㉔ Reconciliación

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Me sentía como una mi*rda.

Llegué a casa sin ningún cuidado.

Me importó todo una maldita mi*rda.

Tiré todas las cosas que me encontré por el camino.

Mi madre apareció y totalmente impactada me vio.

"¡Zayn! ¡¿Qué te ocurre?! No sé supone que deberías estar en tu cuarto". Recordó mi madre.

"¡ME IMPORTA UNA MI*RDA!" Le contesté muy alterado.

Estaba furioso; pateé más cosas y todo delante de mi madre.

"Ya basta Zayn". Demandó mi madre con temor.

Se acercó a mí, para detenerme, pero por lo endemoniado que estaba, sin querer la aparté de mí con fuerza, así produciendo que ella cayera al suelo con brusquedad.

Todo pasó tan lento, pero tan rápido a la vez, lo cual no me ayudó a comprender nada.

Cuando la vi allí, a mi madre en el suelo, mi ira se había ido y sólo sentí decepción y miedo.

'¿Qué acabo de hacer?' Me pregunté mentalmente.

Mi mamá me miraba con asombro, pero sobre todo con preocupación.

"Zayn". Dijo con consuelo.

Mis ojos rápidamente se llenaron de lágrimas.

Estaba perdiendo la cabeza y todo por un maldito amor, ni siquiera uno porque luchar o que me haga bien... Sólo era tóxico.

En vez de abrazarla, consolar a mi madre, salí corriendo del departamento.

Vi como muchos vecinos habían salido para verme, ya que era muy tarde y yo había armado un tremendo escándalo.

Llegué a la planta baja y sin pensarlo dos veces, subí a mi moto.

Me atormenta con tantas cosas en todo el trayecto; había lastimado a Destiny, golpeé a Niall y por último terminé empujando a mi madre.

Las lágrimas salían como lluvia en invierno y dificultaban en algo mi vista.

No sabía cuál era el destino, yo sólo quería alejarme de mi asquerosa realidad.

Trataba de analizar por qué me había comportado así con Destiny.

Nunca lo había hecho y era sumamente raro que algo así pasará, pero luego lo entendí; las habladurías.

Últimamente en esos días me habían hablado muchas personas con respecto o que Destiny me iba a dejar o me estaba siendo infiel.

Yo los ignoraba a todos y los mandaba a la mi*rda, pero cuando vi esa foto, me hizo conocer a un Zayn del cual desconocía totalmente.

Tenía que arreglar toda esa maldita historia y debía empezar desde la raíz del problema; Destiny Tomlinson.

Conduje hasta su casa y no me importó lo tarde que fue.

Al llegar, subí por la escalera de incendios, la que daba a la ventana del cuarto de Destiny, pero no estaba allí.

Me empecé a preocupar, pero luego una palabra apareció en mi mente; la azotea.

Ella siempre iba allí cuando necesitaba algo de espacio, cuando verdaderamente sentía que ya no podía más.

Subí al lugar y allí estaba, con sus manos metidas en el bolsillo de sus pantalones mirando desde el balcón.

No era por ser malo, pero el lugar no tenía una buena vista. Sin embargo, era un buen lugar para pensar.

Empecé a caminar hacia ella y así se volteó algo asustada, pero cuando se dio cuenta de que se trababa de mí, su ira empezó a hablar:

"Más vale que te largues de aquí o sino no respondo".

"Destiny". Me quejé.

"¡LÁRGATE!" Demandó sin compasión.

Caminó de nuevo hacia el balcón, pero noté que estaba sacudiéndose de frío.

Sin pensarlo mucho y no me importó que haya estado molesta conmigo, me saqué mi casaca de cuero, cubriéndola así con ésta.

Pero en vez de molestarse o gritarme como estaba apunto de hacer, me miró asombrada.

Hubo unos segundos de silencio, sólo viéndonos a través de las muy pocas luces de la noche.

"Es que tú no me entiendes". Dijo de repente.

"¿Entenderte en qué?" Quería entender.

"Me hirieron mucho y yo sólo... ya me cansé; no quiero que me hieran más". Pidió.

Sentí una gran incomodidad en mi pecho al oír eso.

Se supone que yo quería salvarla, protegerla, pero sin darme cuenta la estaba hiriendo.

"Lo Lamento". Sólo le dije.

"¿Crees que esto es fácil para mí? - Me reclamó. - Me cuesta esto y me duele que no lo entiendas".

Y así empezó a llorar.

Me sentía una completa mi*rda.

"¿Crees que debamos terminar con todo esto?" Pregunté seriamente, con un profundo dolor.

Nuestra relación siempre era tensa y hasta los momentos "bonitos" eran algo tediosos.

Yo sabía que nuestra relación era mala, pero ella sólo lo ignoraba:

Tomo mi rostro. - No, no, no, no. Yo sólo confío en ti... Sólo te pido que no me hagas daño, no me hagas daño por favor".

Y así me abrazó.

Tuvimos la oportunidad de parar esto, pero sólo decidimos ser necios y apegarnos al... dolor.

ContaminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora