39. ¿Sam?

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Sam:

Sigo a Juana por la suite hasta un dormitorio, un chico de cabello negro un poco largo esta sentado frente a cuatro computadoras y junto a el esta Alan con gesto preocupado y junto a ellos Mina con unos enormes lentes y otra computadora. 

-...y si mejor vamos a la fija con un tanque- dice Alan y se inclina sobre el hombre

-Eso llama mucho la atención, debemos pasar desapercibidos. -Juana me hace señas para que me siente con ella en el sillín -recuerda que el paquete debe llegar a salvo

- Creo que seria bueno que se usaran varias camionetas blindadas...

-Céntrate en mi- ordena ella -¿ya lo has pensado?- me sonrojo

-No lo se, ahora todo esta muy... mal en mi vida y no creo que pueda con esa... responsabilidad

-Entiendo perfectamente, no es normal que tu madre se muera, encuentres a tu novio con otra y te golpee- mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas

-¡¿QUE HIZO QUE?!- Alan esta junto a mi con la cara roja de rabia y los puños tensos a su lado

-Cálmate Alan, ya me encargue de eso- dice Juana con calma

-Lo voy a matar con mis propias manos- Juana sonríe de lado y niega

-Tu le tocas un pelo a mi rubio y yo te juro que te vas a arrepentir- Gruñe Mina poniéndose detrás de el. Espera... ella dijo ¿mi rubio?

-yo misma me encargare de hacer que lo lamente, no te preocupes Alan- Dice Juana levantándose y me mira -Llámame en cuanto tengas una respuesta- me entrega una tarjeta -ve a casa y descansa.

Asiento y me levanto, sin decir una sola palabra mas salgo de la habitación. Zac esta parado en el balcón fumando y cuando me ve sonríe de forma macabra antes de tirar el cigarrillo y acercarse a mi.

-¿tienes idea al mundo de mierda que te estas metiendo al estar aquí?- dice de manera sobria acercándose, yo sigo caminando hacia la puerta intentando ignorarlo pero cuando me alcanza me toma del brazo con fuerza. Aspira sobre mi cuello y me mira con esos castigadores ojos azulados que me hacen querer salir corriendo a esconderme.- Dulce, dulce inocencia- sonríe de lado

-Suélteme- digo intentando zafarme, tensa su agarre y me pega mas a su cuerpo, pongo mi mano libre en su pecho para alejarle y el sonríe aun mas eliminando toda distancia entre nuestros cuerpos.

-lo que no sabes es que todo lo malo empieza en la inocencia- pone sus labios en mi oreja y al sentir su respiración toda mi piel se eriza mientras una leve corriente recorre mi cuerpo -y perderse en la oscuridad jamas a sido sano para tan brillante luz.

-Suéltala - la voz de Alan suena detrás de nosotros. Noto a Zac sonreír sobre mi mejilla, planta un suave beso en esta y se aleja de mi levantando las manos en señal de paz.

Con la cabeza baja y las mejillas ardiendo en un fuerte tono carmín, abro la puerta y apresuro mi paso al ascensor. Alan entra conmigo y oprime el botón del estacionamiento.

-Sam... ¿es verdad lo que dijo Juana?- le miro de reojo -lo de tu mama- suelto un suspiro y asiento

-Murió esta mañana, mi hermano y mi prima estaban con ella- mi móvil vibra y veo que es un mensaje de mi prima.

Ven pronto a casa, Ezra se encerró en el baño y no se que hacer- Sharon

Me tenso totalmente y no intento ocultarlo ¿para que? De todos modos ya estoy más que alterada.

-¿ocurre algo?

-No quiero ser grosera pero no es algo que te incumba- bufa y yo maldigo el haber dejado mi auto en el café ¿como diablos voy a ir a casa de Ez?

-Mira se que nos conocemos hace relativamente muy poco, pero me gustaría apoyarte en este momento tan difícil para ti- me coge la mano -por favor - cierro los ojos y asiento

-¿podrías llevarme a la casa de mi hermano?- sonríe marcando sus hoyuelos y asiente al tiempo que yo suelto un suspiro agradecida.

*

*

*

-Es aquí- estaciona el auto y se me queda mirando

-yo... ¿puedo... pasar? Entiendo si quieres estar sola con el pero me gustaría...- pongo una mano en su boca y asiento

-Me encantaría que lo hicieras- suspira cerrando los ojos y se baja a abrirme la puerta.

Caminamos en silencio hasta la puerta de la casa que se abre de par en par mostrando una llorona sharon, me ve y me toma de la muñeca arrastrándome escaleras arriba en dirección del baño en la habitación de mi hermano. Llama tres veces a la puerta y se me parte el corazón a pedacitos cuando la voz de mi hermano suena totalmente ronca y partida.

-Déjame solo Sharon- mi prima se para en la ventana y se seca las lágrimas.

-No soy Sharon- pego mi frente a la puerta- déjame entrar hermanito- escucho un golpe y luego la puerta se abre dejándome ver a mi hermano ensangrentado. Mis ojos se abren como platos y siento que me falla el aire al ver a mi hermano así.

-¿Sam?- esta tan pálido que parece muerto. Me tiro a sus brazos y le cojo las muñecas- Me duele Sam, me duele mucho- dice y su voz suena cada vez mas suave

-¡LLAMA UNA AMBULANCIA!- le grito a Sharon que luce como si fuera a desmayarse -¡¿QUE HICISTE EZRA?!- le fallan las piernas y se recarga en mi.

-Ayu...dame n...o- sus ojos se ponen blancos y cae inconsciente en mis brazos.

-¡ALAN!- grito y segundos después el esta junto a mi levantando a mi hermano.

Corremos hacia la primera planta y sin tiempo de esperar la ambulancia Alan lo mete en su coche, Sharon se pone en el asiento del pasajero mientras que yo me subo atrás, me quito mi chaqueta y amarro las muñecas de mi hermano mientras suelto varios sollozos abrazada a el. No puedo perderle, Ezra es mi todo y acaba de morir mama, estaría perdida sin el.

-¿porque manito? ¿porque?- susurro con mi mejilla pegada a su frente. -No me dejes, tu no Ezra. Tu no.

¿Porque hizo esto? Los malditos recuerdos de mi adolescencia llegan a mi mente mientras sujeto a mi hermano inconsciente. Las veces que tuve que llevar a mi madre al hospital después de las palizas que le daba papa. Las incontables veces que tuve que llevar a Ezra al hospital por que intentaba matarse o tenia sobre dosis. Las malditas noches que pase durmiendo en un hospital los últimos dos años a la espera de que mama despertara y las tantas noches que pase en vela rogando que mi hermano tuviera salvación después de infinitas transfusiones. Inclusive viene a mi mente el día en que papa se ahogo con su propio vómito después de pasar una noche completa en el bar a causa del accidente que dejo a mama en coma.

Las tantas veces que recogí los cuerpos inconscientes de Melanie y Ezra de algún callejón después de noches de copas interminables y peleas callejeras. Son tantos los malos recuerdos y el dolor que puedo sentir como me vengo abajo con cada segundo que pasa.

Beso la cabeza de mi hermano abrazando su cuerpo con fuerza, acaricio su cabello y sollozo nuevamente.

-Perdonadme Ezra, perdona por no ser la hermana que mereces y necesitas- cierro los ojos -pero por favor, no te mueras

-Llegamos- dice Alan y mi corazón se detiene junto a mis pensamientos y el pánico toma lugar en mi mente

Muñecas [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora