Ĕριlοġο

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El viento corría tranquilamente, lo cual causaba una enorme paz en mí.

Nunca me imaginé estar sentado frente a un lago, con las manos en los bolsillos en vez de tenerla descubiertas para prender los cigarrillos que ahora ya no necesito.

Pero sobre todo esperar a que dos personas se reúnan aquí conmigo por primera y espero que no última vez.

De repente mi vista se posa en la hermosa niña que corre feliz con su paleta de fresa.

Me levanto de mi asiento, abriendo los brazos para ella.

Corre más rápido y así la logro alzarla, haciéndola reír sin control.

"Ríe igual que tú". Le comento a la hermosa rubia sonrisas que tengo por esposa.

Ella sonríe anchamente, como lo hizo cuando me vio en ese aeropuerto.

No creo que haya sido mi primer amor por coincidencia.

Nunca creí que ella fuera la indicada, pero no hay duda de que lo es.

"¿No le vas a invitar a papi tu paleta?". Pregunto Perrie a nuestra única hija.

La niña de mis ojos, esa niña de sólo 6 años, la que tenía entre mis brazos negó con la cabeza juguetonamente, comiendo más de su paleta.

"¿De verdad? - Le pregunté sorprendido sentándome en la banca otra vez. - Entonces,... ¡cosquillas! - Y así su madre y yo empezamos a hacerle cosquillas.

Desde hace 8 años me casé con Perrie Edwards.

Esta vez sí hice las cosas bien; salimos, conversamos mucho, nos enamoramos, mantuvimos una relación estable en toda nuestra época de universidad y cuando supe que verdaderamente quería entregarle todo de mí, le pedí matrimonio.

Ella realmente me demostró que podía iniciar una nueva vida.

Me ayudó en la universidad, me apoyó para volver a terapia, hizo todo lo posible para hablar con mi madre que incluso se hizo mejor amiga de ella. Pero sobre todo, logró lo que nunca creí que lograría; dejar ir a mi padre.

Ella me quiso y con su ejemplo y humildad me enseñó a quererme.

Si no fuera por ella, estaría tosiendo por el humo del tabaco que hubiera ingerido hasta el día de hoy.

Vivo contando todo lo que les he narrado, a jóvenes para que no cometan los mismos errores que yo, para que se den una oportunidad, para ser felices como yo lo soy ahora.

Mi esposa y yo hemos creado una asociación para personas con relaciones contaminantes, para que puedan salir de ésta y comenzar una vida nueva.

Y si se preguntan por Des, pues bueno, allí viene, junto a su esposo Liam.

Los contacté cuando ya estaba totalmente estable emocionalmente, para pedirle disculpas a Destiny.

Después de curar todas las heridas pudimos ser capaces de tener una relación amical totalmente sana.

Ellos viven en Washington, mientras Perrie y yo aquí, en Chicago. Muy pocas veces nos vemos como ahora, pero vale la pena y más porque nuestras hijas se hicieron grandes amigas. Sí, tienen una pequeña de cinco años.

También les cuento esta parte de la historia, para que sean conscientes de que también se puede ser capaz de reconciliarte con tu pasado.

Debes seguir con tu vida, aunque duela, aunque todo se queme tanto fuera como dentro de ti, debes seguir, porque es tu vida y tú eres el único que sufrirá o reirá, tu eres el único conductor de tu vida.

Ayer pudiste estar contaminado, hoy lo puedes estar más que nunca, pero mañana estarás limpio, si confías en ti, lo serás.

Capítulo cerrado aquí; seguiré, seguirás,... seguiremos.

Rompe las cadenas. Confía en ti.

ContaminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora