayudarla' y entre otras cosas estúpidas que sólo te indican que me tienen lástima y que quieren limpiar sus malditos pecados haciendo caridad conmigo". Me informó.

Pero yo no lo veía de esa forma.

"No, al contrario; yo creía tener gravísimos problemas y ahora con lo que me cuentas, la verdad es que... te considero una persona muy valiente". Opiné.

Relajó su rostro. "¿De verdad?"

"Claro que sí. - Aseguré. - Muchas personas se amilanarían frente a tu situación, pero tú estás aquí, tratando de vivir una vida normal e inclusive tienes una actitud tan desafiante y totalmente desenfadada. Ni yo que lo tengo todo llegaría a tener una pizca de la actitud tan confiada que tú tienes".

Ella sólo soltó una pequeña risa en agradecimiento.

No sé cómo estábamos así, pero nuestros rostros ya estaban demasiado cerca.

"Eres un increíble chico Zayn". Dijo tratando de tocar mi rostro, pero desistió del hecho.

Ella no era muy afectuosa que digamos.

"Y tú eres tan hermosa". Mencioné sin querer hacerlo realmente.

Y viendo con deseo mis labios, extrañamente se empezó a acercar más a mí con dirección a mi boca. Yo extrañado iba hacia ella frenando y luego siguiendo, y así sucesivamente, hasta que decidí cerrar definitivamente mis ojos y así, en un segundo, sentir sus labios juntos a los míos. Empezamos a moverlos poco a poco hasta que estuvimos seguros que lo queríamos y era muy claro que lo deseábamos, porque el beso subió un poco de intensidad y mi palma viajó hasta su mejilla para que el beso se dé de manera más cómoda. Ella puso su mano encima de la mía, la que sostenía su mejilla, mientras con la otra tomaba la parte trasera de mi cabeza para profundizar el beso.

Y así la "Fragancia de Dolche Vique" surgió efecto, porque dio el inicio a la verdadera catástrofe, al verdadero torbellino en el cual sería totalmente envuelto.

ContaminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora