⑭ Blusa

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"¿Cómo reparar un corazón roto?" Es lo único en lo que pensaba en ese momento.

Me costaba entender como una chica tan fuerte como Destiny Tomlinson podía estar dañada y aunque lo niegue mil veces, lo veía en sus ojos.

Aunque habíamos tenidos citas continuas, a ella no parecía atraerlas éstas.

Me estaba preocupando, pero todo empeoró esa mañana...

Había ido con mi madre a la casa de una de mis tías, pues ella saldría de viaje y necesitaba que alguien cuidara su casa, así que mi madre se ofreció a cuidarla, pero terminé haciéndolo yo, ya que ella tenía que trabajar horas extras.

Era muy temprano, así que decidí leer un libro que estaba en el estante de obras de mi tía.

Eran puros borradores, pues mi tía hacía obras; era su pasatiempo favorito. Tenían un toque gótico y muy contemporáneo. Era un gran fan de sus historias, con decirles que me mandaba ejemplares cuando concluía una obra.

Estaba muy cómodo sentado en la sofá de la sala leyendo "Camino de Flores"; el cuarto ejemplar de mi tía, pero de repente escuché silbar a la tetera que puse en la hornilla.

Dejé a un lado el libro y me dirigí a la cocina.

Rápidamente apagué la hornilla y me serví en una taza blanca el líquido caliente de la tetera.

Coloqué el café que tanto quise con dos pequeñas cucharadas de azúcar y pasé a tomar un sorbo, mientras miraba la ventana, dando vista al biohuerto de la casa.

Pero algo me llamó la atención y fue que cuando estaba a punto de irme de nuevo a la sala, vi una silueta pasar rápidamente a través de la ventana.

Me alarmé muy poco, así que decidí ignorarlo, pero cuando estaba a punto de hacerlo, pasos se escucharon afuera de la casa.

Miré por la ventana, pero no había nada.

El lugar era muy despoblado, así que no sería un vecino o algo así.

Puse la taza de café en la alacena y así caminé hacia la salida.

Apegué mi oído a la puerta y así pude escuchar ciertas respiraciones entrecortadas.

Más curioso que nunca, estuve dispuesto a abrir la puerta y averiguarlo, pero cuando lo quise hacer, algo chocó contra la puerta.

Me separé rápidamente y así escuché como golpeaban la puerta una y otra vez, pero no era como si tocaran, era más bien como si chocaran en ella.

Con mucho cuidado, traté de acercar mi oído a la puerta para escuchar; era como si dos personas se besaran sin parar.

Las respiraciones eran más entrecortadas y agitadas con cada pasar de los segundos a tal punto de que se escuchaba obscenidades por parte de una voz masculina. Pero lo que más me preocupó y ya me alarmó hasta el límite, fue escuchar a una chica gimiendo una y otra vez.

En vez de reírme, sentía mucho miedo; parecía que estaba escuchando una película porno.

"¡Quiero entrar ya maldición!" Dijo el chico totalmente desesperado.

"Si dejaras de besarme tal vez podrías encontrar la llave". Terminó su oración la mujer riéndose.

"Es que eres tan caliente".

Y allí recién me reí; suena tan estúpido, pero cuando estás con toda la "adrenalina" a mil por hora, parece lo más sexy que puedes decir ¡Qué estúpido!

"¡¿Qué hacen maldita sea?! No vine para verlos hacerlo en la puerta." Y así apareció Destiny Tomlinson; reconocí su voz a través de la puerta.

"¿Qué hacía aquí?" Es lo único que quería saber.

Y la historia se resume así; el chico era mi primo que había venido con su "enamorada" o eso es lo que quise creer, y había traído a Mack para ver un par de películas.

Yo les expliqué que hacía allí, así que estuve dispuesto a irme, ya que mi primo estaba allí y ya no había necesidad de quedarme a cuidar la casa, pero pidieron que me quede y como Destiny estaba allí, no pude decir que no.

Ahora quisiera nunca haberme quedado.

Serví el refresco para ver la película y cuando le alcancé su vaso a Destiny, se le derramó todo el jugo en su camiseta.

"Lo siento Des, soy un estúpido". Dije.

Aunque realmente no había sido mi culpa, lo había hecho la amiga al propósito.

Ya sabrán por qué.

"Creo que mi madre tiene una blusa que le puede quedar. - Sugirió mi primo. - Zayn, ¿puedes llevarla por favor?"

Y allí el por qué; un momento a solas, aunque yo era muy ciego como para verlo.

Con miradas algo incomodas y hablo por mi parte, mientras que traviesas por parte de ellos, llevé a Des a la habitación de mi tía.

Busqué en su armario y allí encontré una blusa blanca.

La saqué. "Aquí esta. - Se la di. - Póntela".

Y sin verlo venir, se cambió delante de mí.

"¡¿Qué?! - Me horroricé. - ¡¿Qué haces?!"

"Cambiándome". Dice lo obvio.

Terminó de ponérsela.

"Bueno, eso es obvio, pero ¿por qué frente a mí?" A eso me refería.

"¿Qué? ¿Acaso no has visto una chica...? ¡Ah! Espera, claro; nunca has visto una chica desnuda". Recordó.

Sólo agaché la cabeza; me sentía avergonzado, en vez de sentirme orgulloso o algo así.

¿Qué chico es casto hoy en día?

"Pero tranquilo, - Alcé mi vista y así pude ver como ella en cuestión de segundos se deshizo de mi camisa verde. - podemos resolver".

Y así me tumbó encima de la cama y empezó a besarme como si no hubiera mañana.

Estaba tan impactado que me puse muy rígido sin hacer nada más que sólo seguirle el osado beso, pero Destiny se encargó de la situación; condujo mis manos hacia abajo de su blusa y así empecé a seguir por mi cuenta, pero cuando llegué al broche de su sostén, supe que era suficiente.

La aparté de mí, sentándome horrorizado rápidamente.

"¿Qué pasa?" Dijo sentándose, para verme.

Me puse de pie. "Lo siento, pero no puedo".

Discúlpenme, pero mi madre me crió con esos límites.

Sin embargo, nunca supe que traerían problemas y mucho menos nuestro infierno.

ContaminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora