33. Eres toda mia

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Nicolle:

El auto de Dylan se detiene frente a una enorme mancion de cristal, me recuerda bastante a la casa de Daniel pero la de Dylan es mas moderna. No presto mucha atención a los detalles de la casa, no me interesa pero veo que a Kokona si, ya que se queda pasmada viendo la casa en cuento bajamos del auto.

Me acerco a ella y le cierro la boca antes de seguir a Dylan con Kokona detrás, en la entrada aparece una tía de unos 14 o quizá 15 años, mira a Dylan y hace un gesto exasperado antes de pasar por nuestro lado.

-Espero mi paga el lunes en la mañana- murmura

-Siempre y cuando pueda ingresar al sistema mañana, tendrás lo que quieres- ella sonríe

-No conseguirás ningún hacker mejor que yo

-Eso espero, porque te pago una maldita fortuna- gruñe y ella rueda los ojos antes de subir en el auto del que acabamos de bajar.

-¡MITRA!- grita y una joven de mas o menos mi edad con cabello caoba aparece vestida de sirvienta. -Llévalas a su habitación- el sigue de largo sin esperar respuesta y yo noto la mirada de asombro y sorpresa de Kokona

-Por aquí, por favor- la mujer empieza a caminar y nosotras la seguimos.

-Es la primera vez que haces esto ¿verdad?- la pequeña asiática me mira y asiente

-¿tanto se nota?- me encojo de hombros

-Cuando sueles quedarte en casas lujosas con tipos adinerados te acostumbras a ver esto- señalo nuestro alrededor- y tu parece que nunca en tu vida habías visto este tipo de lujos, así que...- se sonroja y baja la mirada justo cuando llegamos a una enorme puerta de cristal

-El de la derecha es para la señorita Aria y el de la izquierda para Kokona.- Ambas entramos y yo me fijo en que lo único que separa una habitación de la otra es una delgada pared de madera.

Mi dormitorio es una enorme cama doble de madera, un televisor pantalla plana, un tocador con varias cremas hidratantes y dos puertas, supongo que una es el baño y la otra el closet. En frente de la cama hay un lindo ventanal que me deja ver un lindo jardín de fondo. Escucho un fuerte grito y supongo que debe ser Kokona, así que la dejo pasar y meto mis cosas en el closet.

-He escuchado tanto de ti- me giro y veo a Dylan recostado con aspecto relajado en la puerta

-Espero que coas buenas- sonrió dulcemente.

-Ponte esto- me extiende una bolsa -luego ve a buscarme en la segunda planta, ultima puerta.- asiento y vuelve a salir.

En la bolsa hay un lindo baby doll blanco con encaje rosado y flores moradas. Es bonito, me visto rápidamente y peino mi cabello de manera que me veo mas tierna, me quito el maquillaje y delineo suavemente mis ojos antes de salir a buscar a Dylan.

-Es muy bonito- escucho a Kokona decir detrás de mi cuando paso junto a ella

-Si- salgo cerrando la puerta a mi espalda y ella la vuelve a abrir

-Quiero que me den cosas así- suelto un bufido y me giro a verla

-Entonces adelgaza tres tallas, ponte prótesis en los senos y el trasero, sonríe enormemente y comportarte como una real y verdadera puta- escucho como ahoga una exclamación -o mejor, estudia y consigue tus cosas sin vender tu cuerpo

-¿y lo dice la bien pagada?- el veneno en sus palabras es mas que claro pero lo ignoro, que diga lo que quiera ya no me afectan ese tipo de palabras

-Si, lo dice la bien pagada- subo las escaleras dejándola atrás

Dylan esta parado contra la ventana mirando un naipe en sus manos, al verme sonríe y extiende la mano la cual tomo gustosa. Me da la vuelta de forma que estoy de espaldas a el, pone sus manos en mi cintura y me pega a su cuerpo. Entierra su nariz en mi cabello y luego acerca sus labios a mi oreja.

