Muñecas [Sin Editar]

12. quiero ser prepago

Laura en multimedia

Steph:

-¿Vas a salir?- Pregunta Laura señalándome.

-¿Importa?- enarco una ceja y asiente

-Hoy llega mi tía, supongo que querrá verte- bufo

-Por mi que quiera lo que le de la gana- sonrió -llego tarde.- Miro mi reloj -O tal vez no llego- bromeo con una sonrisa mientras me paso las manos por mi cuerpo de forma sensual, Laura hace cara de asco y yo rió.

-Eres asquerosa- enarco una ceja

-Tu eres peor cariñito, y no me digas que eres virgen porque no te lo crees ni tu- bajo el ultimo escalón y me paro frente al espejo que esta junto a la puerta.

Miro mi apariencia. Tengo un lindo vestido azul celeste ajustado que me llega arriba de medio muslo, marca perfectamente mi cuerpo y resalta mis ojos, tiene una abertura en la espalda que me llega justo donde empieza el trasero, lo que le da un toque atrevido. Tengo unas botas negras de tacón hasta medio muslo, mi cabello esta desordenado sobre mi rostro enmarcándolo. Me veo sensual y atrevida. Me gusta.

Suena el sonido de una bocina, sonrió y miro por la ventana. Dylan baja con porte de hombre importante, lo que me causa cierta gracia, aunque también un poco de morbo.

-Usa condón- escucho a Laura y le enarco una ceja

-Planifico, no necesito el condón- entorna los ojos al tiempo que yo abro la puerta.

Dylan al verme sonríe y se acerca, me toma de la cintura y cuando me va a besar le corro la cara, no le voy a poner tan fácil. Si me quiere que pague mi precio, el cual es bastante alto.

-Hola- digo con voz fuerte empujándolo para que me de espacio -¿a donde vamos?

-Sube- señala el auto y yo asiento, me abre la puerta y con una sonrisa entro seguida por el.

-¿A donde vamos?- me mira fijamente unos minutos y luego dice sonriendo levemente

-Cuando viajes conmigo, solo sabrás a donde vamos cuando hayamos llegado.- suspiro y saco mi celular, Laura me mando un mensaje:

Mi tía va a llegar en cualquier momento, quiero que estés aquí para verla

Ruedo los ojos y cuando estoy por responder Dylan me quita el teléfono.

-y cuando estés conmigo esto esta prohibido- lo levanta. Entorno los ojos en su dirección y le vuelvo a quitar el móvil

-Y cuando estés conmigo, no te atrevas a prohibirme nada. ¿Esta claro? porque no se con que clase de mujeres estas acostumbrado a salir, pero que te quede claro que yo no soy como ninguna de esas perras, yo no me dejo de nada ni nadie, no me importa si eres el mismísimo presidente de la nación, no eres nadie para prohibirme nada- me mira fijamente durante cinco largos minutos antes de gruñir al conductor que se detenga.

-Bájate- abro mis ojos

-¿Perdón?- se cierne sobre mi y abre la puerta

-Fuera- levanto el mentón y con toda la dignidad me bajo pero antes de cerrar la puerta le digo con la voz mas sexy y fría que soy capas de mostrar

-Tu te lo pierdes- le guiño y tiro la puerta en su cara.

Extiendo la mano acomodando mi cabello detrás de mi oído, empiezo a caminar hacia la ciudad mientras con el rabillo del ojo veo como el auto de Dylan se acerca lentamente a mi, me pongo mis audífonos y le marco a Camila, pero no me contesta así que guardo el teléfono.