Nicolle:
Miro fijamente a Zac con molestia, aunque es un gran incentivo lo del viaje para mi y mi familia es un desgraciado, pero no me puedo quejar pues aunque odie admitirlo tiene razón, yo sabia en que me metía cuando empece a trabajar con el. Miro por la ventana y pienso en mi próxima victima, puedo conseguir fácilmente convencerlo de hacer lo que quiera pues según mi experiencia todos los hombres buscan lo mismo, se lo que quieren, sexo, perversión, jugar, y yo soy la mejor jugadora, si logró tener a este hombre comiendo de mi mano puedo dejar mi vida de 'bailarina exótica' como dice Marco -aunque solo sea por unos días- y darle a mi hermano y mis viejos lo que necesitan.
-Entonces ¿en que estábamos?- pregunta Daniel volviendo, lo miro comiéndomelo con la mirada y muerdo mis labios ideando un plan para hacerlo comer de mi mano.
-En que tenemos problemas con Juana- dice Zac divertido- la hija de perra se enojo porque quería hacer el negocio directamente contigo- Me acomodo mirando por la ventana con una leve sonrisa en mis labios. Pienso relajarme y disfrutar del viaje.
-No quiero volver a ver a esa perra- dice enojado ganando mi atención, Zac ríe
-No puedo creer que aun sigas resentido, te dejo hace tres años- ¿quien sera esa tal Juana? si yo tuviera la suerte de tener a un hombre así a mi lado no lo dejaría escapar por nada
-Vete al infierno- Daniel me mira y yo aparto la mirada
-Es de confianza- dice Zac también mirándome -¿verdad Aria?
-Soy celestina pero no una soplona- mascullo de mala gana y Zac me acaricia la pierna
-¿ves? es una autentica joya, un diamante en bruto- suspiro y recuesto mi cabeza en la silla dándome cuenta que sera un largo viaje
-Eso lo se- cierro los ojos.- desde que no sea como Juana...
-Como ella no hay dos- sentencia Zac y es lo ultimo que escucho antes de quedarme dormida imaginando un futuro en el que no tenga que vender mi cuerpo para poder sobrevivir.
*
*
*
Abro los ojos justo cuando estamos aterrizando, me incorporo encontrándome con los azulados ojos de mi jefe mirándome sin mirarme. Parece que se hubiera perdido en su mente, lo dejo de lado y busco a Daniel, lo veo dormido en el otro extremo del Jet. Bostezo y paso mis manos por mi rostro intentando eliminar cualquier muestra de agotamiento. Acomodo mi cabello y cuando tocamos tierra me levanto.
Entro el el baño y lavo mi cara, me seco con las toallitas que encuentro allí y me pongo un poco de brillo en los labios. Acomodo mi ropa y salgo, Zac ya no esta en el jet y Daniel esta despertando.
-¿Has descansado?- pregunto acercándome, me mira y sonríe levemente con aspecto desalineado
-Si, espero que tu también- dice con una voz ronca por el sueño que me deja embobada, asiento lamiendo mis labios y le extiendo una mano.
-Lo hice. Se que Zac ya nos presento pero prefiero hacerlo por mi misma- se levanta y me doy cuenta de que solo es un poco mas alto que yo, le doy en la nariz y eso me gusta, odio sentirme pequeña, me recuerda lo débil que soy ante los hombres, por eso me gusta mi estatura de 1,70 y con tacones casi 1,85. No uso nada que mida menos de 15 cm de alto, como dije me hace sentir mejor conmigo misma el verme alta. -Soy Aria
-Yo soy Daniel- besa mi mano -es un placer, Aria.- le sonrió
-El placer es mio, Daniel- saboreo el sonido de su nombre y me doy cuenta de que me gusta y que podría acostumbrarme fácil a esto.
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Muñecas [Sin Editar]
ActionSi te ofrecieran lo que crees necesitar para ser feliz ¿lo aceptarías?, Nicolle, Melanie, Samantha y Stephanie son cuatro chicas con vidas diferentes pero de algún modo similares. El pasado de Nicolle, la inmadurez de Melanie, la falta de autoesti...