⑬ Un momento romántico

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El viento corría con fuerza y el silencio se hacía cada vez más exasperante.

Venir al parque era algo que hacía para relajarme, pero no; no estaba funcionando.

No quería sentirla, no quería verla, no quería nada que viniera de ella, pero por otra parte quería hablarle, tal vez para pedirle disculpas por mis celos absurdos, pues lo que no fue en tu año, no te hace daño.

"¿Zayn?" Me llamó.

Suspiré, pero atreviéndome a mirarla. "¿Qué ocurre?"

"Quiero que me disculpes". Dijo.

Yo quedé sorprendido.

"¿Disculparte?" No pensé que haría eso.

"Sí Zayn... Sé que no es correcto lo que he hecho en mi pasado, pero... lo hice". Informó. Yo pensé en lo peor y mi mirada reflejó ello. "¡No! Eso no". Negó rápidamente.

Me tranquilicé.

"Además, sólo somos amigos. No debería importarme". Dije algo chocante.

Sin verlo venir, porque esperaba a que me mande a la mi*rda, acostó su cabeza en mi hombro.

Unos segundos de silencio.

"Tú también me gustas". Dijo de la nada.

Me removí un poco, para que notará la incomodidad que me produjo su confesión, pero ella igual siguió poniendo su cabeza en mi hombro.

Bajé la mirada para verla y allí estaba, con unos angelicales ojos tan cerca de mí.

No lo pensó más y así subió un poco más la cabeza para lograr que nuestros labios se unan.

Pero como siempre, ella hacia esto muy intenso; me besaba con una intensidad única.

Siempre deseé un beso dulce y despacio, pero ella sólo quería unos intensos y apasionados, y claro que no eran malos; eran increíbles, pero yo quería sentir algo más personal y esos besos sólo me hacía sentir que lo que éramos, que lo que estábamos teniendo era superficial... y no me equivoqué.

Decidí terminar el intenso beso, para notar a una muy confundida Destiny.

"¿Qué? ¿Qué pasa? ¿No te gustó?" Preguntó preocupada.

"No, es sólo que si queremos empezar bien, lo hagamos bien". Dijo el chico que la besó en ese armario.

Sí, según yo quería ir lento.

"¿Cómo así?" Ella no entendía el concepto.

"No sé; ¿teniendo una cita ahora?" Esa fue mi idea.

Ella me miró como diciéndome "¡¿Es en serio?!"

"¿Sí?" Pero igual insistí.

Me miró dudosa. "Está bien". Pero igual aceptó.

La tomé de la mano y caminamos hacia la orilla del lago de ese parque.

Sentía como ella estaba incómoda con las miradas alrededor, pero decidí ignorarlo en ese momento.

Ojala no lo hubiera hecho.

Me senté en el césped y a ella sólo le tocó seguirme.

Miraba a todos lados preocupada, como si la policía viniera por ella en cualquier momento.

"¿Estás bien?" Al fin me atreví a preguntar.

"Sí ¡Ehm! Sólo que es muy cursi, ¿no crees?" Comentó.

Yo la miré extrañado. "¿Cursi?"

"Sí, ya sabes; los adolescentes no acostumbramos a hacer esto". Mencionó haciendo un gesto con sus manos para que observará todo el lugar.

Pero yo no lo veía mal; al contrario, lo veía maravilloso. El aire limpio, el césped cálido, el lago perfecto y la sombra de los árboles que lograban que reposemos aunque el sol sea potente.

La verdad es que Destiny era una chica totalmente diferente.

Cuando la vi por algunos segundos atentamente, pude notar que estaba arrodillada frente a mí, viendo de un lugar a otro, pero también agachando la cabeza, escondiéndose en el intento.

Había muchas preguntas en mi cabeza con respecto a su comportamiento y traté de darle respuesta a todas, pero sólo llegaba a una conclusión y es que ella no ama esto y que por ello... debía cambiar, cambiar esto.

Sin embargo, mi optimismo era más grande en ese momento, así que encontré una rosa tan roja como sus labios. La arranqué y cuando estaba mirando preocupada a todas partes, la acerqué a su campo visual. Sin poder escapar, logró captar la imagen de la rosa y después a mí.

"¿Para mí?" Preguntó confundida.

"Sólo para ti". Le contesté de manera romántica.

Ella tomó la rosa y la acercó a su nariz para captar la fragancia de ésta. La miró una y otra vez.

Pero yo sólo notaba a una chica extrañada frente a una representación de afecto, herida frente a ese sentimiento. Su mirada de tristeza al ver la rosa acariciándola me lo confirmaba. Era triste ver tal escena, pero a la vez era tan increíble, porque sin cruzar ni una sola frase, oración o palabra, podía saber lo que estaba sintiendo.

Siempre fue una persona tan herida que no se dejaba querer porque siempre le pareció que le harían daño, que de una u otra forma tenían el derecho de hacerlo cuando tuvieran su corazón. Nadie le enseñó que el dar amor implica también recibirlo... o tal vez ella no quiso entenderlo.

Yo sólo quería curarla, pero terminé dañándola.

"Gracias". Dijo en un tono muy suave, como si yo hubiera llegado a una parte jamás conocida de su interior.

"Yo te voy a hacer bien Destiny, lo prometo".

Lástima que no lo cumplí, pero gracias a mi desgracia, a nuestra desgracia, tú pudiste conocer al hombre de tu vida, al verdadero amor... de tu vida.

ContaminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora