Muñecas [Sin Editar]

45. ¿De que te ries?

Nicolle:

-¿Que están haciendo? - Daniel se levanta rapidamente y yo lo imito, levanto la mirada encontrándome con una divertida mirada azulada junto a una avellana confundida. 

-Hola- me aclaro la garganta -¿Que hacen aquí?- Nath enarca una ceja y suelta una carcajada

-Ya nos vamos para que puedan seguir comiéndose el uno al otro- me atraganto con la carcajada que quiere salir. -ah, por cierto, Iris el es mi hermano Daniel- Iris me mira con los ojos como platos- Daniel ella es Iris, una amiga- sonrió 

-Hola- susurra ella sonrojándose 

-Hola- Daniel me pone una mano en la cintura -Ven conmigo- susurra en mi oído. Asiento y nos despedimos de Nath e Iris antes de salir de la casa y subir en su auto.

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-¿Tu casa?- asiente abriendo la puerta, Sora esta limpiando las escaleras y se gira a vernos cuando Daniel cierra la puerta.

-Buen día señor- dice acalorada antes de notar mi presencia, hace una mueca de fastidio y yo sonrío al tiempo que Daniel pone sus manos en mi trasero. 

-Lleva la cena a mi dormitorio- me coge la mano y sube casi corriendo las escaleras. -Ahora si- sonríe como un gato y yo lamo mis labios- ¿en que estábamos?

-Dime Daniel, ¿Que quieres que haga?- me empotra contra la puerta y pega con fuerza sus labios a los míos. Mete su lengua en el interior de mi boca y, con una delicadeza que me deja sin sentido, comienza a moverla primero lento y muy suave, luego invade mi boca totalmente de manera hambrienta.

Olvidándome de todo, respondo e igualo sus exigencias y enseguida soy yo la que se aprieta contra su pecho en busca de más. Me dejo llevar por mi deseo y guiada por el de el enloquezco. Durante unos segundos, nos besamos apasionadamente hasta que el se separa poniendo una mano en mi barbilla para sostenerme la mirada

-Provoca me, Nicolle- asiento y lo empujo hasta que cae sentado en la cama, me subo a horcajadas sobre el y le hago acostarse, me saco la camisa por la cabeza y el toma mi cintura entre sus manos subiendo lentamente hasta llegar a mis pechos.

Me desabrocha el sostén y se incorpora para llevar mis pechos a su boca lamiéndolos como si fuesen de dulce. Tomo su cabello en mis manos tirando de él, gime y tiró de sus labios a los míos. Lo poseo y me deleito con el sabor de su boca. 

Me separo levantándome para sacarme los vaqueros, los tiró a un lado y me arrodillo entre sus piernas para sacar sus vaqueros y sus boxers de un tirón, el ríe y se saca la camisa quedando totalmente desnudo. Me monto sobre el pasando mis manos por su cuerpo con anhelo mientras se mueve nervioso. Le estoy provocando y me encanta. 

Me agacho besando y lamiendo su cuerpo, rodeo con mi lengua su ombligo, y después, ansiosa, chupo sus oblicuos. Y cuando mi lengua llega a su pene lo chupo causando que mueva sus caderas, nuevamente gime. Paso mi lengua por sus testículos volviendo le loco una y otra vez. Rodeo con mimo su pene y muerdo con delicadeza extrema durante un buen rato, hasta que no puede más y, me exige con voz ronca

-Monta me.

Encantada de la vida, hago lo que me pide. Me siento a horcajadas sobre él y, me empalo en su duro pene. Subo y bajo en busca de nuestro placer pero principalmente del suyo y, antes de que me dé cuenta, me ha tumbado sobre la cama mirándome a los ojos, sonrío, me besa. Me abre las piernas aun mas y sin piedad me vuelve a penetrar, y yo jadeo. Intento moverme, pero su peso me tiene inmovilizada mientras se aprieta con fuerza dentro de mí.