-Eres muy hermosa- susurra mientras sus manos suben por mi cuerpo hacia mis pechos -ademas de dulce- muerde mi cuello y yo jadeo - pero demasiado costosa- me estruja los pechos y yo suelto un suave gemido -por eso quiero que esta noche me complazcas, mañana en la mañana viene por ti un amigo que te quiere tener entre sus cobijas.

-¿puedo preguntar quien es?- su lengua sube de mi cuello a mi mejilla, me da la vuelta de forma salvaje y acerca su cara a la mía

-No, no puedes- y me besa con mas ganas de las que me gustaría.

Sus manos son rápidas y antes de darme cuenta tiene uno de mis pechos en su boca y sus manos entre mis piernas. Me tira a la cama y sube sobre mi, besa mi cuello y susurra cerca de mi boca:

-Esta noche eres toda mía, pequeña Aria.

*

*

*

Suelto un fuerte grito que se confunde con el grutal gemido de Dylan al correrse, ambos caemos sobre la cama jadeando sin respiración. Cierro los ojos en un intento por controlar mi agitada respiración, miro a Dylan junto a mi y me doy cuenta de que me mira fijamente.

-Eres deliciosa- sonrió y asiento

-Lo se- lamo mis labios con mis ojos ardiendo por el sueño, llevamos tal vez tres o cuatro horas en esto, llegamos aquí casi a la una de la mañana así que no debe tardar en amanecer y estoy total y completamente agotada.

-Ya puedes irte a dormir- asiento y me levanto de la cama sintiendo mi cuerpo hecho gelatina.

Me agacho a recoger mi ropa y me la pongo con movimientos perezosos. Me deslizo fuera del dormitorio y camino hacia mi habitación. Kokona duerme plácidamente en su pequeña habitación mientras que yo me muero de sueño aquí parada mirando mi cama.

Sin dudarlo entro en el baño y me doy una rápida ducha teniendo cuidado de no mojar mi cabello, me pongo mi pijama y me tiro en la cama con la mayor intención de no despertar en días.

*

*

*

Me despierto sintiendo una muy delicada mano acariciar mi brazo, miro junto a mi y veo a Kokona sonreír con dulzura, me aparto de ella y me incorporo sintiendo mis ojos pesados.

-¿Que hora es?- bostezo

-Casi las diez- muerde su labio- eres linda cuando duermes

-¿Me estabas mirando?- se sonroja- ¿que clase de psicópata eres?- me mira los pechos y se muerde el labio inferior

-No puedo evitar excitarme al verte- frunzo el ceño y señalo la puerta- eres muy guapa y tienes un lindo cuerpo, me pregunto si es natural o tienes las cirugías que me sugeriste anoche

-Largo- suelta una risita

-¿crees que Dylan quiera un trió?- sus ojos brillan con excitación y yo me levanto de la cama acercándome a ella para empujarla

-No lo se, solo se que yo me voy en un momento así que...- le cierro la puerta en la cara y pongo el seguro.

Me tiro de nuevo en la cama y vuelvo a cerrar los ojos perdiéndome en los brazos de morfeo.

*

*

*

-Despierta- la voz ronca de Dylan me hace saltar de la cama, lo miro con los ojos como platos y suelto un suspiro antes de darme cuenta de que junto a el esta Kokona vestida de rojo -Anda a bañarte y preparar tus cosas, mi amigo esta aquí y no es un hombre paciente- miro a Kokona

-¿no puedo persuadirte para que me digas con quien tengo que irme?- paso mis brazos por el cuello de Dylan, lame sus labios y besa suavemente mis labios

-No, pero si para otras cosas- me da un fuerte cachete y yo sonrió encantada -anda a darte un baño. Vamos asiática- la toma del brazo y la saca de la habitación.

Quiero aclarar que en esto esta pasando antes de lo que ocurre con Stephanie. Lo de ella es el lunes en la media tarde mientras que esto ocurre en la mañana, o sea antes de que Dylan vaya a buscar a Steph a su escuela.

Muñecas [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora