CAPÍTULO 4

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Ambos vamos caminando hacia su departamento que curiosamente está a dos calles después de donde yo estoy instalado, le comento sobre ello y a él le sorprende, creía que yo era originalmente de Nueva York.

-Bueno, la verdad es que vivía en un pueblo pequeño, pero me mudé a una ciudad a estudiar mi último año de Preparatoria y ahora estoy aquí en Nueva York estudiando mi carrera.

Nunca pensé volver a contar esa vieja historia.

-Oh entiendo -dice y abre la puerta de su departamento, se ve bastante cómodo y tranquilo -lamento el desorden.

Lo dice ya que en la mesa hay platos sucios, eso no se compara al verdadero desorden de mi habitación y eso que es muy pequeña.

-¿Tú de dónde vienes?

-De Michigan -responde abriendo el piano que tiene en casa.

Obviamente no es uno de esos que tienen cola y brillan con un negro resplandeciente. Es un piano que mide como un metro y me dio de ancho y cincuenta centímetros de profundidad. No quiero sonar grosero pero parece un poco viejo.

-Oh, entiendo...

Creo que Emilio no es de muchas palabras, o quizá también está nervioso al igual que yo. Solo porque mis entrañas no tienen boca o de lo contrario ya se estuvieran comiendo unas a otras.

-Deberías darme clases de piano ya que no se tocar ningún instrumento.

-Si, sería bueno para distraerme un poco.

Toma asiento en el banco y comienza a tocar de una forma improvisada, seguro para saber si el piano está correctamente afinado.

-Ven, si cabes junto a mí.

Me siento a su lado y el comienza a tocar una armonía de piano muy hermosa, no sé si es una canción.

-Tocas excelente, parece que naciste para esto.

-Gracias.

Estamos muy cerca ambos, no dejo de mirarlo a los ojos, al igual que él, puedo sentir su respiración chocando con mi rostro. Esto no es nuevo para mí, pero ya hace mucho que no veo a Mike y estoy seguro de que si estuviera aquí no sentiría esto.

-Entonces... -rompe el silencio.

Mi telefono comienza a sonar, es mamá nuevamente.

-Disculpa un segundo -digo levantándome y entrando a su habitación.

Su habitación está muy bien decorada me gusta.

-¿Hola? -contesto.

-Alex ¿cómo estás?

-Bien mamá ¿y tú?

-Bien.

-Hola Alex -escucho a Madison.

-Madison, hermana ¿cómo estas?

-Bien, no vas adivinar. ¡Soy capitana de las animadoras! -grita.

-Bien hecho, solo espero que no seas rubia y maldita.

Doy la vuelta y Emilio está apoyado en el marco de su puerta.

-Oigan, creen que podamos hablar mañana, es que estoy algo ocupado.

-Si mi niño cuídate, buenas noches y descansa.

-Adios Alex -dice Madison.

Cuelgo y sonrío muy falsamente a Emilio.

-Lo lamento, no sé por qué últimamente mamá llama demasiado.

-Ah, no te preocupes.

-Bueno, ahora que tal si comenzamos con "Clocks" de Coldplay.

Here We Go Again (GML #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora